Trabajadoras sexuales acusan de robo y abuso a la Policía de Mérida
“Los policías nos insultan, dicen que somos unas ‘perras’, que nos consigamos otro trabajo, que vendamos empanadas. Ellos no entienden nuestra situación, nadie nos da trabajo y no hacemos esto por gusto, tenemos que hacerlo para sacar adelante a nuestros hijos, pues la mayoría somos madres solteras”, declaró Verónica.
Por Herbeth Escalante
Mérida, Yucatán, 10 de agosto de 2020.- Trabajadoras sexuales del Centro Histórico acusaron a la Policía Municipal de Mérida de realizar detenciones arbitrarias prácticamente todos los días, además de que los uniformados les roban su dinero y hasta han cometido actos de abuso sexual.
Una de las afectadas, de nombre Verónica, denunció que ayer fue arrestada, junto con otras siete compañeras, por el rumbo de San Cristóbal, supuestamente, porque “no estaban guardando la distancia y por cometer disturbios».
“Lo más indignante es que, al meternos a las celdas, nos quitaron la ropa y una policía nos metió el dedo. Ahí había una cámara, no sé si nos estaban viendo los demás”, relató la mujer de 28 años en una entrevista para Haz Ruido.
Luego de pagar la fianza para que la dejen libre, revisó su cartera y se dio cuenta que los agentes le robaron mil pesos, es decir, no reportaron la cantidad exacta de dinero que traía en sus pertenencias al momento de la detención.
“Terminé regresando a mi casa con 70 pesos, no es justo. Están violando nuestros derechos humanos y además nos están robando”, declaró la mujer, quien aseguró que en las últimas semanas ya fue detenida por esa corporación en tres ocasiones.
Las trabajadores sexuales coinciden en que los elementos policiacos las corretean diariamente, las insultan y tratan de forma inhumana, les quitan su dinero y detienen bajo el argumento de que comenten disturbios. Esta persecución aumentó desde que los hoteles reanudaron actividades en esta etapa de la contingencia.
“Nos dicen que somos unas ‘perras’, que nos consigamos otro trabajo, que vendamos empanadas. Ellos no entienden nuestra situación, nadie nos da trabajo y no hacemos esto por gusto, tenemos que hacerlo para sacar adelante a nuestros hijos, pues la mayoría somos madres solteras”, declaró Verónica.
Ella tiene un hijo de tres años de edad, a quien tiene que dejar encargado con una nana cuando sale a la calle. Se las vio muy difícil durante el confinamiento, pues no tenía dinero para darle de comer, por eso regresó a esta actividad.
“Si no salgo a trabajar, mi hijo no come. Eso no lo entienden los policías porque tienen su quincena asegurada. Todos los días nos detienen, a veces apenas estamos llegando y ya nos suben a la patrulla”, lamentó.
Verónica pidió comprensión a la corporación policiaca que cesen estas persecuciones, pues ellas lo único que quieren es laborar. (Foto de archivo de Lorenzo Hernández)