Se acerca el gusano barrenador y Yucatán está en sus probables rutas
Esta infestación se alimenta del tejido vivo del ganado y representa un riesgo para los humanos. Estudios de la UNAM arrojan que se ha estado expandiendo en Centroamérica a un ritmo promedio de 1.6 kilómetros por día.
Por Redacción
Mérida, Yucatán, 5 de noviembre de 2024.- De acuerdo con académicos e investigadores, la creciente amenaza del gusano barrenador que afecta al ganado, a la vida silvestre e incluso a los humanos, está avanzando hacia México y Yucatán se encuentra en las probables rutas de dispersión.
Se trata de una infestación provocada por las larvas de la mosca Cochliomyia hominivorax, que se alimentan del tejido vivo de los mamíferos y en raras ocasiones de las aves.
Las moscas depositan sus huevos en heridas superficiales, y las larvas eclosionan en un periodo de 12 a 24 horas. Posteriormente, las larvas se alimentan del tejido durante 4 a 8 días, causando graves daños al animal.
En septiembre pasado, el Gobierno de México alertó que el gusano barrenador, conocido científicamente como Cochliomyia hominivorax, es una seria amenaza para la salud del ganado, por lo que informó que el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (SENASICA) ha desarrollado un plan de prevención basado en dos barreras de defensa que refuerzan las medidas preventivas en los estados de Tabasco y Chiapas, así como en las zonas fronterizas con Guatemala.
Sin embargo, en un artículo publicado por la organización Wildlife Conservation Society (WCS) se advierte que, de acuerdo con estudios realizados por especialistas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el contrabando de ganado podría estar acelerando la propagación de la plaga y ampliando la vulnerabilidad en el país.
“Los resultados del estudio muestran que el parásito se ha estado expandiendo en Centroamérica a un ritmo promedio de 1.6 kilómetros por día”, precisó Alejandro Zaldivar Gómez, especialista del Laboratorio de Ecología de Enfermedades y Una Salud de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia.
Dijo que en los últimos meses, la propagación se ha acelerado considerablemente, con brotes reportados hasta 300 kilómetros de distancia respecto a focos previos.
Zaldivar Gómez señala que estos desplazamientos a larga distancia son otra posible evidencia de que el movimiento ilegal de ganado está impulsando actualmente la expansión de la mosca en Centroamérica, una afirmación respaldada por autoridades sanitarias de la región. Documentos oficiales de inspección en Honduras y Nicaragua, publicados por el Sistema Mundial de Información Zoosanitaria (WAHIS), detallan cómo el parásito ha ingresado a estos países mediante ganado de contrabando.
“Estas largas distancias de propagación sólo pueden explicarse por el tráfico transfronterizo de ganado», afirmó Kurt Duchez, coordinador Regional para Mesoamérica en materia de Delitos contra la Vida Silvestre y Recursos Naturales de Wildlife Conservation Society (WCS).
Duchez resaltó esta relación al comparar el mapa de rutas proyectadas para la propagación del gusano barrenador desarrollado por el equipo de la UNAM, con las vías clandestinas de movilización de ganado que atraviesan la región, documentadas en una investigación de InSight Crime.
“Si se permite que la propagación avance, lo más probable es que continúe la ruta de tráfico de ganado que atraviesa la Reserva de la Biosfera Maya en Guatemala y llegue hasta México”, sostuvo.
De hecho, investigadores de la UNAM han desarrollado una modelación de las posibles rutas de introducción del gusano en territorio mexicano, en la que se incluye a Yucatán, en especifico su zona oriente.
El análisis evalúa la posible llegada de la mosca a tres puntos estratégicos, identificados por su función como centros de acopio y engorda de ganado, a través de rutas de menor costo basadas en condiciones biogeográficas que favorecen la dispersión y supervivencia del parásito.
La reciente noticia del primer caso reportado por autoridades en Guatemala brinda mayor seriedad y urgencia a la probable ruta de llegada a México. Si el gusano barrenador alcanzara nuestro país, las áreas con alta densidad ganadera podrían sufrir serias consecuencias en su economía y salud pública.
Las zonas más vulnerables y con alto riesgo de infestación están en el sur del país, en donde se incluye a Yucatán, debido a su proximidad a la frontera y alta concentración de ganado.
Estos factores se ven agravados por el tráfico ilegal de bovinos, que facilita la propagación de la mosca y aumenta la amenaza de contagio.
Una vez cruzada la frontera, la expansión del gusano en el territorio mexicano sería difícil de detener. Las experiencias anteriores demuestran lo complejo y costoso que resulta erradicar esta plaga; la eliminación en México y Estados Unidos en 1991 costó más de 955 millones de dólares en moneda actual.
Duchez destacó que es urgente implementar acciones de vigilancia y control en la frontera para frenar la entrada y expansión del gusano barrenador en México. Sin estas medidas, se corre el riesgo de una crisis sanitaria y pérdidas de miles de millones de dólares en recursos públicos y del sector ganadero.