Posición muy pobre del INAH, ante el Tren Maya
“Es una obra para turistas y empresarios, pero los mayas van a quedarse vendiendo chicles o metiéndose a las zonas de contrabando, viviendo miserablemente”, criticó experto.
Daniel Nahmad señaló que el INAH debió encabezar, convocar y organizar cuerpos de investigación para conocer las problemáticas alrededor del proyecto, pero, por el contrario, desprestigió el trabajo de investigadores.
Por Lilia Balam
Mérida, Yucatán, 27 de septiembre del 2019.- La posición del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) ante el Tren Maya es muy pobre, pues desde hace un año debió generar grupos de estudio para investigar la obra, conocer los diversos impactos que acarreará y no sólo “resolver el problema arqueológico” para que se desarrolle, criticó el experto de esa instancia en Veracruz, Daniel Nahmad Molinari.
En el marco de la Segunda Jornada de los Megaproyectos en Yucatán, el académico señaló que, desde el anuncio de la obra, el INAH debió encabezar, convocar y organizar cuerpos de investigación para conocer las problemáticas alrededor del proyecto, en lugar de únicamente enfocarse en resolver los asuntos relacionados con los asentamientos prehispánicos.
“La posición del Instituto que dice: ‘no hay problema, yo les quito los tepalcates y ustedes pasan’, es verdaderamente pobre. Somos una institución con alta calidad académica, con especialistas de alto nivel. Eso sí es desprecio a nuestro trabajo”, recalcó.
Nahmad Molinari mencionó que el Instituto “es de antropología, no de arqueología”, por lo que debe comprometerse con las comunidades desde el principio y no dejarlas a lo último.
“Este Gobierno dice que es social, que es para la sociedad, primero la gente. Y van a pasar un Tren Maya para turistas, para empresarios, y los mayas van a quedarse vendiendo chicles o metiéndose a las zonas de contrabando, viviendo miserablemente . Es cierto que generará riqueza pero, ¿para quién y cómo?. Nosotros tenemos la obligación de proponer cosas para la gente con la que trabajamos, no sólo por la protección patrimonial, de las piedras”, sostuvo.
Pese a estar en el año 2019, el INAH “sigue trabajando como cuando fue creado, en 1938”, añadió el experto, quien insistió en que esta es la ocasión perfecta para transformarse y cambiar de perspectiva.
En este sentido, hizo un llamado a las autoridades de la dependencia a asumir “un papel de dirección de la academia” y de transformación del Instituto hacia una política social. “Lo pueden hacer, creo que están trabados resolviendo la burocracia. Que se pongan a generar proyectos y propuestas sociales, no a hacer administración”, puntualizó.
Finalmente, Nahmad Molinari reiteró que antes de tomar una postura a favor o en contra del Tren, se debe estudiar a fondo y ejecutarlo en “donde haya condiciones verdaderas y no se afecte a las comunidades, para contribuir a su desarrollo”, pues, de lo contrario, sí se estaría haciendo un proyecto neoliberal y empresarial.