Se les hizo fácil quitar árboles de 20 años, según porque estorban
Por un conflicto entre vecinos, el INCAY retiró árboles de 15 metros de altura en Francisco de Montejo, los cuales corren el riesgo de morir.
Por Herbeth Escalante
Mérida, Yucatán, 10 de marzo de 2021.- Por increíble que parezca, a solicitud de un grupo de vecinos de Francisco de Montejo, el Instituto de Infraestructura Carretera de Yucatán (INCAY) retiró esta mañana al menos seis árboles de aproximadamente 15 metros de altura y que tenían cerca de 20 años de existencia. La razón es que supuestamente les estorbaba la visibilidad cuando salían por la calle 60 en sus vehículos.
Todo se originó tras un conflicto vecinal, pues una parte asegura que los árboles crecieron en un “terreno invadido” hace años en frente de la zona conocida como El Charquito en el Paseo Henequenes. Ahora que se pavimentó dicha vía, aseguraron que éstos les tapaban la visibilidad en la esquina.
Los árboles tenían aproximadamente 20 años de vida, mientras que el tramo de calle 60 por 59 y 57B se construyó apenas cinco meses.
El vecino que sembró los ejemplares argumentó que lo hizo mucho antes de que existiera la vialidad, pues esa zona prácticamente era un lote baldío en donde la gente tiraba su basura y hasta animales muertos, por lo que era un nido de infección.
Sin embargo, ante la presión de los vecinos, esta mañana llegó maquinaria pesada y grúas de la empresa OCME, contratada por el INCAY, para seguir quitando árboles de ceiba y palmeras. Estas últimas, por cierto, están protegidas por la Norma 059 de la Semarnat al ser una especie catalogada como Amenazada.
Tanto los vecinos que se quieren deshacer de los árboles de 15 metros de altura, como los trabajadores de la compañía, recalcaron en todo momento que serían trasplantados, pero nunca exhibieron algún documento que acreditara que dichas acciones se realizarían tomando las medidas ambientalistas necesarias que garanticen que no se mueran.
“Y si se mueren, no pasa nada, se siembran otros”, alcanzó a decir uno de los vecinos, quien insistió en que los árboles perjudican la visibilidad cuando sale de su casa en coche.
Hubo otro que dijo que las ceibas “van a volver a florecer”, a pesar de que se observó que prácticamente ya no tenían raíces cuando las subieron a las planchas de las grúas.
Los vecinos se hicieron de palabras con un joven que llegó al sitio a grabar lo sucedido, quien por cierto, trató de impedir que la maquinaria pesada derribara los árboles.
“A nosotros nos contrataron para retirar los árboles porque fue una petición de los propios vecinos”, declaró otra persona, quien al parecer era el responsable de coordinar los trabajos. Enfatizó que serían trasplantados, pero no pudo explicar cómo sería el manejo de éstos para evitar que mueran.
Además, llamó la atención que los obreros que quitaron los árboles prácticamente cortaban las ramas a machetazos para que pudieran caber en la grúa, lo que evidenció la falta de capacidad técnica para este tipo de labores.
Pasaban los minutos y el sol pegaba más fuerte, por lo que irónicamente los vecinos se protegieron debajo de los árboles que estaban en frente, en el parque de Los Henequenes. Desde ahí atestiguaban cómo el Gobierno del Estado cumplía su demanda de quitar las palmeras y las ceibas.
Por su parte, el vecino que sembró los árboles, recordó que hace unas semanas el Instituto para la Construcción y Conservación de Obra Pública en Yucatán (Incopy) taló decenas de árboles para construir andadores y ciclovías en dicho parque, y supuestamente trasplantó otros, los cuales ya se murieron.
“Si una palmera de un metro se murió porque no hicieron bien el trasplante, estos árboles de 15 metros también morirán”, explicó.
Mientras tanto, de acuerdo con información del INCAY, los ejemplares fueron trasplantados cerca del distribuidor vial de la 70, por la carretera a Celestún, y prometió que sobrevivirían “porque le están metiendo hormonas para enraizar”.