Mónica no se va a callar, no va a parar hasta obtener justicia
La joven víctima de violencia digital pidió que los procesos de la Fiscalía ya no sean revictimizantes y exigió a las autoridades a que hagan su trabajo para castigar a sus agresores.
“No porque un vídeo o una foto anden rolando perdemos valor como mujeres. No están solas y unidas somos más fuertes, no se queden calladas: pongan denuncias, hagan marchas, denuncien en los tendederos, pero no se queden calladas”, señaló.
Por Lilia Balam
Mérida, Yucatán, 25 de enero del 2022.-“No me voy a callar, no voy a parar hasta obtener justicia. Este es el primer caso de violencia digital que ha dado un paso muy grande, demostró que unidas somos más fuertes y podemos con esto y más, podemos salir adelante”, expresó Mónica, tras saber que una jueza de control le dio la razón y ordenó a la Fiscalía de Yucatán investigar el delito contra la intimidad personal del que fue víctima cuando era menor de edad.
Como se ha informado en Haz Ruido, en el 2019 compañeros de la joven sustrajeron un vídeo privado de su cuenta de Facebook y después lo difundieron. Hasta llegaron a cobrar por compartirlo.
Ella reportó los hechos a la directiva de su escuela, la cual solicitó a las y los tutores de los señalados firmar un documento para que se comprometieran a no seguir molestando a Mónica. Sin embargo, la situación empeoró: los jóvenes comenzaron a acosarla y agredirla abiertamente.
Carolina, la madre de la joven, puso una denuncia ante la Fiscalía General del Estado (FGE). Pero dicha instancia, tras dos años de proceso y pese a contar con múltiples evidencias recabadas por la afectada, resolvió que no ejercería la acción penal. Mónica y su mamá, con la asesoría del abogado René Ramírez Benítez, impugnaron dicha resolución.
El lunes pasado ganaron esa batalla: tras pasar siete horas en una audiencia, la jueza les dio la razón y ordenó a la Fiscalía hacer una investigación de manera exhaustiva, respetando en todo momento los derechos humanos de Mónica.
Aunque satisfechas con el resultado, ambas recordaron que todo el proceso ha sido revictimizante para la joven: desde las visitas a la FGE para darle seguimiento a la denuncia, como el hecho de que la dependencia intentara determinar el no ejercicio de la acción penal.
“Nos mandaron tres veces a conciliación, aunque ya habíamos solicitado que no. Dimos mil vueltas para obtener la carpeta. Pasamos por cosas súper duras. Creo que cada quién tiene su propia batalla, y por eso [el personal de la Fiscalía] debe tener sororidad, empatía, actuar para facilitar las diligencias que requieran los casos. Es simple: que hagan su trabajo”, expresaron Mónica y Carolina.
Las mujeres exhortaron a la FGE a cumplir cabalmente con lo mandatado por la jueza para terminar de integrar la carpeta, pues aún faltaban algunas diligencias. Pidieron al personal de dicha instancia cumplir con sus labores con perspectiva de género y de derechos humanos.
También agradecieron el apoyo recibido por parte de colectivas como el Frente Nacional para la Sororidad en Yucatán e Igualdad Sustantiva, que las han acompañado en el proceso.
Mónica aseguró que seguirá luchando hasta la última instancia para obtener justicia, pero además, invitó a las mujeres víctimas de violencia digital a acercarse a ella o a las asociaciones feministas para levantar la voz y denunciar a sus agresores.
“Ustedes no tienen la culpa de lo que pasó. No porque un vídeo o una foto anden rolando ustedes pierden valor como mujeres. No están solas y unidas somos más fuertes: pueden acercarse a nosotras, las vamos a esperar con los brazos abiertos para que no se queden calladas: pongan denuncias, hagan marchas, denuncien en los tendederos, pero no se queden calladas. Porque eso les da el poder a ellos”, concluyó.
La expectativa es que, una vez completada la carpeta, se judicialice el caso. Eso sentaría un precedente para las denuncias de delitos contra la intimidad personal. De acuerdo con información de la FGE proporcionada a través de la Plataforma Nacional de Transparencia (PNT), del 2018 a septiembre del 2021 se registraron ocho actas de investigación por esos ilícitos. Ninguna persona ha sido sentenciada por esos crímenes. (Fotografía de Lilia Balam)