Siete programas que se eliminaron o que se desconoce cómo será su operación cuentan con presupuesto, por lo que hay incertidumbre sobre el destino de los recursos.

Por Redacción.

Mérida, Yucatán, 4 de junio de 2019.- Tras analizar los 10 programas sociales modificados por el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) llegó a la conclusión de que su política social no tiene rumbo ni destino cierto. Esta situación podría impactar a Yucatán, en donde, de acuerdo con cifras oficiales, el 45.5 por ciento de la población vive en pobreza.

Este organismo señaló que la administración federal destina este año 2.6 billones de pesos para “disminuir las desigualdades sociales”, lo que representa en términos reales un incremento del cinco por ciento en comparación con lo ejercido en 2018.

Pero al profundizar en el diagnóstico, el IMCO detectó que cuatro programas fueron eliminados: Prospera Programa de Inclusión Social, Estancias Infantiles, Comedores Comunitarios y Cruzada contra el Hambre.

Lo que llama la atención es que los dos primeros cuentan con recursos etiquetados, 68.5 mil millones y 2.3 mil millones de pesos, respectivamente.

Además, otros se encuentran en riesgo de desaparecer porque no cuentan con reglas de operación ni titulares que se hagan cargo: el de Desarrollo Integral de las Personas con Discapacidad y el de Coinversión Social.

Con respecto al programa Pensión para Adultos Mayores, el Instituto indicó que al volverse universal para todas las personas mayores de 68 años y al aumentar el apoyo económico, éste podría representar una carga fiscal para el resto del sexenio.

Hay otros dos que tienen futuro incierto, sobre todo porque el gobierno no ha abierto convocatorias para destinar recursos a las asociaciones civiles que se encargaban de desarrollar proyectos a favor de sectores vulnerables. Se tratan de los programas Acción Especifica de Prevención y Atención de la Violencia Familiar y de Género, y el de Prevención y Atención de VIH/ SIDA.

En el estudio, el IMCO hizo énfasis en Prospera, pues fue sustituido por otro de carácter educativo de transferencias directas a las y los beneficiarios, pero sin los componentes de salud y alimentación.

Algo similar ocurre con la desaparición de las Estancias Infantiles, pues al entregarle el subsidio de forma directa a las madres y padres no hay forma de garantizar que el recursos se utilice efectivamente en enviar a niñas y niños a esos sitios.

Además, “con esta decisión, el gobierno descarta la importancia de la educación en la primera infancia con la que se desarrollan habilidades críticas que incrementan el aprovechamiento educativo”. 

A manera conclusión, dicho organismo sostuvo que hay incertidumbre con respecto al destino de los recursos, pues siete de los nueve programas que se eliminaron o que se desconoce cómo será su operación cuentan con presupuesto.