Pese a que padecía una enfermedad, fue despedida injustificadamente de su trabajo y ahora está incapacitada para laborar tras una operación en la T1.

La mujer pide ayuda a las autoridades para que pueda sacar adelante a sus cuatro hijos.

Por Redacción

Mérida, Yucatán, 10 de marzo del 2022.-En agosto de 2021, Nora* fue despedida injustificadamente de su trabajo en un hospital privado de Mérida y no le fue otorgado un finiquito justo, por lo que considera que fue víctima de violencia económica. Al poco tiempo fue sometida a una operación quirúrgica, la cual le provocó diversas secuelas que la dejaron incapacitada para laborar.

Debido a su actual situación de salud y económica, pide apoyo a las autoridades para salir adelante con sus cuatro hijos.

En entrevista para Haz Ruido, Nora relató que llevaba un año y ocho meses trabajando en el Hospital EME RED cuando le notificaron que su relación laboral había terminado sin una razón válida.

“Ahí no soy la única, muchos sufren maltrato psicológico porque constantemente te están diciendo que te van a correr”, apuntó.

Recalcó que incluso le hicieron firmar una carta de renuncia dónde indicara que no estaba enferma, a pesar de que le habían diagnosticado que tenía un tumor de comportamiento incierto en el útero, por lo que requería una operación.

Además, únicamente recibió seis mil pesos como finiquito, cantidad que no concordaba con lo que realmente le correspondía.

Por esta situación, Nora decidió pedir apoyo a las activistas Adelaida Salas y Ligia Vera, siendo la última quién acudió a conciliar con el contador de dicha empresa, quién manifestó que no le podían otorgar una mayor suma de dinero y se deslindaron del asunto.

Médicos no respetaron su decisión

Posteriormente en enero del 2022, Nora fue sometida a una cirugía de histerectomía abdominal -debido al tumor que le diagnosticaron-, en la que le removieron parte del útero.

Manifestó que el personal médico del Hospital General Regional “Licenciado Ignacio García Téllez” T-1 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), no respetó su decisión de querer retirarle todo el órgano, pues le dejaron un ovario para evitar que presente menopausia prematura, a pesar de que existen tratamientos para controlarla.

Sin embargo, Nora señala que dicho ovario ahora se está llenando de quistes y representa un nuevo peligro para su salud, además de que la operación le provocó diversas secuelas que la dejaron incapacitada para laborar.

Ahora ella requiere otra cirugía para remover el ovario que le resta, que al estar «suelto» podría adherirse a otros órganos y según le señalaron los médicos especialistas, el riesgo de mortalidad podría aumentar.

Actualmente solo puede monitorear esta situación mediante ultrasonidos, y acceder a estos estudios se le ha hecho más difícil ya que no cuenta con seguro médico.

“Siento que es una violencia el no haber escuchado mi voz, el no haber tomado en cuenta mi petición porque ahora me están sometiendo otra vez a volver a pasar lo mismo”, declaró.

Pide apoyo a las autoridades

Debido a la difícil situación económica que enfrenta, apenas le alcanza para el sustento educativo de sus hijos. Uno de ellos está cursando la universidad y teme que no pueda concluirla, mientras que otros dos tuvieron que dejar la preparatoria y el más pequeño que va en primaria también está en riesgo de abandonarla.

Por ello, Nora señaló que envió un oficio al delegado estatal de la Secretaría de Bienestar, Joaquín Díaz Mena, para solicitar becas para sus hijos, pero únicamente se lo sellaron de recibido y hasta ahora no ha obtenido alguna respuesta.

Finalmente, hizo un llamado al gobernador Mauricio Vila Dosal para que la apoye a emprender con una cocina económica y así pueda sacar adelante a su familia, así como solventar los gastos que implican sus tratamientos.(Foto de iStock)

*El nombre real fue modificado para salvaguardar la integridad de la mujer.