Un evento privado en el Olimpo
A los organizadores del Carnaval de Mérida se les olvida que no trabajan en una empresa privada o en un antro.
Por Herbeth Escalante
Mérida, Yucatán, 23 de enero de 2025.- “Es un evento privado”. Exclamó un joven con ínfulas de cadenero de antro. Sólo que no se trataba de un centro nocturno, sino de una rueda de prensa convocado por el Ayuntamiento de Mérida para anunciar la edición del Carnaval de este año.
Y no, el lugar no era un antro. Se trataba del Centro Cultural Olimpo, sede del evento al que fueron invitados los periodistas. Pero dicho individuo estaba parado en la puerta, interrogando a los que pretendían ingresar, como si se tratara de una fiesta VIP.
El periodista de Haz Ruido le tuvo que recordar que no se trataba de un acto privado, porque todos los eventos de la alcaldesa son públicos. Ni siquiera en las ruedas semanales de la alcaldesa Cecilia Patrón Laviada, que se realizan cada lunes en ese lugar, se ponen pesados, por lo que no entendía la actitud de dicha persona.
Como el periodista no tenía ganas de pelear, acto seguido ingresó al recinto cultural para realizar su trabajo.
A los pocos metros le pidieron que se registre, como sucede en casi todos los eventos en los que se invita a la prensa. El periodista escribió su nombre, medio de comunicación que representa y su correo electrónico.
Y de nuevo, lo pararon con una pregunta seca: “¿De dónde viene?” Esta vez lo interrogó una mujer que dijo que se encargaba de los “talentos”.
El periodista, a pesar de que segundos antes se registró como “marca el protocolo”, volvió a identificarse. A estas alturas ya se estaba empezando a creer que sí era un evento VIP.
Después de pasar el “segundo filtro”, al periodista le llamó la atención que un individuo, con un chícharo en el oído, caminaba detrás de él por donde se movía. Órale, ahora sí estaba convencido de que era un acto privado porque al parecer ya había hasta practicantes de guaruras.
El periodista, visiblemente incómodo de tener que estar explicándole a sus colegas lo que estaba ocurriendo, prefirió mejor retirarse del Olimpo para irse a tomar un cappuccino en una cafetería cercana.
A diferencia del personal de Comunicación Social del Municipio, que suele ser muy atento con los periodistas que cubren los eventos de la alcaldesa, los organizadores del Carnaval de Mérida demostraron en pocos minutos que se les olvidó que no trabajan en una empresa privada ni en un antro.
Al rato leeremos el boletín del evento privado.