Ruby, mujer tans que venció la discriminación con Taekwondo
Logró cumplir dos de sus más anhelados sueños, cambió su identidad y obtuvo la cinta negra en dicha arte marcial, por lo que su vida dio un giro completo.
Por Claudia Arriaga
Mérida, Yucatán, 16 de enero de 2020.- Su nombre es Ruby Venus Narváez Cab, tiene 21 años de edad y es cinta negra en Taekwondo. El camino que ha recorrido para llegar a esta meta no ha sido fácil, es una mujer transgénero que se vio obligada a abandonar su localidad de origen debido a la discriminación que sufría.
Hace apenas un año y medio se mudó de la comunidad de Ticimul, Umán, a Mérida para iniciar su camino de transición, para convertirse de hombre a mujer. A pesar de los actos discriminatorios que padecía, considera que tuvo suerte de contar con el apoyo de sus amigas e incluso de su madre.
“Mi mamá me aceptaba, pero vivía en un pueblito y la gente que desconoce del tema, simplemente lo odia. Tuve que salir a la ciudad, a Mérida, para comenzar mi transición”, explicó.
“Desde que tengo uso de razón sé que soy mujer. En el kínder me disfrazaron de angelito y al ver el vestido blanco me encantó, empecé a dar vueltas a girar y desde ahí me di cuenta que no era niño”, contó Ruby en entrevista.
Desafortunadamente y orillada por la falta de oportunidades laborales, al llegar a la capital yucateca su única opción fue dedicarse al trabajo sexual. Además, no contó con la orientación de profesionales de la salud durante el proceso de transición de género, por lo que se automedicaba.
Con el paso del tiempo se dio cuenta que no podía ser trabajadora sexual toda su vida, por lo que decidió superarse. Se propuso una meta, graduarse como cinturón negro de la mencionada arte marcial, ser alguien en la vida y, por supuesto, completar su transición a mujer.
Finalmente, un año después, el 15 de julio del 2019, logró cumplir dos de sus más anhelados sueños, cambió su identidad y obtuvo la cinta negra en Taekwondo, por lo que su vida dio un giro.
“Junté mi dinero con el trabajo sexual, no deserté y seguí entrenando, después me apasione por el box. El año pasado presenté mi examen en la disciplina, previo a esto tuve que ir a la Ciudad de México a hacer mi cambio de identidad de género, eso fue positivo porque fui respetada en todos lados como mujer, como lo que yo me identifico” enfatizó Ruby.
Confiesa que nada de esto hubiera sido posible de no haber contado con la aceptación de la academia donde entrenaba, pues ahí es considerada como la primera mujer transgénero en graduarse como cinta negra.
“Agradezco al director Manuel Lara Ordoñez de escuelas Lara de Taekwondo, a los profesores, alumnos, madres y padres de familia que me adoptaron como una alumna más”, declaró.
Precisó que su persistencia en el Taekwondo fue impulsada para demostrar que las mujeres trans tienen un lugar en el deporte y la sociedad.
Ruby actualmente trabaja como dama de compañía e invierte sus salarios en ahorrar y en ayudar a las personas. “Quiero un mejor futuro, el dinero que gano lo ahorro en varias partes, mi futuro y en ayudar al prójimo en los eventos que organizamos en Mujeres Trans Empoderadas”, declaró.
En este 2020 se ha puesto como meta terminar su preparatoria y estudiar la carrera de Derecho para defender a las mujeres transgénero que son víctimas de maltrato y de la ignorancia de las personas.
“No todas queremos ejercer el trabajo sexual, queremos un mejor futuro, pedimos que nos incluyan y esta es mi lucha, hay un trabajo más allá del sexual para no caer en depresión o en la drogadicción”, puntualizó.