Visibilizar a las personas afrodescendientes es construir infancias y juventudes sin discriminación
En el Día Mundial de la Cultura Africana y de las Personas Afrodescendientes, la activista Flore May aseguró que este sector tiene una enorme historia de negación por lo que es importante comenzar a nombrarlo para tener un futuro sin discriminación.
Por Itzel Chan
Mérida, Yucatán, 22 de enero de 2025.-Tener un día de la cultura Africana y de las personas afrodescendientes es una oportunidad para visibilizar la diversidad que existe y para la activista afromaya, Flore May, es una manera de construir infancias y juventudes sin discriminación.
Flore creció en una comunidad indígena en Valladolid y es hija de una mujer maya, sin embargo, a pesar de su convivencia con la cultura algo en ella le llevó a investigar su historia, así llegó con el pasado de su padre, uno con conexión africana.
Entonces ella miró en sí esta historia en su cabello y las facciones de su rostro, pero justamente para nombrarse afrodescendiente y en este caso afromaya entendió que va más allá de las características físicas, pues se trata de una resistencia, una lucha social y un posicionamiento político.
“Considero que tener un día a nivel mundial significa mucho porque las personas afrodescendientes tienen una historia enorme de negación y discriminación y empezar a nombrarlos es para recalcar que estamos aquí, que contamos y tenemos derechos humanos, además funciona para que la juventud y las infancias vayan construyendo un futuro sin discriminación”, mencionó.
Recordó entonces que años atrás las personas negras eran usadas para caricaturas o para folclorizar algunas situaciones, de modo que eran objeto de risas, burlas y no eran colocadas en aspectos de seriedad, respeto o admiración.
Por muchos años a las personas negras o afros les tocó callar y ser víctimas de sinnúmeros de violencias, pero Maye celebra que hoy se trate de cambiar el rumbo.
Sin embargo, advirtió un peligro entre las personas que a veces quieren aprovecharse de las causas y nombrarse indígenas o afrodescendientes así porque sí.
“No sólo se trata de tener el cabello rizado sino se trata de saber tu historia, conocer tu linaje y sobre tus antepasados, además también qué tanto formas parte del grupo y de qué manera te reconoces en todos los espacios”, explicó.
Maye es afromaya y es un ejemplo de lucha en Yucatán, su trabajo le ha llevado a construir espacios en territorios distintos a los suyos, como Ciudad de México, Guerrero, Puebla, Michoacán, Nueva York, Los Ángeles, El Salvador y Honduras.
(Fotos: Cortesía de Flore May)