Pese a la burocracia, Liliana y Jesús están a un paso de adoptar a Pepe
El niño de 7 años necesita un hogar y una familia que le dé una mejor calidad de vida, ya que su madre no puede hacerse responsable de su crianza.
Por Claudia Arriaga
Mérida, Yucatán, 10 de febrero del 2020.- A finales de enero, a través de sus familiares, la señora Wilma contactó a Liliana Andrade Ortega y a Jesús Cabral López, pues su hijo Pepe de 7 años necesita un hogar y ella no puede hacerse responsable de su crianza. De hecho, la Procuraduría de la Defensa del Menor y la Familia (Prodemefa) le solicitó que resuelva quién se hará cargo del pequeño o de lo contrario iniciará un juicio de pérdida de patria potestad.
La lucha de Liliana y Jesús no es un secreto, Haz Ruido publicó en noviembre la odisea de dos años intentado adoptar. Este fue el motivo por el que Wilma desea entregarles a su hijo, porque sabe que esta pareja podrá hacerse cargo y darle una mejor calidad de vida.
Para Wilma no es fácil, pero el entorno y las condiciones en las que vive no le permiten cuidar de Pepe. Es una mujer con discapacidad auditiva, que también tiene problemas de adicciones, no tiene un trabajo y se dedica a pepenar.
Pepa lleva toda la pandemia en el Centro de Atención Integral al Menor en Desamparo (Caimede), ya que tras una denuncia por desaparición interpuesta en la Fiscalía General del Estado (FGE) la investigación reveló que se encontraba en riesgo junto a su madre. Ella lo extravió en una colonia lejos de su casa, tras perder el conocimiento por el alcohol.
Liliana reconoce el sacrificio de Wilma al desprenderse de su hijo por lo que, en pláticas que se entablaron con ayuda de su hermana, quien es la intérprete de un lenguaje de señas improvisado, acordaron una adopción directa y que seguiría visitando a Pepe.
Desafortunadamente, la burocracia ha impedido que la historia tenga un buen término para ambas familias y sobretodo para el menor.
“Nos hemos reunido con ella, ya intentó darlo en adopción con una vecina, pero no se concretó porque no dejaría que lo visitara. Fuimos a la Prodemefa, no había personal, no estaba la jefa de adopciones, no nos querían atender, nos dijeron que vayamos con cita, pero no la saqué porque por todo lo que hemos hecho sabríamos que era una respuesta negativa. Como no nos fuimos, nos intentaron meter al departamento de adopciones y nos dieron un papel para firmar que tenemos que repetir todas las pruebas del proceso de adopción”, relató Liliana.
Sin embargo, el enojo la impulsó a grabar un video para exhibir esta irregularidad. Al ver esta acción, la atendió una persona que le comentó que no tenía que repetir los exámenes, ya que siguen vigentes y únicamente deberían ayudar a Wilma a cerrar su expediente en la FGE.
Entonces, el pasado 3 de febrero acudieron a la agencia de la Fiscalía en la Prodemefa para recuperar el expediente. La persona que los recibió previamente le aseguró que con el nombre de la madre del menor bastaría para obtenerlo, ahí les dijeron que tendrían que ir a la sede de la dependencia en periférico y en este lugar los invitaron a acudir al Caimede. Terminó el día y no lograron nada.
Cabe mencionar que al ser una adopción directa basta con que las dos partes estén de acuerdo, pero el proceso ya se demoró. Además, de la temporalidad de las pruebas poco se sabe, pues en ocasiones una persona puede esperar hasta 10 años para adoptar.
La esperanza de Liliana y Jesús continúa. Este día se reunieron con directivos de la Prodemefa, con quienes acordaron que trabajarán junto con la Fiscalía para cerrar la carpeta de investigación y permitirles adoptar a Pepe pronto. Ahora sólo queda esperar.