Quitaron clases de jazz a niñas en “La inalámbrica”
“Sí al jazz, no al cierre”, exclamaron las alumnas afuera de las instalaciones deportivas. Por recorte presupuestal, cierran esa disciplina.
Por Herbeth Escalante
Mérida, Yucatán, 12 de junio de 2019.- Debido al recorte presupuestal al deporte, niñas que practicaban jazz artístico en el Complejo “La inalámbrica” se quedaron sin clases. De la noche a la mañana les avisaron que se dejará de impartir esa disciplina, a pesar de que ya habían pagado su cuota correspondiente al mes de junio.
“De pronto al terminar la clase del lunes nos dijeron que iban a cerrar esa disciplina, que porque ya no es un deporte y no hay los recursos económicos necesarios”, se quejó la señora Lissie Bautista Romero, madre de una de las alumnas.
Esta tarde protestaron afuera de las instalaciones exclamando “Sí al jazz, no al cierre” y de esta manera pidieron la intervención de las autoridades deportivas estatales para solucionar el conflicto.
En total, aproximadamente 40 niñas tomaban clases de esa disciplina en “La inalámbrica” en tres turnos diferentes, pero bajo el argumento del recorte presupuestal ya no podrán practicarlo en ese lugar.
“Pagábamos una cuota de 100 pesos al mes, realmente venimos aquí porque son clases económicas en comparación con academias particulares. De lo que se trata es de fomentar el deporte, a pesar de que eran pocas alumnas queremos que se siga manteniendo”, manifestó Bautista Romero.
De hecho, la maestra Mirna Alejandra Manzano Pérez fue despedida, luego de 18 años impartiendo la disciplina. En el Instituto del Deporte (IDEY) únicamente le dijeron que no hay presupuesto.
Por impartir clases en tres turnos diferentes los lunes, miércoles y viernes, únicamente percibía un apoyo económico de cuatro mil pesos al mes, dinero que pretende ahorrar esa dependencia.
Tanto la profesora como las madres y padres de las niñas, se quejaron de que el director de esa sede, Miguel Vidal Carrillo, no ha querido dar la cara en este conflicto, es decir, no les ha atendido ni ha dado explicaciones.
Por lo pronto, ni siquiera permitió que se lleve a cabo el evento de clausura del curso en donde se calificaría a las estudiantes y en el que se pretendía reconocer sus avances.
“Es su examen final, pero ya nos dijeron que no nos van a prestar las instalaciones. De mi propio dinero les hago los diplomas a las niñas, compro papel opalina y los imprimo, lo único que le pido al director es su firma, pero nos dijeron que ni eso hará”, lamentó la instructora.
Esta tarde, antes de que cayera la lluvia, las niñas practicaron sus rutinas afuera de las instalaciones deportivas, en la terraza, pues ya no les permiten utilizar el salón.