Solidaridad en la pandemia, llevan comida al sur de Mérida
Las familias de la colonia Emiliano Zapata Sur III “no pueden quedarse en casa”, pues viven en condiciones muy adversas. Decenas de voluntarios de la Marista los ayudan preparando y llevándoles raciones de comida.
Por Claudia Arriaga
Mérida, Yucatán, 9 de abril del 2020.- Desde la semana pasada, cientos de personas que no tienen recursos para subsistir durante la pandemia del Covid-19 reciben comida hasta las puertas de sus casas. La iniciativa está enfocada en habitantes de la zona conocida como la Invasión, en la colonia Emiliano Zapata Sur III.
Fue puesta en marcha por el Centro de Desarrollo Marista, que desde hace años trabaja con niñas, niños y adolescentes del rumbo. La desnutrición, hacinamiento y violencia que viven en el hogar impulsaron esta acción urgente.
“Perdón, pero el hashtag quédense en casa aquí es imposible. Estar todo el día en una casita donde viven cinco o seis personas no se puede, además de la falta de salubridad y espacio, no tienen alimento ni manera de guardar despensa para un mes porque no tiene refrigerador”, explicó en entrevista el encargado del programa, el hermano Marista, Agustín Acevedo Sánchez.
Inicialmente repartieron entre 250 y 450 raciones de comida y la meta es llegar a mil durante el tiempo de la contingencia. Para repartir y servir solo acuden 10 personas, ya que los alimentos son preparados en casa por otros voluntarios.
Los primeros donativos fueron de la escuela Joaquín Peón, el CUM, Colegio Montejo y la Universidad Marista. Como no son suficientes, han lanzado una convocatoria para pedir apoyo de la ciudadanía.
El tiempo que han trabajado con la comunidad, en la que también vive el hermano Agustín, han encontrado un problema de desnutrición en las niñas y niños y mujeres. Un diagnóstico hecho por la Universidad Marista detectó que el 90 por ciento de las niñas y niños de esa colonia están desnutridos y casi el 100 por ciento de sus mamás tienen problemas de obesidad.
A esto también se le suman otras carencias. “Yo siempre digo que vivo en una zona privada, privada de servicios públicos, salubridad, seguridad”, detalló el entrevistado.
Ante esta situación, pusieron en marcha el programa “Alimentando los sueños de los niños del sur”, y con ayuda de las escuelas primarias detectan a niñas y niños con problemas de nutrición, violencia, y faltan a clases para invitarlos a acudir a comer y hacer las tareas.
La intención es poder formar nuevas generaciones con la oportunidad de que estudien en la Universidad Marista.
“Todo empezó porque becábamos a jóvenes para estudiar en la Universidad, pero renunciaban a los dos días porque se encontraban con miedo al ver una realidad diferente a la de ellos. En Secundaria y Preparatoria fue lo mismo, así que decidimos formarlos desde la infancia”, dijo Agustín.
En esta pandemia del Covid-19, para miles de personas tener un plato de comida no es fácil y como la Marista, todas las acciones que son para sumar son bienvenidas.