Una burla en el Congreso de Yucatán
En votación secreta y sin argumentar el sentido de su voto, la mayoría de las y los diputados votaron en contra del matrimonio igualitario.
Por Herbeth Escalante
Mérida, Yucatán, 10 de abril de 2019.- La votación fue secreta, las y los yucatecos nunca sabrán quiénes fueron los que se opusieron a la iniciativa de ley que buscaba legalizar el matrimonio igualitario en la entidad. En el anonimato, 15 votaron en contra y sólo nueve a favor.
Para que pudiera pasar el dictamen se necesitaba al menos 17 sufragios a favor. Pero no hubo consensos ni acuerdos, tampoco importó que dicha propuesta fue enviada al Poder Legislativo como una de las 10 recomendaciones por la Alerta de Violencia de Género contra las Mujeres.
La sala de sesiones estaba llena. Por un lado estaban los integrantes de grupos conservadores que se oponen a esta figura, cargando cartulinas en donde señalaban que el matrimonio debe ser entre un hombre y una mujer. También algunas personas rezaban hincadas para pedirle a dios que las y los diputados rechazaran la iniciativa.
Pero también estaban activistas, académicas y defensores de derechos humanos, quienes desde hace años han luchado para que haya igualdad y se eche para atrás el candado del Código de Familia que imposibilita que personas del mismo sexo puedan contraer matrimonio civil.
En Tribuna, la legisladora de Morena, Fátima Perera Salazar, hizo un llamado a sus homólogos a que voten a favor para asegurar el efectivo goce de los derechos de todos los habitantes de Yucatán. Además, recordó que el propósito del matrimonio no es la procreación, “pues la ley no prohíbe casarse a las personas estériles o a los adultos mayores que no pueden tener hijos”.
Por su parte, Milagros Romero Bastarrachea, de Movimiento Ciudadano, quien también se pronunció a favor, recordó que ese tipo de uniones ya son legales en el país, sólo que se consiguen mediante amparos que no todos pueden pagar. Por tal razón, la ley actual revictimiza a los homosexuales y a quienes viven en pobreza, porque no pueden acceder a éste.
Ningún otro legislador hizo uso de la voz. Nadie argumentó porqué votarían en contra, no hubo posicionamientos. Simplemente se sometió a votación, pero a propuesta del presidente de la Mesa Directiva, Enrique Castillo Ruz, se realizó en secreto.
Las legisladoras de MC, Romero Bastarrachea y Silvia López Escoffié pidieron que sea votación nominal, como siempre sucede en las sesiones ordinarias, para que la gente conozca el sentido de su voto. Sin embargo no les hicieron caso
Uno a uno fueron pasando las y los diputados a depositar las papeletas con los sufragios en una urna, ante el silencio de los presentes. Incluso la líder de la bancada del PAN, Rosa Adriana Díaz Lizama, pidió que se retiraran de la planta alta los fotoperiodistas “porque con sus lentes podían capturar imágenes, lo que iría en detrimento de la secrecía”.
Solo ella y su compañero de la fracción parlamentaria, Miguel Rodríguez Baqueiro quienes llegaron al Congreso por la vía plurinominal, declararon frente a todos que su voto fue en contra, lo que desató el aplauso de los integrantes del grupo conservador Frente Nacional por la Familia. Por su parte, el del PRD, Alejandro Cuevas Mena y Perera Salazar reiteraron que su voto fue a favor.
De hecho, el perredista Cuevas Mena sostuvo que su voto fue a favor porque los derechos son universales y por lo tanto no se discuten, más bien se ejercen. Él había sido de los pocos legisladores que abiertamente habían manifestado el sentido de su voto.
15 legisladores se opusieron a la iniciativa del matrimonio igualitario, no les importó las resoluciones de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) ni las recomendaciones de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), que han planteado que las legislaciones que se oponen a esa figura son discriminatorias.