Yucatán aún lucha contra la lepra: 12 casos en cinco años
En las últimas décadas, este padecimiento dejó de ser un flagelo bíblico relacionado con el pecado y ya existe un tratamiento eficaz para detener su avance.
A pesar de que Yucatán fue un foco leprógeno en la década de los 40, cada vez hay menos casos; además, es muy difícil que la población originaria de estas tierras, es decir, maya, pueda contagiarse.
Por Herbeth Escalante.
Mérida, Yucatán, 27 de enero de 2020.- La lucha para combatir la enfermedad de la lepra no se ha detenido en Yucatán, pues debido a que pueden pasar varios años para que las y los pacientes presenten los primeros síntomas, es complicado estimar una fecha para su erradicación. De hecho, de 2015 a 2019 se diagnosticaron 12 nuevos casos en la entidad.
Para el director del Centro Dermatológico, José Cerón Espinosa, en las últimas décadas este padecimiento dejó de ser un flagelo bíblico relacionado con el pecado y pasó a regirse por las leyes de la patología general, es decir, existen tratamientos médicos para evitar su avance en la piel de quienes se contagian.
“Hasta mediados del siglo pasado no hubo un tratamiento adecuado, entonces evolucionaba irremediablemente provocando que incluso los pacientes mueran; por eso existían tantas deformaciones y mutilaciones”, explicó el médico, quien recordó que ayer 26 de enero fue el Día Mundial de la Lucha contra la Lepra.
Señaló que desde 1940 se dispone de un procedimiento eficaz para evitar repercusiones futuras, por lo que esos cuadros de deformaciones “son cosas del pasado y de las películas, por eso ahora los jóvenes ni saben qué es la lepra, no conocen esa enfermedad”.
Sin embargo, de acuerdo con el Boletín Epidemiológico de la Secretaría de Salud federal, de 2015 al año pasado se detectaron 12 nuevos casos de personas enfermas de lepra en Yucatán, quienes fueron sometidos a tratamiento especializado.
“Se diagnostica en la primera etapa, a partir de manchas que tienen como característica que pierden sensibilidad. Es decir, afecta la piel y sus nervios, los enfermos dejan de sentir en esas zonas”, informó Cerón Espinosa.
Pero una vez que reciben tratamiento, se puede detener el curso de la enfermedad. Éste dura un año en el Centro Dermatológico y, posteriormente, los especialistas vigilan al paciente entre dos y cinco años hasta darlo de alta.
La lepra se transmite a través del contacto estrecho y prolongado con otra persona que la haya padecido, es causada por la bacteria Mycobacterium Leprae. «Pero el 95 por ciento de la población mundial no se va a enfermar aunque esté en contacto, es de los padecimientos menos contagiosos”, aclaró.
Difícil que los mayas se enfermen de lepra
A pesar de que Yucatán fue un foco leprógeno en la década de los 40, hoy día cada vez hay menos casos; además, es muy difícil que la población originaria de estas tierras, es decir, maya, pueda contagiarse.
“La lepra la trajeron los españoles y la padecen actualmente sus descendientes europeos. Los nativos prácticamente no lo padecen”, recalcó el doctor Cerón.
Recordó que en 1949 se abrió el dispensario antileprosos en Yucatán, debido a que había una cantidad importante de enfermos, pero como el tratamiento empezó a funcionar; a los pocos años, este sitio se convirtió en el Centro Dermatológico para también atender otros padecimientos de la piel.
Lo mismo sucedió en otros cuatro puntos del país, en Jalisco, Ciudad de México, Guanajuato y Sinaloa. Es decir, con el paso del tiempo los casos empezaron a disminuir.
“Considero que estamos a punto de eliminarla en Yucatán, pero por la forma de transmisión es muy difícil estimar la fecha. Uno puede estar en contacto con un enfermo y contraer el bacilo, pero la enfermedad puede desarrollarse mucho tiempo después; hemos tenido pacientes que luego de 40 años de contagiarse empezaron los síntomas”, abundó.