Mal de Chagas, enfermedad silenciosa que va en aumento
Hay que tener cuidado en esta época de seca, pues es cuando el pic sale de su escondite en busca de sangre para alimentarse y, de esta manera, infectar con el parásito que provoca la enfermedad.
Por Herbeth Escalante
Mérida, Yucatán, 26 de junio de 2023.-El mal de Chagas, enfermedad considerada como silenciosa porque pueden pasar 30 años sin síntomas, así como potencialmente mortal, ya que está relacionado con graves problemas cardíacos y digestivos, va en aumento en el país.
En lo que va del año, se han reportado 418 casos de esta enfermedad, un aumento de 19 por ciento, pues en 2022 hubo 351 casos en el mismo lapso, de acuerdo con el Boletín Epidemiológico del Sistema Nacional de Vigilancia, de la Secretaría de Salud federal.
Los estados con más casos hasta el 10 de junio, son Veracruz con 111, Nuevo León con 39 y Yucatán con 28 reportes.
Tradicionalmente se consideraba que esta enfermedad se presenta en estados con clima tropical, como en la Península de Yucatán, pero en la actualidad ataca ya a 27 entidades.
En Yucatán, se estima que unas 17 mil personas están infectadas con el parásito que provoca el mal de Chagas.
Difícil de detectar a tiempo
La profesora e investigadora Karla Acosta Viana, del Centro de Investigaciones Regionales (CIR) “Dr. Hideyo Noguchi” de la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY), explicó que es una enfermedad endémica de América Latina y está presente en 21 países, aunque debido a la globalización y las facilidades con las que se puede viajar en la actualidad, se han detectado casos en otras partes del mundo.
Esta enfermedad es causada por el parásito Trypanosoma cruzi, el cual tiene la capacidad de infectar a una gran variedad de mamíferos, incluyendo a humanos, perros, gatos, zarigüeyas, entre otros. En el caso de Yucatán, el principal vector es un insecto conocido con la palabra maya “pic”.
“A través de esta chinche, que actúa como un vehículo, puede llevar el parásito de una persona a otra. Si te pica el pic, se alimenta de ti y ese pic lleva tu sangre a otro humano, a quien puede infectar, e incluso a tu mascota”, señaló la especialista, quien forma parte de las investigaciones sobre tratamientos alternativos al padecimiento.
El parásito también puede transmitirse por transfusiones sanguíneas, trasplante de órganos, de la madre a los hijos durante el embarazo o parto, y en menor proporción cuando los alimentos son contaminados con materia fecal del insecto.
La doctora Karla Acosta hizo énfasis en que el Mal de Chagas es una enfermedad silenciosa porque en su primera fase, conocida como la aguda y que puede durar hasta 16 semanas, el 95 por ciento de las personas no presenta síntomas. Y quienes sí las tienen, consisten en fiebre, tos, malestar general, dolor de cabeza y a veces diarrea, es decir, puede confundirse con otros padecimientos.
“Ese es un problema, porque ni siquiera los médicos piensan en la enfermedad del Chagas, porque muchas veces pasa desapercibida durante varios años. En la fase aguda, la probabilidad de encontrar al parásito en la sangre es muy alta, pero como la gran mayoría no presenta los síntomas o se confunden con cualquier otra cosa, pues los pacientes no llegan al laboratorio”, puntualizó.
También se han encontrado algunos casos, en esta fase inicial, de niños infectados que presentaron inflamación de meninges y del corazón, lo que podría desembocar en una muerte repentina.
En el caso de la fase crónica, abundó la investigadora de la UADY, pueden pasar entre cinco y 30 años sin sintomatología, ya que el parásito tiene la característica de “esconderse” en las células cardíacas o del sistema digestivo, lo que también dificulta diagnosticarlo.
Con el paso de los años, el 30 por ciento de las personas infectadas puede presentar afecciones en el corazón y de estos, el 10 por ciento también tendrá alteraciones a nivel de sistema digestivo o neurológico. En el peor de los escenarios, el Mal de Chagas provocainsuficiencia cardíaca y muerte súbita.
“La mayoría de los pacientes se entera que está infectado cuando acuden a donar sangre y, en las pruebas que les aplican salen reactivos a Chagas, entonces es cuando se enteran y llegan a nuestros laboratorios para confirmar. Es decir, se enteran cuando ya avanzó la enfermedad y lamentablemente no cuentan con un tratamiento idóneo”, explicó la experta.
En este contexto, la doctora sostuvo que se trata de un grave problema de salud pública, ya que incluso la Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que siete millones de personas están infectadas con el Trypanosoma cruziy que el 20 por ciento de la población latinoamericana está en riesgo. En el caso de Yucatán, dijo que de acuerdo con predicciones que realizaron investigadores del CIR UADY en 2019, a partir de análisis de diversos estudios sobre esta enfermedad, habría entre 16 mil y 17 mil personas infectadas.
El pic sale en época de calor
Por lo pronto, Karla Acosta declaró que hay que tener cuidado en esta época de seca, pues es cuando el pic sale de su escondite en busca de sangre para alimentarse. Además, ahora es común encontrarlas en las zonas urbanas, debido a la expansión de los fraccionamientos –principalmente los que están en la periferia de Mérida- que han “invadido” las zonas rurales.
“A esta chinche le atrae mucho la luz blanca y las paredes de ese color, por eso es común verlos en los patios de las viviendas, cerca de donde hay perritos y gatitos. Es un insecto nocturno y sí vuelan, aunque no grandes distancias ni a velocidad rápidas, y les gusta meterse en las viviendas que tienen paja, madera, bajareque o paredes porosas, por eso es importante prevenir que no piquen a nuestra familia”, apuntó.
Por último, indicó que aunque las primeras investigaciones sobre esta enfermedad se publicaron hace más de 100 años, aún no se cuenta con vacuna, y los únicos dos medicamentos que existen, el Benznidazol y el Nifurtimox, no son tan eficientes en la etapa crónica, además de que no se venden en las farmacias y sus efectos secundarios son incómodos.
“Los trabajadores del sector salud tenemos que estar atentos con esta enfermedad silenciosa, sobre todo porque Yucatán está en una zona endémica. Estamos ante un problema de salud pública porque difícilmente se diagnostica a tiempo y por lo tanto, el tratamiento tampoco se aplica de inmediato”, finalizó.