Menos del uno por ciento de las trabajadoras del hogar cuenta con seguro social
A pesar de que Yucatán es, junto con Morelos, la entidad con más personas dedicadas a las labores domésticas de forma remunerada, sólo 429 de 56 mil cuentan con beneficios como atención médica, guarderías y jubilación.
No ha habido una buena respuesta al Programa Piloto para la Incorporación de las Personas Trabajadoras del Hogar. El próximo año, asegurarlas será obligatorio.
Por Redacción
Mérida, Yucatán, 30 de marzo de 2020.- A un año de que comenzara a funcionar el Programa Piloto para la Incorporación de las Personas Trabajadoras del Hogar, en Yucatán sólo el 0.76 por ciento de las más de 56 mil reportadas por el Instituto Nacional de Geografía y Estadística (Inegi) cuenta con beneficios como atención médica, guarderías y jubilación.
Mediante una solicitud de transparencia, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) informó a Haz Ruido que, al mes de enero de 2020, en las Subdelegaciones Norte y Sur de Mérida, 429 mujeres y hombres dedicados a las labores de casa de forma remunerada han sido inscritos a dicho esquema.
Cabe recordar que el pasado 1 de abril de 2019, en el marco del Día Internacional de las Trabajadoras del Hogar, el gobierno federal puso en marcha esta estrategia para transitar del antiguo régimen de afiliación voluntario al obligatorio, tal como dispuso la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) en diciembre de 2018.
A seis meses de que concluya el Programa Piloto, más de 55 mil personas que prestan sus servicios de aseo y asistencia en las viviendas del estado y cuyo salario promedio mensual es menor a cuatro mil 500 pesos, de acuerdo con estimaciones del IMSS, carecen de servicios médicos, hospitalarios y farmacéuticos, incapacidades, pensiones por invalidez y vida, fondo para el retiro y prestaciones.
A partir del 1 abril de 2021, la afiliación será obligatorio, aunque la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y asociaciones civiles se encuentran presionando para adelantar la entrada en vigor de esta medida para proteger a uno de los sectores laborales más vulnerables del país.
El trabajo doméstico tiene rostro de mujer
La OIT define el trabajo doméstico como aquel realizado en uno o varios hogares y que incluye tareas de limpieza, cocina, cuidado de niñas, niños y personas adultas mayores o enfermas, jardinería y vigilancia, entre otras. De acuerdo con datos del Inegi, en Yucatán 56 mil 256 personas se dedican a ello de forma remunerada, de las cuales 45 mil 339 son mujeres.
La mayor parte de ellas se inician en esta ocupación cerca de los 12 años y el grupo de edad más grande es el que va de los 20 a los 44 años. Una parte significativa de ellas es de origen indígena y tienen en promedio tan sólo 6.3 años de educación formal.
Las mujeres obtienen menores ingresos que los hombres en esta ocupación, pues 64.7 por ciento ganan hasta dos salarios mínimos, mientras que en ellos la proporción en este rango es de sólo 34.5. A mayor ingreso, aumenta la diferencia por género, pues mientras 31.2 por ciento de los hombres reciben más de tres salarios mínimos, sólo 8.2 por ciento de las mujeres alcanzan este monto.
Así, la entidad se sitúa, según la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (Enoe), en el primer lugar a nivel nacional, junto con Morelos, en la distribución de empleadas y empleados empleados domésticos, ya que comparten el porcentaje más alto (5.0) en relación con el total del país, es decir 1.5 puntos por arriba del promedio mexicano de 3.5 por ciento.
A pesar de estas cifras, el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred) ha documentado que las empleadas domésticas han sido históricamente objeto de discriminación cuando buscan ejercer sus derechos laborales, debido a la extendida idea de que su ocupación no es un trabajo real, sino parte de lo que les corresponde hacer por ser mujeres.
Bajo este estigma, millones de ellas efectúan sus tareas cotidianas en condiciones adversas, sin seguridad social, contrato, garantías de pensión ni posibilidad de ahorro, sin que exista una autoridad que regule esta situación. (Imagen: grafiti de Banksy)