En el cuarto de hotel, el sujetó la violentó, usó sus conocimientos de Jiu-Jitsu para inmovilizarla e intentó asfixiarla en tres ocasiones.

La joven luchó por su vida, logró escapar, denunció a su agresor y hoy exige justicia.

Por Herbeth Escalante

Mérida, Yucatán,  13 de diciembre de 2021.- A finales de noviembre, Melissa Novelo Loeza se fue de vacaciones con su entonces novio Luis A.G.R. a Playa de Carmen, Quintana Roo, en donde fue víctima de feminicidio en grado de tentativa. Lo que debió ser un viaje de descanso estuvo a punto de convertirse en un crimen.

De acuerdo con la denuncia interpuesta por la joven yucateca en la Fiscalía de Quintana Roo, dicho sujeto la violentó física, psicológica y verbalmente. De hecho tuvo que huir del hotel en donde se hospedaban para poder salvar su vida.

La víctima relató que el pasado 29 de noviembre llegaron a Playa de Carmen y durante el paseo Luis comenzó a pedirle de manera agresiva “que no viera hombres”. De la agresión verbal pasó a la física, pues delante de la gente la tomó de la quijada y la amenazó.

Posteriormente discutieron en la Quinta Avenida y se trasladaron al hotel, en donde la violencia escaló en la madrugada del 1 de diciembre: El sujeto la jaló del cabello y la aventó a la cama para tratar de asfixiarla.

“Yo comencé a forcejear y logré tirarme al piso, ahí se puso encima de mi y puso una toalla en la cara tratándome de asfixiar por segunda vez. Esta vez sentí que ejercía más fuerza, sentí que no podía respirar, por lo que seguí forcejando con todas mis fuerzas hasta que logré subir la toalla y respirar un poco por la boca. En lo que pude le logré decir que me iba a matar y el me contestó que sí, ‘te voy a matar’”, contó Melissa.

La joven señaló que intentó proteger su cara para evitar que Luis continúe con la agresión, pero como él tiene conocimiento del arte marcial Jiu-Jitsu, logró inmovilizarla y, por tercera ocasión, trató de asfixiarla.

“Sólo le pedía que no me matara, le supliqué que no me matara, a lo que él me dijo que me recostara en la cama sin hacer ruido”, agregó la víctima en su denuncia.

Cerca de las 6 de la mañana, Melissa se levantó, agarró su ropa y a su perrita para escapar del sitio. Tomó las llaves del vehículo de Luis para ir por su teléfono celular y computadora que estaban ahí adentro y, cuando cerró la puerta de la recamara, el agresor se despertó, por lo que ella salió corriendo.

“Abrí su auto y sólo logré tomar mi laptop. Él salió furioso, yo crucé la calle y me siguió, me arrebató la ropa, mi laptop y mi perra… sólo logré quitarle a mi perra”, narró en la denuncia que interpuso momentos después en la Fiscalía quintanarroense.

Cuando las autoridades acudieron al hotel para tratar de arrestarlo, él ya se había ido rumbo a Mérida. Por su parte, la joven llamó a sus padres para que vayan a rescatarla.

Tiempo después, el violentó sujeto acudió a su casa para entregarle sus pertenencias y ahí pidió “una disculpa” a sus padres. Posteriormente le mandó un mensaje a Melissa para decirle que ojalá no haya rencores entre ellos.

La joven no se quedó callada y exigió a las autoridades que se haga justicia, pues fue víctima de tentativa de feminicidio. Por lo pronto, el Poder Judicial de Yucatán le otorgó una orden de protección para prohibirle a Luis que se le acerque y para que cuente con auxilio policiaco de reacción inmediata.

Sobre este caso, la agrupación Acción Jurídica Feminista, la cual está asesorando a Melissa junto con otros abogados, exigió que el proceso legal se realice con perspectiva de género y se tipifique el delito como lo que es, con todo lo necesario para que la víctima reciba la justicia que merece.

“Queremos no tener que sentirnos inseguras con las personas que amamos, queremos no tener que limitarnos a amar por miedo a que nos maten, o perder nuestra libertad, vivir con miedo a todas horas, que nos arrebaten nuestra tranquilidad. Si hoy Melissa está viva para contar lo que pasó es por qué pudo salir de ahí, es porque tuvo la suerte de sobrevivir, pero no todas corren con la misma suerte”, precisó.