Nexos de narcotraficantes con Yucatán
En los últimos años, autoridades de seguridad han detenido a líderes de cárteles y detectado compra de propiedades ligadas al tráfico de drogas.
Por Victoria A. y Herbeth Escalante
Mérida, Yucatán, 13 de diciembre del 2018.- En los últimos 14 años, se tiene registro de detenciones en Yucatán de supuestos integrantes de distintos cárteles del narcotráfico como Los Zetas, del Golfo, de los Beltrán Leyva, Los Caballeros Templarios y hasta de Sinaloa, que dirigía Joaquín “el Chapo” Guzmán Loera. Estas aprehensiones han generado dudas sobre si grupos criminales operan en la entidad o si esas personas decidieron instalarse a vivir aquí.
Con los primeros arrestos, surgieron versiones de que el territorio era “una opción para las familias” de los líderes de las bandas delincuenciales, o quizás un refugio ante el violento contexto que se vive en la mayor parte del país por las disputas de las plazas para el trasiego de drogas.
Sin embargo, en múltiples ocasiones, las autoridades de seguridad federales y estatales han enfatizado que no tienen conocimiento de la existencia de organizaciones criminales de este tipo en Yucatán y que, incluso, la mayoría de los estupefacientes incautada en operativos no tenía como destino la entidad.
Presencia de líder de Los Zetas.
El 10 de diciembre de 2004, la Procuraduría General de la República (PGR) confirmó la presencia de José Enrique Rejón Aguilar alias “el Mamito” en Mérida, tercero al mando de la estructura Los Zetas, que en aquel entonces era el brazo armado del Cártel del Golfo.
De acuerdo con la corporación federal, su tarea era unir a Yucatán con Tamaulipas en la ruta del narcotráfico hacia los Estados Unidos. En un reporte de investigación, se indicó que habría comprado casas en esta ciudad para, posteriormente, cederlas a Miguel Cornejo Salinas, cuñado del capo Osiel Cárdenas Guillén.
El Mamito, originario de Campeche y quien perteneció al Ejército, era considerado como uno de los sicarios más peligrosos del país y se le atribuía el asesinato de 12 personas, incluidos tres agentes de la Agencia Federal de Investigación (AFI) en Cancún, Quintana Roo, ultimados en la carretera que conecta con Mérida.
Cuando fue arrestado el 4 de julio de 2011 en el Estado de México, la Secretaría de Seguridad Pública federal informó que había sido fundador de Los Zetas y que estaba bajo las órdenes de Heriberto Lazcano Lazcano y Miguel Treviño Morales “el Z40”. Era uno de los más buscados por la Agencia para el Control de las Drogas (DEA, por sus siglas en inglés), que ofrecía una recompensa de cinco millones de dólares por su captura.
Los 12 decapitados
El 28 de agosto de 2008, Yucatán fue el centro de atención a nivel nacional cuando se dio a conocer el hallazgo de 11 cuerpos decapitados en los montes de la comisaría meridana de Chichí Suárez y uno más en el municipio de Buctzotz. Nunca antes había ocurrido un hecho de tal magnitud, por lo que se generó histeria colectiva en la sociedad yucateca.
En uno de los cadáveres se encontró un mensaje supuestamente dirigido al secretario de Seguridad Pública, Luis Felipe Saidén Ojeda, a quien acusaron de “no respetar los tratos (sic)”. La entonces mandataria Ivonne Ortega Pacheco declaró que no se dejarían intimidar y rechazó cualquier vínculo de su gobierno con los cárteles.
A los pocos días, la Policía Federal Preventiva (PFP) anunció la captura en la vía Mérida-Cancún de tres sujetos que reconocieron su participación en la ejecución de los 12 hombres y que pertenecían al Cártel del Golfo. Fueron identificados como Víctor López García, originario de Veracruz; Manuel de Jesús Poot, de Tizimín, Yucatán, y Juan Camacho Coronado, de Monterrey, Nuevo León.
La corporación expuso que el arresto ocurrió luego de una persecución y enfrentamiento a balazos. El vehículo en el viajaban iba a una velocidad de 180 kilómetros por hora y arrasó con un retén ubicado a la entrada de ese destino turístico; al intentar huir, los malhechores lanzaron una granada que no explotó.
El automóvil se estrelló con una banqueta y en ese momento fueron aprehendidos. En el interior tenían escondidas un hacha con sangre y dos palas, dos fusiles R-15, una pistola calibre 9 mm, cinco celulares y 540 cartuchos.
En 2014 fue detenido en Chiapas el tizimileño Gustavo Monforte Osorio alias “Chocolomo”, quien de acuerdo con la PGR también estaba relacionado con este acontecimiento, por lo que era buscado en todo México. Portaba consigo una pistola calibre 9 milímetros y 20 “grapas” de cocaína.
La Procuraduría detalló que era operador del Cártel de Sinaloa en el oriente de la entidad y que controlaba la distribución de drogas en Tizimín, Buctzotz, Valladolid, Espita, San Felipe, Río Lagartos, Dzilam González, entre otros sitios. En su municipio natal, supuestamente era propietario de varios ranchos y vehículos de lujo.
Narcos con residencias en Mérida
En 2010, Emilio Garza Báez, considerado representante del Cártel de los Beltrán Leyva en Mérida, fue detenido en la carretera a Progreso luego de salir del complejo residencial Club de Golf La Ceiba, en donde vivía rodeado de lujos y sin despertar sospechas de sus actividades ilícitas.
En ese momento, sostuvo la PGR, se le encontró una escuadra calibre .380 milímetros con 48 cartuchos útiles, un revólver, un bastón plegable con su funda, cuatro cartuchos expansivos calibre .38 milímetros, cuatro cartuchos calibre .38 especial, una bolsa con 466 gramos de mariguana, nueve billetes de 100 dólares, cinco teléfonos y radios, además de que se le aseguró una camioneta Ford Expedition.
El hombre, originario de Monterrey, fue sentenciado a cuatro años de cárcel por delitos contra la salud y violación a la Ley Federal de Armas de Fuego y Explosivos. En esta capital usaba una credencial de identificación con el nombre de Julio César Espinoza Camacho.
Otro importante capo, Ignacio “Nacho” Coronel Villarreal, uno de los líderes del Cártel de Sinaloa, tenía casas de seguridad en Yucatán, según investigaciones de la DEA. Falleció en Zapopan, Jalisco, en 2011, durante un tiroteo con el Ejército.
En otro caso, la Policía Federal capturó en 2015 a Flavio Gómez Martínez, operador financiero del grupo delincuencial los Caballeros Templarios, en el fraccionamiento Paraíso Maya, a donde había llegado a vivir con su madre nueves meses atrás.
Es hermano de Servando Gómez Martínez alias “la Tuta”, cabeza de esa agrupación criminal, quien fue arrestado el mismo día en un operativo en Michoacán, su tierra natal.
Otro hecho sonado fue el de “la Reina de las Van”, Juana Raquel Alvarado Torres, detenida en 2012 en Nicaragua junto con otras 17 personas cuando viajaba en una camioneta con logos de la empresa Televisa. Durante su captura, exhibió un pasaporte con dirección en calle 5 número 21 del fraccionamiento Residencial Pensiones en Mérida, domicilio que es falso.
Las autoridades federales iniciaron investigaciones ante la sospecha de que la mujer tenía vínculos con la delincuencia organizada, por lo que llegaron a Yucatán, donde documentaron que había comprado varios predios.
Alvarado Torres, dada de alta en el Seguro Social como empleada de una estética ubicada en la colonia El Prado, habría invertido más de 13 millones de pesos en la adquisición de propiedades en la entidad. La agencia cateó viviendas suyas en Altabrisa, Pensiones, Francisco de Montejo, Privada Marsella, Vista Alegre y hasta en un rancho de Teya.
La Gallina, detenido con un fusil
A finales de enero del año pasado, elementos de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) detuvieron en la carretera a Tizimín a Roberto Nájera Gutiérrez “la Gallina”, presunto operador del Cártel de Sinaloa en el sureste del país. Tenía en su poder cinco armas de grueso calibre, incluido un fusil.
El supuesto narcotraficante salió libre a las pocas horas, ya que un juez federal dictó como medida cautelar que pagara una caución de medio millón de pesos, pues únicamente se le imputó por el delito de posesión de armas de uso exclusivo del Ejército.
Sin embargo, a los pocos días fue reaprehendido en un operativo que se llevó a cabo en el fraccionamiento Gran Santa Fe, a solicitud de la Fiscalía de Chiapas, pues está involucrado en el asesinato de dos mujeres en esa entidad. Cabe mencionar que “la Gallina” había sido arrestado en Yucatán años atrás por el mencionado delito, pero salió libre por falta de pruebas.
La PGR indicó que está relacionado con la delincuencia organizada, trasiego de drogas en el sureste, asesinato de varias personas en distintos lugares del país y de lavar dinero con la compra de ranchos en Tizimín.
El Chelelo cayó en Mérida
Eleazar Medina Rojas alias “el Chelelo”, supuesto líder del Cártel del Golfo y vinculado también con Los Zetas, fue detenido el 5 de diciembre pasado por agentes de la Policía Estatal en el fraccionamiento Montebello, luego de cometer una infracción de tránsito.
En la camioneta en la que viajaba estaba acompañado de tres escoltas y todos ellos presentaron credenciales de elector falsas, ofensa por la que los acusaron posteriormente.
“El Chelelo” fue puesto en libertad por el juez Edwin Mugarte Guerrero el sábado, pues no encontró elementos suficientes para acreditar su legal detención. Sin embargo, al salir del Centro de Justicia Oral de Mérida (CJOM) fue arrestado por agentes de la PGR, que en un fuerte dispositivo de seguridad lo llevaron a la Ciudad de México, pues se le acusa de estar relacionado con delitos de narcotráfico.
Otros casos y detenciones
Autoridades federales también han documentado que operadores de organizaciones delincuenciales encargados del lavado de dinero realizaron actividades en Yucatán. Tal es el caso de Miguel Rodríguez Olivera, quien hizo negocios en el sureste mexicano hasta que fue asesinado en Cancún hace unos años.
Se sabe que vivía por temporadas en Mérida, usaba una licencia de conducir vigente que tramitó en la entidad y hasta era socio de un prestigiado club de golf.
Por su parte, la Subprocuraduría de Investigación Especializada contra la Delincuencia Organizada (SIEDO) informó en 2005 que Rafael Salinas Cornejo “ el Chilaquil”, prestanombres del Cártel del Golfo, compró una casa en el fraccionamiento Monte Bello.
Recientemente, se dio a conocer que el narcotraficante Tirso Martínez Sánchez “el Futbolista” declaró en el juicio contra el líder del Cártel de Sinaloa, Joaquín “el Chapo” Guzmán, que se lleva a cabo en Nueva York, que hace unos años compró el equipo de futbol Venados de Yucatán por una cifra que oscila entre los 600 y 700 mil dólares.
En los últimos años, se han reportado detenciones de diferentes sujetos relacionados con este ilícito. En 2014, agentes federales y militares detuvieron a Lázaro Rivadeneyra González alias “el Greñas”, jefe del Cártel de Golfo en Playa del Carmen, mientras presenciaba un entrenamiento de balompié de sus hijos en el campo de futbol de la escuela Piaget. Llevaba tiempo viviendo en el fraccionamiento Las Américas.
Ese mismo año, agentes federales llegaron al puerto de Chelem para capturar a Víctor Aguirre Garzón alías “el Gordo”, líder del Cártel Independiente de Acapulco. La SEIDO afirmó que residía ahí desde hace un año y que su organización criminal surgió de las filas de los Beltrán Leyva.
En marzo de 2017, la SSP detuvo a sujetos armados que viajaban en una camioneta robada. Se averiguó que eran miembros del Cártel Jalisco Nueva Generación y que pretendían vender un cargamento de armas en el estado. Meses antes, también capturaron a tres presuntos sicarios en Buctzotz, quienes estaban escondidos en un hotel con pistolas, sogas y pasamontañas. (Foto principal de Lorenzo Hernández)