Las vecinas y los vecinos construyeron sus viviendas hace años en un terreno que les dijeron que pertenece al ejido. Ahora aparecieron personas desconocidas que aseguran ser propietarias, quienes los amenazan e intentan desalojar con la Policía.

Por Claudia Arriaga

Mérida, Yucatán, 21 de octubre de 2021.- La señoraSerafina Arjona y Valencia construyó su casa hace 11 años en un terreno de la comisaría meridana de Molas que pensó estaba destinado para viviendas del ejido. En marzo, unos desconocidos le exigieron desalojar y le dijeron que iban de parte del presunto propietario de esas tierras. Desde entonces, el acoso hacia ella y sus vecinos no ha parado.

De hecho,  el domingo pasado arribaron al lugar dos unidades de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) que les impidieron ingresar a sus predios.

“Es muy difícil este problema, queremos que se solucione, somos amenazadas constantemente y no está bien. En marzo inició el acoso, siempre envían a personas a insultarnos”, relató la pobladora de esta comunidad maya.

“La otra vez un señor se metió al terreno de una amiga y me vio en el camino, me preguntó si venía sola, que si no tenía miedo de que me coma el tigre. Él se acercaba rápidamente con un machete, es el mismo que estaba colocando la cerca de los supuestos dueños del terreno. No sé qué quería hacerme, igual la otra vez me vino a decir pendejada y media”, señaló Serafina para Haz Ruido.

Ella se organizó con los otros habitantes del predio y, el martes, unos vecinos fueron al Catastro de Mérida para averiguar qué está pasando. Una de las entrevistadas aseguró que le informaron que una parte del terreno pertenece a una persona llamada Manuel Rodríguez Villamil, quien al parecer los vendió. 

Ante esta situación, los habitantes solicitaron la intervención del Ayuntamiento de Mérida para apoyarlos a salvar sus hogares. 

“Supuestamente esto es una ampliación del pueblo y lo donó la exalcaldesa Ana Rosa Payán. Tenemos contemplado que es fundo legal y por eso tenemos rato viviendo allí y trabajando la tierra, pueden ver que hay árboles y animalitos. Nosotros sabemos que los terrenos del otro lado son de Manuel Rodríguez Villamil, pero no son los de este lado”, comentó Alejandra Arjona, quien tiene viviendo ocho años en el lugar.

Además, en las inmediaciones del terreno existen casas que fueron construidas como parte del programa de vivienda del Municipio, lo que para estas personas solo confirma que el terreno es aún propiedad de la comisaría.

“Nosotros ya trabajamos el terreno y de la noche a la mañana aparecieron los dueños. Los terrenos tienen más de 50 años abandonados. Nos intimidan, traen a la Policía para vigilarnos. Hace rato fui a mi terreno y me persiguió la Policía, me dijeron que no puedo entrar porque es una privada. Hasta lloré de coraje”, mencionó otra pobladora llamada Karla Méndez López.

Las personas que viven en este predio no cuentan con agua potable y energía eléctrica, sin embargo, algunos hicieron pozos y otros tienen lámparas solares para usar de noche. Sienten que es una injusticia despojarlos de algo que por años estuvo abandonado y que está legalizado en algunas áreas.

“Los supuestos dueños siempre llegan con antimotines y nos dijeron que las tierras son de ellos. Otros compañeros les pidieron exhibir papeles y nunca lo mostraron”, acusó otro habitante de nombre Rogelio Aké  Cab.