Ritual del sacrificio, simbolismo presente en la ofrenda de cuchillos de Kulubá
En esa ciudad maya fueron descubiertos tres cuchillos de sílex fabricados ex profeso para la ofrenda, y 16 láminas de obsidiana provenientes de Guatemala y el centro del país.
Por Herbeth Escalante
Mérida, Yucatán, 19 de julio de 2023.- En la Plataforma de los Depósito Semi-subterráneos de la zona arqueológica de Kulubá fue descubierta una ofrenda conformada por tres cuchillos de sílex y otras 16 láminas de obsidiana que fungían como navajas, las cuales tienen un fuerte simbolismo sobre el uso ritual de los sacrificios en la cultura maya.
Se trata de una ofrenda de construcción y fue localizada durante la temporada de excavación 2019-2021 del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) en esa antigua ciudad prehispánica, la cual se ubica en el municipio de Tizimín –al oriente de Yucatán- y que aún no abre sus puertas al público.
El arqueólogo que dirige el proyecto de investigación en Kulubá, Alfredo Barrera Rubio, explicó que la Plataforma de los Depósitos es una estructura que está en en el interior de la plaza del Grupo C de Kulubá, y servía para almacenar posiblemente granos, sal o cacao. Ahí, en la esquina suroeste de su segunda etapa constructiva, encontraron dicha ofrenda.
“Consistió en tres cuchillos de sílex y 16 láminas de obsidiana, todas ellas formaban un conjunto de carácter ritual. En el caso de los cuchillos, fueron elaborados exprofeso para la ofrenda, pues no hay huellas de que se hayan utilizado anteriormente”, explicó el experto.
Sobre las navajas, dijo que al hacer el análisis de las fuentes de la obsidiana detectaron que el 50 por ciento proviene de Guatemala, y el resto del centro de México, de zonas como Orizaba.
“Esto nos indica que las fuentes de abastecimiento de Kulubá son muy distantes y son las mismas que usaba Chichén Itzá. De esta manera, confirmamos la fuerte relación entre ambas metrópolis y la presencia de los Itzáes que colonizaron y dominaron al pueblo de Kulubá”, abundó Alfredo Barrera.
En ese sentido, dijo que la ofrenda pertenece al mismo periodo de la Plataforma de los Depósitos, el Clásico Tardío, que va del año 850 al 1050 de nuestra era, época en el que Kulubá era un enclave Itzá. Es por eso que la influencia de Chichén se observa en la arquitectura, en la cerámica y en la obsidiana que usaban para sus herramientas.
“Nosotros pensamos que los cuchillos estaban relacionados con el ritual del sacrificio y de ahí el simbolismo de los mismos. Los mayas sacrifican animales, como los venados, o hacían autosacrificios humanos vertiendo sangre. Los que encontramos fueron fabricados exprofeso para la ofrenda, de ahí el fuerte significado que tenían los sacrificios para los mayas”, insistió.
El arqueólogo señaló que la Plataforma de los Depósitos Semi-Subterráneos tiene una lápida de piedra en donde también se hacían sacrificios y se colocaban ofrendas. De esta manera, se llegó a la conclusión de que ese espacio no sólo fue un centro de acopio de tributo o de bienes, sino que también servía para rituales a los dioses.
“Los cuchillos estaban en perfecto estado, los encontramos enterrados y como ya mencioné, son piezas que nunca se usaron. Y las láminas de obsidianas están completas, solo algunas de ellas, como dos o tres, era fragmentos, pero todas las demás están muy bien conservados”, detalló Alfredo Barrera.
Las investigaciones en torno al hallazgo de esta ofrenda fueron presentados recientemente en XII Congreso Internacional de los Mayistas en la UNAM. (Publicado también en El Heraldo de México)