¡Nos faltan ellas! Cronología de feminicidios en Yucatán
En 2020, seis mujeres fueron arrebatadas de sus familias a causa de la violencia machista; de los responsables, sólo dos enfrentan procesos penales; otros dos se suicidaron; uno no ha sido ni siquiera identificado por las autoridades, y otro fue puesto en libertad porque la FGE no integró correctamente la carpeta de investigación.
Además, otras tres mujeres tuvieron muertes violentas que no se clasificaron como asesinatos por razones de género.
Por Redacción
Mérida, Yucatán, 25 de noviembre de 2020.- Con seis feminicidios, cinco de ellos cometidos durante la contingencia sanitaria, 2020 se perfila como uno de los años más letales para las yucatecas desde 2014, cuando se incluyó ese delito en el Código Penal estatal. Además, otras tres mujeres tuvieron muertes violentas que no fueron tipificadas como tal.
Según la Fiscalía General del Estado (FGE), sólo los casos de Henriette Marie, Suemi del Socorro, Ariani Yazmín, Irlanda, Fernanda y Érica Anahí cumplieron con una o más de las circunstancias para ser investigados como asesinatos por razón de género, mientras que los de Ana, Gladys y Norma Yolanda, no.
La tarde del 25 de enero, Henriette Marie, una adulta mayor canadiense avecindada en el Centro Histórico de Mérida, fue asesinada por su esposo, también extranjero, en la intimidad del hogar que compartían. El responsable del crimen pasó más de 16 horas con el cuerpo de la víctima antes de ser descubierto por las autoridades.
Sin embargo, los errores cometidos por la FGE al momento de integrar la carpeta de investigación, como el hecho de que no se brindó al sujeto un intérprete competente, resultaron en su no vinculación a proceso e inmediata libertad.
El 23 de marzo, Suemi del Socorro fue encontrada en el piso de su vivienda, en el sur de la ciudad, por su hijo de 12 años; no podía moverse a causa de la golpiza que le propinó su pareja la noche anterior. El niño avisó a la abuela paterna, pero no fue auxiliada sino hasta varias horas después, cuando la trasladaron en Uber al hospital O’Horán, donde falleció al día siguiente.
Este feminicidio fue el primero ocurrido durante el confinamiento por la Covid-19 y alertó de lo que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) nombró como la pandemia en la sombra: el incremento de la violencia contra niñas y mujeres, quienes se han visto obligadas a quedarse en casa junto a sus agresores.
Actualmente, el responsable de este crimen se encuentra en prisión preventiva en lo que concluye el proceso penal.
Ariani Yazmín era una joven madre de Umán que se dedicaba a la venta de cosméticos. La noche del sábado 23 de mayo, recibió una llamada para entregar un perfume y acudió diligente a la dirección que le indicaron; no sabía que su esposo, de quien se encontraba separada a causa del constante maltrato que ejercía contra ella, le tendía una trampa.
Édgar, su hermano, y la Policía hallaron su cuerpo horas más tarde. El feminicida intentó suicidarse, pero no lo logró; ahora, enfrenta su proceso penal en prisión.
A Irlanda la encontraron en una construcción de Ciudad Caucel, una de las zonas de mayor expansión urbana en Mérida, tenía 38 años. Desde el pasado 10 de junio, su feminicida está suelto y las autoridades no han sido capaces ni de identificarlo.
Luego llegó Fernanda. Con 21 años, el feminicidio de esta joven feminista y trabajadora conmocionó a la sociedad yucateca. El jueves 20 de agosto, su exnovio la llevó con engaños a una casa del fraccionamiento Pensiones, ella creía que concretarían la venta del predio. El sujeto le disparó y, posteriormente, se suicidó.
A pesar del dolor, su familia ha luchado para honrar su memoria y ahora se dedican a apoyar a otras mujeres que viven en situación de violencia.
Érica Anahí pasó 26 días desaparecida. El 6 de octubre, en pleno paso del huracán Delta, agentes de la Policía estatal la hallaron en un rancho propiedad de la familia de su expareja, en Huhí. El sujeto cometió suicidio una semana antes pero, en su carta de despedida, no indicó donde la había dejado. Fue su último acto de violencia contra la mujer que decía amar.
Muertes violentas que no fueron investigadas como feminicidios
El 16 de febrero, Gladys y Ana, fueron asesinadas por su hijo y nieto, respectivamente, al norte de Mérida. A pesar de que existían antecedentes de violencia, el caso no se consideró como feminicidio. Más tarde, una evaluación psiquiátrica consideró al sujeto inimputable, por lo que actualmente no enfrenta ninguna consecuencia penal por el doble crimen.
A Norma Yolanda la mató un hombre en el cual confiaba, en la intimidad de su hogar. Sin embargo, a pesar de que, en un principio, la FGE investigó el hecho como feminicidio, no logró probar ninguna de las causales. Dos personas se encuentran en prisión preventiva por haberla asesinado.
Como se sabe, de acuerdo con el Código Penal del Estado de Yucatán, el delito de feminicidio consiste en privar de la vida a una mujer por razones de género, para ello es necesario que se cumpla alguna de estas circunstancias:
Violencia sexual; mutilaciones o lesiones infamantes; que existan antecedentes de cualquier tipo de violencia; que haya existido una relación sentimental, afectiva o de confianza; antecedentes de amenazas; que la víctima haya sido incomunicada previo al suceso; que se haya pretendido establecer o restablecer una relación de pareja con la víctima, o que el cuerpo sea expuesto en un lugar público.
Un año violento
Cabe destacar que 2020 ha sido uno de los años con mayor número de casos de feminicidio desde 2014, cuando se incluyó ese delito en el Código Penal de Yucatán. En 2019, se registraron tres, por lo que, con los seis que se tienen hasta el momento, se ha duplicado esa cifra.