Otro daño ambiental: Desmontaron 200 hectáreas de selva en Maxcanú
La Profepa constató que los desmontes y la extracción de tierra roja no contaban con las autorizaciones ambientales correspondientes, por lo que procedió a clausurar los trabajos de la maquinaria pesada. Se desconoce quién está detrás del ecocidio en el Ejido de Chactún.
Por Redacción
Mérida, Yucatán, 6 de octubre de 2021.- Tras la denuncia de habitantes de Maxcanú que detectaron el desmonte de aproximadamente 200 hectáreas de selva en el Ejido de Chactún por parte de privados que extraían tierra roja, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) realizó una inspección en esa comunidad y determinó la Clausura Total Temporal de esas acciones.
El pasado mes de abril del presente año, las y los pobladores reportaron actividades ilegales y de daño ambiental por la deforestación, apertura de caminos y extracción de tierra roja con uso de maquinaria pesada en predios localizados en el Ejido de Chactún. Esta deforestación inició en el 2019 y se ha extendido hasta la fecha, alcanzando el desmonte de aproximadamente 200 hectáreas.
Ante esta situación, la Alianza Maya por las Abejas Kaabnalo’on, informó que interpuso una denuncia popular ante la Profepa, la cual fue admitida y se encuentra registrada con el número de expediente PFPA/37.7/2C.28.2/0121-21.
Posteriormente, la dependencia federal notificó el pasado 24 de septiembre que realizó una inspección y suspensión de las actividades, mediante la imposición de la Clausura Total Temporal, debido a que se constató que los desmontes y la extracción de tierra roja no contaban con las autorizaciones correspondientes; además, de que tales actividades son contrarias al programa de ordenamiento ecológico de la región.
“Tanto los denunciantes, como la comunidad afectada de Maxcanú, seguiremos a la espera de que se informe sobre las sanciones correspondientes a los responsables y que se puedan resarcir los daños, pues durante los últimos tres años la deforestación ha sido constante en esa zona, poniendo en riesgo a otras actividades como la apicultura y, en general, el equilibrio ecológico del territorio”, señaló la agrupación.
Agregó que, aunque por el momento se desconoce la identidad de los responsables de este ecocidio, Maxcanú es una de las zonas de Yucatán más afectadas socio- ambientalmente, derivado de la mala planeación, corrupción e implementación de un modelo de desarrollo impuesto, sustentado en megaproyectos como las granjas porcícolas, extracción de material pétreo, agroindustria intensiva y ahora el Tren Maya.
“Este modelo ha dejando de lado las actividades productivas y de conservación características de la cultura maya desde hace cientos de años, como lo son los sistemas tradicionales de la apicultura y la milpa”, indicó la Alianza Kaabnalo’on, la cual respalda éste y otros procesos que procuran la protección del territorio y que aseguran el buen vivir de los pueblos.
Por último, señaló que seguirá a la expectativa del correcto cumplimiento de la normatividad ambiental y la protección de los derechos humanos de la población originaria.