Niñas y niños de Dzonotchel, sin tecnología para clases a distancia
“Aquí no llega la señal del teléfono ni de la televisión abierta, aunque el gobierno quiera, no se va a poder, ¿cómo le vamos a hacer?, creo que no estudiarán nuestros hijos”, lamentó Maricarmen.
Por Claudia Arriaga
Mérida, Yucatán, 21 de agosto del 2020.- A más de 100 kilómetros de Mérida, se encuentra la comisaría maya de Dzonotchel, que pertenece al municipio de Peto. Ahí no llega la señal telefónica ni la televisión abierta, y en medio de la pandemia del Covid-19, la educación se ha convertido en todo un reto.
Maricarmen Dzan no sabe si su hija de diez años podrá aprovechar las clases y aprender, apenas cursará el tercer año de primaria y tiene todo en contra para continuar con su educación.
“Ahora que dicen que será a distancia, me preocupa porque muchos no tienen los recursos para pagar. Aquí no hay, no se va a poder de todas maneras, aunque el gobierno quiera, sino contamos con los recursos ¿cómo le vamos a hacer? creo que no estudiarán nuestros niños”, lamentó.
Aunque lejos de la ciudad y sin tecnología, Dzonotchel es de las comunidades más privilegiadas, pues ahí se encuentra establecida la escuela primaria bilingüe “Lázaro Cárdenas del Río”. En sus aulas, las alumnas y los alumnos pueden aprender en maya y español; sin embargo, con la pandemia, el nuevo esquema de educación en casa no contempla a las lenguas indígenas.
El maestro Héctor Esquivel Cruz está a cargo de los 22 estudiantes de primaria y admitió que, aunque le echen ganas y voluntad, no será fácil la nueva normalidad en la educación.
“Prácticamente como vemos los programas vienen en español y diseñaremos otro material bilingüe porque hay niños que no hablan español, aquí son dos o tres niñas y niños y hay que darles atención especializada porque no pueden avanzar al mismo ritmo”, explicó.
Además, señaló que en el Consejo Técnico también se contempló que las y los maestros vayan a las escuelas en comunidades rurales al menos dos veces cada 15 días, y que mediante cuadernillos se mida el aprendizaje y avance de las y los estudiantes.
Para la señora María Alberta Noh Chi ayudar a estudiar a su hijo Jesús Alberto es complicado. Ella no terminó la primaria y aún así ha puesto todo su empeño, pero con las restricciones de la pandemia todo será más difícil.
A sus seis años de edad, Jesús Alberto ya acudía de oyente a clases, pues estaba emocionado por aprender; ahora será más complejo. “Cuando estaba de oyente, se adaptó con el maestro, pero en casa es diferente conmigo, porque ahorita dicen que hay que mandar tareas ¿cómo lo haré? no hay recursos”, comentó.
La situación económica en Dzonotchel también es complicada. Las mujeres entrevistadas explicaron que sus esposos se dedican a la milpa, no se arriesgan a salir de la comisaría para buscar trabajo porque le tienen miedo al coronavirus.
De acuerdo con el último censo realizado por el Instituto Nacional de Geografía y Estadística (Inegi) en el 2010, se registró que en esa comunidad habitaban 158 personas, de las cuales 85 eran hombres y 73 mujeres. Y más del 80 por ciento habla alguna lengua indígena, en este caso, maya.
Como dato interesante, las y los pobladores entrevistados aseguran que en la comisaría no se ha reportado ningún caso de Covid-19.