Mujeres mayas, sin acceso a la salud ni a la justicia
En el sector salud, se violan sus derechos sexuales y reproductivos; y las violencias que viven al interior de sus hogares quedan totalmente impunes. Sufren violaciones a sus derechos tanto en las comunidades como cuando viajan a la ciudad.
Por Herbeth Escalante
Mérida, Yucatán, 7de septiembre de 2020.- Las mujeres mayas de Yucatán están en desventaja, son golpeadas por la violencia estructural al momento de intentar acceder a los servicios de salud, además de que es impensable de que se les haga justicia cuando son agredidas en sus propios hogares. Sus derechos son violados, tanto en las comunidades como cuando viajan a la ciudad.
Así lo señaló la antropóloga Yamili Chan Dzul, integrante de la Red de Mujeres Indígenas Péepeno’ob (Mariposas), al ser cuestionada sobre su situación en la actualidad al conmemorarse el Día Internacional de la Mujer Indígena el pasado 5 de septiembre.
Dijo que en el sector salud, se violan sus derechos sexuales y reproductivos, el acceso a las medicinas no es acorde a su contexto y no reciben servicios médicos a través de intérpretes, lo que dificulta su recuperación.
En cuanto a la violencia que las mujeres mayas viven al interior de sus hogares, declaró que quedan totalmente impunes, pues es difícil que logren concretar una demanda en contra de sus agresores.
Yamili Chan recordó un problema muy grande ocurrido recientemente en su comunidad natal, Sanahcat, en la que una adolescente víctima de violación le comentó al juez de paz que no quería terminar su embarazo, “pero la obligó, dijo que de no tenerlo la demandaría o la exhibiría”.
“Y no es la primera ocasión que ha pasado una situación de violación de adolescentes aquí en el pueblo, el problema es que aquí los jueces de paz son hombres y adultos, no tienen idea de cómo resolver estas situaciones. Y eso apaga las fuerzas de pensar en otras posibilidades de acceso a la justicia”, explicó.
Los derechos de las mujeres mayas son violados todos los días, tanto en sus pueblos como cuando viajan a la ciudad, lo que puede observarse en el limitado acceso a la educación.
“Pero también vivimos racismo y eso lo vemos en la folklorización de nosotras, de nuestro idioma y de nuestra ropa, vemos el uso de nuestros cuerpos en restaurantes y en zonas hoteleras, en donde nos exhiben haciendo tortillas. Asimismo en el teatro regional, es donde nos ven como un chiste… la primera vez que vi eso estaba en la universidad y no lo entendía, me dolió mucho, y ahora vemos que transmiten eso en canales de televisión accesibles en el pueblo, situación que puede traer repercusiones en las generaciones más jóvenes”, agregó.
Yamili Chan sostuvo que las mujeres mayas están en desventaja, reciben golpes en el corazón, en el estomago y en las ganas de salir de los contextos de violencia, por eso es necesario seguir creando espacios de reflexión, dimensionar la magnitud de estas problemáticas y conocer a otras mujeres para apoyarse entre todas.
Precisamente la Red de Mujeres Indígenas a la que pertenece se dedica desde el 2013 a la investigación y a la incidencia en diversas comunidades mayas de Yucatán. Acompañadas por el Instituto Simone de Beauvoir, buscan el diálogo con personas con tomas de decisiones para tratar de cambiar sus realidades.
Por ejemplo, crearon y comparten una Cartilla de los Derechos de las Mujeres Indígenas, y también implementan un proyecto llamado Lo público es nuestro, con el que monitorean el acceso a los servicios de salud y los derechos sexuales y reproductivos en las clínicas del sur de Yucatán. (Foto principal de Lorenzo Hernández y foto de retrato por Leslie Santos)