Se organizaron para repartir despensas antes del huracán
El comedor comunitario Villas de Oriente sirve alimentos a personas en situación del vulnerabilidad desde el inicio de la pandemia, y previo al impacto de Delta, entregaron víveres a vecinos de Kanasín.
Por Claudia Arriaga
Mérida, Yucatán, 7 de octubre del 2020.- Preocupada porque debido a las fuertes lluvias del huracán “Delta” el comedor comunitario Villas de Oriente no serviría alimentos a las personas que por necesidad acuden a diario, la señora Angie Melina Cuevas Ceballos y sus dos amigas repartieron 91 despensas a estos vecinos de Kanasín, previo al impacto del fenómeno.
La iniciativa de apoyar con alimentación a personas en situación de vulnerabilidad surgió ante la crisis sanitaria del Covid-19, por lo que desde el 23 de marzo este comedor abrió sus puertas, es decir, tiene seis meses ayudando a quienes menos tienen.
“Y ahora nos preocupó que con el huracán no podemos servir las raciones y comprar los insumos o que las personas de la tercera edad salieran a buscar la comida, pues la necesitan todos los días. Por eso les preparamos una despensa con café, azúcar, huevito, pan y aceite y antier que vinieron a comer les entregamos los víveres para que estén tranquilos con lo que está ocurriendo”, comentó Angie.
Este lugar que ha logrado sobrevivir 200 días, se ha mantenido gracias a que hay personas dispuestas a ayudar. Por ejemplo, Angie contó que hay un donador que todos los días lleva carne e insumos para la comida, que incluso a veces paga el recibo de aquellos que no tienen dinero. Esta persona prefiere el anonimato.
En un día de mucha afluencia, explicó que han servido hasta 350 raciones de comida. Y aunque pensaba que para estas fechas ya se hubieran restablecido las cosas, es consciente de que el desempleo que ha traído consigo la pandemia ha sido un gran obstáculo para que las personas salgan adelante.
“Las personas de la tercera edad, con diabetes e hipertensión no han podido regresar o ha habido despidos y no hay trabajo por ningún lado. Las mamás que se dedicaban al trabajo doméstico ya no tienen empleo, tampoco muchos ´viene viene´, tianguistas y los abuelitos que eran empacadores, menos”, abundó.
Aunque la labor es cansada, Angie aseguró que se trata de crear una cadena de apoyo y al menos en Villas de Oriente casi toda la comunidad se ha sumado, hasta los pequeños comerciantes y la tiendita de la esquina.
El comedor comunitario se ubica en la calle 75b, número 334 por 8 y 10 de Villas de Oriente, en el municipio de Kanasín.