Miles de mujeres marcharon contra la violencia feminicida
Pese a la oscuridad en Paseo de Montejo, se realizaron dos marchas en el Centro Histórico. Durante sus trayectos, gritaron consignas, tocaron música, intervinieron espacios públicos y prendieron fogatas a vallas instaladas por la policía.
Por Paloma Reyes e Itzel Chan
Fotos de Otilia Rauda
Merida, Yucatán, 8 de marzo de 2023.-Miles de mujeres protestaron en Mérida en dos marchas para exigir un alto a los feminicidios y la interminable violencia que impera en Yucatán y todo el país. Durante sus trayectos, gritaron consignas, tocaron música, intervinieron espacios públicos y prendieron fogatas a vallas instaladas por la policía.
El primer contingente, el de la “Marcha Violeta”, partió a las 6:30 de la tarde del parque de Santa Ana, integrada por bloques de infancias, madres, familiares de víctimas de feminicidio, mujeres con discapacidad y mujeres trans.
Avanzaron gritando consignas como “Mérida no es blanca, es feminicida” y “Con falda o pantalón, respétame cabrón” .
Realizaron recorrido de poco más de 40 minutos por la calle 62 del Centro Histórico, que en esta ocasión lució a oscuras en algunos tramos por fallas del alumbrado público, y llegaron al Paseo de Montejo, ante la mirada atónita de los conductores, quienes no esperaban que se tome uno de los carriles; sin embargo hubo algunos que pitaron en señal de apoyo.
La protesta asomó a las 7:13 p.m. a la calle 60 donde un grupo derribó el tapiado de madera que el Ayuntamiento de Mérida y el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) colocó hace unos días y lo intervinieron.
En un avance lento, las mujeres llegaron a las 7:40 p.m. al Monumento a la Patria, donde entonaron varias veces “Canción Sin Miedo” de Vivir Quintana y exigieron al gobierno local y federal que realicen acciones contundentes para frenar la violencia contra este sector.
Varias veces se intentó derribar las vallas metálica que se le impuso este mismo día a la obra de Rómulo Rozo, pero no se logró ya que había cuerpos de antimotines dentro y afuera de las vallas. De hecho, un grupo de manifestantes prendió fuego a unas barreras.
La concentración se mantuvo en ese punto por varios minutos donde permanecieron cantando consignas y realizaron la iconoclasia para plasmar las exigencias de las manifestaciones.
Alrededor de las 8:40 p.m. ya se había disipado la protesta, incluso hubo un breve apagón de dos segundos que hizo a las pocas manifestantes retirarse. Finalmente, el Monumento a la Patria quedó custodiado por cientos de agentes policiacos.
El segundo contingente salió de la Antimonumenta del Remate de Paseo de Montejo, y participaron miles de mujeres para exigir un alto a la violencia machista, pues muchas aseguraron haber vivido o ser testigo de alguno de los tipos de violencia de género.
En el recorrido de algunas mujeres por Paseo de Montejo se observó tramos sin luz eléctrica, por lo que tuvieron que trasladarse a oscuras.
A su paso, lanzaban consignas como “¡Mérida no es blanca, es feminicida!” o “Somos malas, podemos ser peores” y “¡la policía no me cuida, me cuidan mis amigas!”.
A la par, intervinieron diversos edificios como el del Palacio de la Música y la sede del Partido Acción Nacional (PAN) en los que incluso dejaron evidencia de lo omiso que han sido los gobernantes municipales, estatales y nacionales en relación a la violencia hacia las mujeres.
Las manifestantes con pancartas en mano pidieron justicia por aquellas que están desaparecidas, igualmente por las que han perdido la vida en feminicidios.
Aseguraron ser madres, hermanas, hijas, esposas, amigas, tías, quienes sólo quieren vivir libres, seguras y sin miedo.
Al llegar al Palacio de Gobierno, se vivieron momentos tensos porque estaba custodiado por decenas de elementos policiacos. Ahí prendieron una fogata con las vallas que lograron derribar.
De acuerdo con el Censo Nacional de Procuración de Justicia Estatal, el delito de violencia familiar aumentó 5.3% entre 2019 y 2020 en México, por lo que mujeres de todas las edades salieron para recordarle al Estado la deuda histórica que hay con este sector de la población y por lo tanto, tienen que salir a las calles a hacer valer la defensa de sus derechos humanos.