Durante este tiempo, el colectivo UADY Sin Acoso documentó 49 casos de acoso, hostigamiento, abuso sexual, discriminación, lenguaje que incita al odio  y violación en la casa de estudios.

Las estudiantes preparan la campaña #QueSeSepa para difundir a través de videos los testimonios de víctimas de estas violencias en la Universidad. 

Por Herbeth Escalante

Mérida, Yucatán, 20 de febrero de 2020.- Denunciar, visibilizar y exigir justicia por los actos de acoso, abuso y hostigamiento sexual de los que han sido víctimas las estudiantes, no es una tarea sencilla, sobre todo porque, como sucede en los diferentes espacios de nuestra sociedad, aún existe resistencia machista en la estructura de la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY).

Este 20 de febrero, se cumple el primer aniversario del colectivo de estudiantes UADY Sin Acoso, que ha logrado posicionar el tema de la violencia contra las mujeres que está presente, desde hace varias décadas, en dicha casa de estudios. Su objetivo es tomar acciones con el resto del alumnado y las autoridades universitarias para prevenirla y erradicarla.

“Estamos un poco tristes por todos los casos (de violencia) que hemos descubierto durante este año en la UADY, pero también agradecidas con los resultados porque el proyecto logró posicionar el tema del acoso, que antes no era considerado como una agresión. Conseguimos que el acoso sea una palabra fuerte para que las víctimas denuncien”, declaró Rosa Elena Cruz Pech, una de las lideresas del colectivo.

La joven reconoció que la labor es difícil, sobre todo cuando las mismas autoridades de la Universidad no ponen de su parte para combatir las violencias que sufren las mujeres en estos espacios educativos. Pero las cosas han cambiado, porque ahora las víctimas se atreven a denunciar.

“Siempre hemos dicho que no debe haber una discusión porque en realidad ambas partes estamos a favor del mismo tema: la UADY debe tener la intención de erradicar la violencia en sus espacios y nosotras estamos intentando apoyar”, precisó.

Uno de los principales logros de UADY Sin Acoso, señaló Rosa Elena, es que tras varios meses de presión el Consejo Universitario aprobó el Protocolo para la Prevención, Atención y Sanción de la Violencia de Género. Dijo que, aunque éste no ha dado los resultados esperados, sí es un parteaguas que facilita los procesos para denunciar y sancionar a los agresores. 

Y es que el Protocolo llevaba varios años preparándose a través del Programa Institucional de Igualdad de Género de la Universidad, pero era poco conocido por la comunidad y quizás no había la voluntad por parte de las autoridades para aplicarlo.

De hecho, Rosa Elena recordó que a partir de que se hizo público el lamentable caso de un maestro que abusó sexualmente de una alumna de la Preparatoria 1 es que se agilizó la aprobación del Protocolo.

“Lo que sucedió es que no hubo el procedimiento adecuado para atender el caso, hubo revictimización de la chica, las autoridades no querían resolver la situación y, bueno, fue uno de los casos que causó la inmediatez para su autorización”, señaló la estudiante, quien recordó la protesta que se llevó a cabo en las puertas del Edificio Central para exigir justicia.

Y es que las cifras de agresiones en contra de las jóvenes es preocupante. En este año, UADY Sin Acoso documentó y dio seguimiento a 49 denuncias interpuestas por las jóvenes, de las cuales 31 fueron acoso, ocho de hostigamiento, tres de abuso sexual, dos de discriminación, dos de lenguaje que incita al odio y tres de violación. 

Estas agresiones fueron cometidas, principalmente, tanto por alumnos como por los propios profesores de la universidad. 

Pero no se trata únicamente de hacer públicos estos lamentables hechos y presionar a las autoridades para atenderlos, sino que el colectivo también funge como un grupo de apoyo de las estudiantes que han sido víctimas de esas violencias.

Sobre los proyectos que vienen para esta agrupación de jóvenes, destaca que en breve lanzarán la campaña #QueSeSepa, que consistirá en una serie de videos que se difundirán en las redes sociales con testimonios de estudiantes víctimas de las mencionadas violencias de género.

“Son historias reales que sucedieron en la universidad sobre acoso sexual, violación, entre otras, que saldrán en video con el consentimiento y aprobación de nuestras compañeras. Lo que buscamos es que se sepa qué sucede antes, durante y después de una denuncia formal”, explicó.

La lucha de UADY Sin Acoso no se detiene, apenas comienza y las nuevas generaciones de estudiantes se están sumando a este proyecto, pues todas saben que se requiere de mucho trabajo de consciencia y denuncia para expulsar las violencias de género de las aulas y los pasillos de la Universidad.