¿Por qué marchamos el 8 y paramos el 9?
El paro #UnDíaSinNosotras es una iniciativa de la sociedad civil a raíz del recrudecimiento de la violencia feminicida, que el año pasado cobró la vida de 10.5 mujeres al día en México.
A pesar de que una parte de la opinión pública se ha dedicado a desacreditarlo, lo cierto es que las huelgas de mujeres tienen una larga historia y no se identifican con ningún partido o ideología política.
Por Redacción
Mérida, Yucatán, 6 de marzo de 2020.- Este 8 de marzo conmemoraremos, una vez más, el Día Internacional de las Mujeres. En muchos centros de trabajo, oficinas gubernamentales y hogares se les felicitará y no pocas de ellas recibirán obsequios, pero, ¿te has preguntado de dónde viene esta efeméride? o ¿si es correcto hacerles regalos?
Existen diversas explicaciones sobre el origen de esta fecha, la más aceptada dice que es para recordar una de las primeras manifestaciones de trabajadoras. El 8 de marzo de 1875, obreras de una fábrica textil de Nueva York marcharon para denunciar las pésimas condiciones en las que desarrollaban su labor y los bajos salarios.
En 1910, en la II Internacional de Mujeres Socialistas, la alemana Clara Zetkin propuso proclamar el 8 de marzo como el Día Internacional de la Mujer, lo cual fue respaldado de manera unánime por las más de cien asistentes al encuentro.
Quienes se adhirieron a esta lucha demandaban, entre otras cosas, el derecho al sufragio universal, lo cual resonó fuertemente entre las mexicanas y, en especial, con la feminista yucateca Elvia Carrillo Puerto, quien consagró su vida a esta misión.
La idea era contar con una jornada dedicada a valorar las aportaciones femeninas a la sociedad, además de exigir la igual de derechos pues, aunque el mundo ya se encontraba en pleno siglo XX, la situación de las mujeres seguía siendo muy precaria.
Un ejemplo de ello es el incendio de otra fábrica neoyorquina. El 25 marzo de 1911, un total de 123 empleadas, que en su mayoría eran inmigrantes de entre 14 y 23 años, murieron en un incendio propiciado por el dueño del lugar.
Posteriormente, el 8 de marzo de 1917, las mujeres de la Rusia arista salió a las calles de Petrogrado a exigir que su país dejará de participar en la Primera Guerra Mundial, con lo que se convirtieron en la vanguardia de la revolución bolchevique que acabaría con el sistema absolutista.
A partir de ello, la conmemoración se llevó a cabo de manera anual en la Unión Soviética y, luego, la Organización de las Naciones Unidas declaró 1975 como el Año Internacional de la Mujer. En 1977, esa instancia invitó a los países miembros a instaurar un Día para conmemorar las aportaciones de su población femenina y la mayoría eligió el 8 de marzo por el simbolismo de esa fecha.
Ahora bien, aunque actualmente las leyes de cada nación y los tratados internacionales ya garantizan la igualdad de derechos entre mujeres y hombres, la disparidad entre ambos sectores todavía es una realidad que se ensaña, sobre todo, con aquellas que se encuentran en mayor situación de vulnerabilidad como las niñas, las afrodescendientes e indígenas, o aquellas que viven en pobreza.
Las violencias contra las mujeres toman diferentes formas y matices de acuerdo con la sociedad. Por ejemplo, en África las prácticas de mutilación genital y planchado de senos en niñas y adolescentes son un grave problema, mientras que en Latinoamérica, la crisis de violencia feminicida arrebata la vida de una mujer cada dos horas.
Por ello, con esta efeméride se busca concientizar e incentivar acciones desde la población acerca de temáticas pendientes en la sociedad actual respecto a las violencias ejercidas contra las mujeres como feminicidios, acoso callejero, violencia sexual, desigualdad salarial, políticas laborales que faciliten la maternidad, oportunidades de acceso a cargos públicos y ejecutivos y la educación con perspectiva de género.
El 8 de marzo recordamos a las ancestras que nos precedieron y dedicaron su vida a mejorar las condiciones para nosotras; también honramos la memoria de aquellas que murieron para brindarnos las mismas oportunidades que los hombres, y preparamos el camino para las niñas y jóvenes que marchan a nuestro lado. Por eso, se trata de un día para salir a la calle y visibilizarnos, no para que nos regalen flores o nos feliciten.
#UnDíaSinNosotras
El paro #UnDíaSinNosotras es una iniciativa de la sociedad civil. A pesar de que una parte de la opinión pública se ha dedicado a desacreditarlo, lo cierto es que las huelgas de mujeres tienen una larga historia y no se identifican con ningún partido o ideología política, pues se trata de una lucha que se extiende a lo largo de siglos.
Como mencionamos al principio, desde el siglo XIX se tiene registro de movimientos femeninos organizados que se han organizado para exigir mejores condiciones laborales, el acceso a sus derechos y hasta un cambio en la forma de gobierno. No hay detrás de ellos financiamientos externos o intereses ocultos, lo único que buscan es que se sienta su ausencia para que se valoren sus contribuciones.
El antecedente directo de esta protesta es el paro que el 24 de octubre de 1975 efectuaron las islandesas. En ese pequeño país del norte de Europa, el 90 por ciento de las mujeres dejaron de realizar sus labores, tanto dentro del hogar como fuera de él, para pedir mayores oportunidades de participación política.
Fue tal su éxito que, en 1976, se promulgó una ley que garantizaba la igualdad de derechos y, cuatro años más tarde, se elegiría a Vigdís Finnbogadóttir como presidenta. Actualmente, esa nación tiene a la feminista Katrín Jakobsdóttir como primera ministra.
Por otro lado, en Polonia, el 3 de octubre de 2016 las mujeres efectuaron un lunes negro, huelga para posicionarse a favor del derecho a decidir. Mientras que el 19 de octubre de ese mismo año, a raíz del feminicidio de Lucía Pérez, las argentinas pararon y se manifestaron bajo el lema #NiUnaMenos.
Después de las acciones en el país sudamericano, comenzó a organizarse el llamado el primer Paro Internacional de Mujeres para el 8 de marzo de 2017, iniciativa que se ha realizado a partir de esa fecha cada vez con más fuerza.
En el caso de México y a raíz del recrudecimiento de la violencia feminicida, que el año pasado cobró la vida de 10.5 mujeres al día, así como los recientes casos de asesinatos atroces cometidos contra niñas y mujeres en razón de género, el movimiento feminista mexicano ha convocado al paro #UnDíaSinNosotras.
El objetivo es que, en un país en el que a las autoridades de todos los niveles pareciera no importarles la crisis de violencia machista; en el que los medios de comunicación manejan la información relacionada con estos casos con indolencia, y en el que a la sociedad le importan más las paredes y los monumentos que la integridad de las mujeres, nuestra ausencia se sienta más que nunca.
Si todas dejamos de producir, el país perdería 37 mil millones de pesos ese día, según cálculos de El Financiero. Por ello, se trata de una buena estrategia para manifestar nuestra exigencia de vivir sin miedo.