Aseguran que perderán sus empleos con las nuevas medidas restrictivas y que las autoridades están jugando con el hambre de la gente.

Por Herbeth Escalante

Mérida, Yucatán, 10 de junio de 2021.-Meseros, cocineras, personal de seguridad, músicos y demás empleados de bares, cantinas y restaurantes de Mérida exigieron al gobernador Mauricio Vila Dosal que los deje trabajar, pues con las nuevas restricciones sanitarias corre el riesgo de que quiebren sus centros laborales y que pierdan sus empleos.

Como se sabe, el Gobierno de Yucatán implementa desde este jueves nuevas acciones para evitar contagios de Covid-19, ya que aumentaron los casos positivos en las últimas semanas y la entidad pasó a Semáforo Naranja. Bajo el argumento de que los “jóvenes relajaron las medidas sanitarias”, ahora se restringirá  la movilidad vehicular a partir de las 11:30 de la noche, y las licencias de bares y centros nocturnos que se encuentran operando como restaurantes serán suspendidas.

Ante este panorama, decenas de trabajadoras y trabajadores de esos negocios protestaron en el Palacio de Gobierno para pedirle a Vila que les permita seguir operando, pues se quedarían sin ingresos y no podrán mantener a sus familias.

“Entendemos que haya restricciones en la pandemia, pero esperábamos otras medidas, como por ejemplo,  que el aforo de clientes sea del 50 por ciento o que cerremos a las 10 de la noche. Pero no fue así, de la noche a la mañana nos dicen que tenemos que cerrar. Eso no es posible, están jugando con el hambre de nosotros, que somos gente trabajadora y honrada”, sostuvo Isabel Molina, jefa de personal de un bar de Paseo de Montejo.

Ella señaló que su trabajo consiste en verificar los protocolos sanitarios en el establecimiento, y que le consta que en los últimos ochos meses nadie de los empleados se ha enfermado de Covid-19. “Por eso no es justo que ahora vengan a decirnos que nosotros estamos contagiando, sí cumplimos con todo”, abundó.

En la protesta sacaron pancartas con consignas como “¡Queremos trabajar!”, “No nos quites el PAN de la boca”, y “Voté por ti y me quitas el trabajo”. También hubo otras en las que recalcaron que en todo momentos cumplieron con las medidas sanitarias, como por ejemplo, los del bar La Negrita, quienes mostraron una cartulina en la que se leía “Ni a Niurka le permitimos bailar”.

Otra de las manifestantes criticó que estas medidas restrictivas no se aplicaron antes, en la pasada campaña, en donde los “políticos” no respetaban la distancia en sus mítines y caminatas proselitistas. Además, lamentó que el gobernador “no dio la cara” cuando se dieron a conocer las nuevas restricciones. 

De hecho, de forma irónica señaló que mandó a su secretario de Salud, Mauricio Sauri Vivas, para que diera el mensaje, quien “se estaba muriendo de miedo” porque sabía que todos los yucatecos “lo van a linchar”.

“No es justo lo que está pasando, porque nosotros sí cumplimos con todo: Cuidamos la sana distancia entre las meses, pusimos tapetes y gel antibacterial y medíamos la temperatura de los clientes. Lo peor es que Vila no nos avisó con anticipación de que íbamos a volver a cerrar… nos la dejó ir  y sin saliva”, enfatizó. 

Previo a la manifestación, los dueños de cinco cantinas de Mérida llegaron al Palacio de Gobierno para entregar un pliego petitorio a las autoridades, en el que la demanda principal es que les permitan trabajar.