Mujeres disruptivas: Wendy, ejemplo de disciplina y perseverancia.
«Mi sueño es tener 70 años, seguir haciendo ejercicio y valerme por mí misma».
Pese a las desigualdades y a la escasa participación de las mujeres en el fisicoculturismo, Wendy logró ser campeona estatal de «Figura Master” y se sigue preparando para más competencias.
Por Lidia Pérez e Ingrid Ricardo
Fotografías de Claudia Gutiérrez y Workoutmagmx
Mérida, Yucatán, 27 de diciembre de 2021. – Wendy Alcocer es psicóloga y fisicoculturista, quien a sus 43 años de edad ha superado todos los obstáculos de su vida. El camino que recorrió para cumplir sus objetivos no fue fácil, sin embargo, con disciplina y perseverancia lo logró y va por más. «Mi sueño es tener 70 años, seguir haciendo ejercicio y valerme por mí misma», aseguró.
A los 37, a raíz de una depresión, comenzó a ir al gimnasio. Nunca realizó ejercicio, sólo “dietas castigadoras” que no eran favorables para su cuerpo. Al inicio únicamente hizo cardio, pero luego se dedicó a trabajar sus músculos.
“Me daba un poco de temor entrar al área de pesos libres porque la sociedad [cree que el peso] es nada más para hombres y [las mujeres tenemos] el miedo de tener músculos y vernos masculinas”, comentó Alcocer.
Después de un mes tomó el valor para entrar al área de peso libre. Ahí conoció a una entrenadora que la invitó a competir y le presentó a su actual instructor de fisicoculturismo.
En cuanto a su carrera, al igual que su inicio en el deporte, Wendy estudió la Licenciatura en Psicología a una edad adulta. Cuando terminó la preparatoria, la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY) solo tenía la licenciatura de manera presencial, lo que complicó su ingreso porque ella trabajaba y estudiaba. Intentó estudiar otras licenciaturas, pero no fueron lo que esperaba y después tuvo un embarazo de alto riesgo, por lo que se vio obligada a suspender sus estudios durante un tiempo.
En el fisicoculturismo, como en otras disciplinas, hasta el día de hoy se sigue desvalorizando y minimizando la práctica deportiva de las mujeres, pero eso no la desanima a seguir adelante.
“Se valora mucho más al hombre en este deporte, a la mujer se le utiliza como la parte bonita, como el adorno del deporte” relató Wendy, quien ejemplificó que en las competencias los hombres reciben los premios y trofeos más grandes.
Pese a las desigualdades y a la escasa participación de las mujeres en este deporte, Wendy logró en el 2019 ser campeona estatal de «Figura Master” y compitió en el «Nacional Juvenil y Veteranos» que se llevó a cabo en la Ciudad de México. Ahí obtuvo el séptimo lugar entre quince mujeres de más de 38 años. Actualmente se está preparando para competir en abril del próximo año, pero ahora en la categoría de “Bikini Fitness».
“La Figura Master es más musculada, es más grande, un poquito más “tosca” se puede decir, y la bikini es la categoría más pequeña en mujeres del fisicoculturismo, es como más natural, más ‘femenina’, más chiquita” explicó.
Ella y su entrenador tomaron la decisión de cambiar de categoría porque su cuerpo no está generando tanto músculo como antes. Esto representa un nuevo reto y la dificultad está en que debe reducir el tamaño de sus músculos y quedar más delgada. Wendy atribuye los cambios en su cuerpo a un proceso psicológico.
“En algún punto ese cuerpo grande me sirvió para determinada cuestión emocional. El cuerpo es muy inteligente y en el proceso de estos dos años de pandemia y en mi proceso terapéutico yo he aceptado muchas situaciones en cuestión de mi feminidad. Voy cambiando mi manera de vestirme, de arreglarme, voy aceptando cuestiones que tenía negadas. Entonces esto hace que mi cuerpo vaya perdiendo volumen”, relató.
Al ser una mujer adulta y madre, en reiteradas ocasiones le dijeron que no debía practicar fisicoculturismo, y de hecho sus brazos y espalda fueron objeto de múltiples críticas. Muchas mujeres renuncian al deporte por la presión social y los comentarios negativos que reciben, por lo que Wendy recalcó:
“El hecho de que una mujer se permita trabajar, estudiar y quererse a sí misma, cuidarse físicamente haciendo un deporte, no la hace diferente a otras mujeres”.
Alcocer recomienda a las personas que quieran iniciar a practicar está disciplina que se asesoren con un grupo de profesionales, ya que este deporte trae consigo muchos riesgos tanto a nivel físico como psicológico. Las y los fisicoculturistas son más propensos a desarrollar trastornos de conducta alimentaria y dismorfia corporal, debido a que ponen su imagen corporal a juicio de otras personas.
Además, en ocasiones se utilizan químicos para ayudar a crecer la masa muscular y una mala administración de estas sustancias puede provocar daños irreversibles a la salud.
Por último, Wendy expresó que hacer ejercicio debería de ser visto como una celebración por lo que tu cuerpo puede hacer, no como un castigo.