Luchó contra el cólera y la influenza, ahora enfrenta al Covid-19
Al doctor Manuel Pérez Carrillo le toca coordinar toda el área que atiende a pacientes con síntomas del Covid-19 en el Hospital Regional de Alta Especialidad.
Aunque se declaró dispuesto a trabajar las horas que sean necesarias en caso de que la situación lo requiera en esta contingencia, también confesó que su labor siempre la lleva a cabo pensando en su familia.
Por Claudia Arriaga
Mérida, Yucatán, 31 de marzo del 2020.- El doctor Manuel Humberto Pérez Carrillo tiene 32 años de experiencia en el ramo de la salud y durante este tiempo ha luchado contra epidemias como cólera en 1995, el dengue en 1997 y la crisis de la influenza en el 2009. Su trabajo no ha sido frenado ni por los siete huracanes en los que prestó asistencia médica.
Y hoy le toca coordinar toda el área que atiende a pacientes con síntomas del Covid-19 en el Hospital Regional de Alta Especialidad de la Península de Yucatán, una emergencia sanitaria que desde hace más de 15 días impacta a nuestras sociedad.
Para él, sentir miedo no es una opción y aunque sabe que estará en primera fila en esta batalla, no desistirá en la labor que realiza.
“Yo me siento seguro, no he tenido pánico, ni temor, he afrontado las cosas con la responsabilidad que se debe, aseo de manos, uso un gorro y cubrebocas, todo esto que en un momento dado me protege, a mis compañeros y a mi familia cuando salgo de aquí”, explicó el médico de 65 años.
El doctor Manuel comparó la pandemia del Covid-19 con la influenza. En aquella ocasión, recordó, se mudó 15 días a vivir en la delegación hospitalaria donde trabajaba y atendió junto a sus demás colegas a más de 100 personas.
“La verdad que fue algo similar, restringimos el estado de Quintana Roo, nadie salía de sus casas, todo era por teléfono. La gente trabajaba desde casa, salía lo menos a la calle y había más casos. De 50 consultas que atendíamos en un día,subimos a 120”, detalló.
Ahora, con la contingencia del Covid-19 en el país, reconoce que las acciones de las autoridades para evitar los contagios son positivas y, referente a las reacciones de los mexicanos, dice es algo normal.
“Cuando la gente empieza a ver que hay una contingencia y no tiene información, entra en pánico y por ejemplo, compra papel de baño sólo porque el vecino se lo dice”, señaló.
Aunque se declaró dispuesto a trabajar las horas que sean necesarias en caso de que la situación lo requiera, también confesó que su labor siempre la lleva a cabo pensando en su familia.
Además, a pesar de las largas jornadas, dejar la bata blanca en el hospital al terminar el turno no es tan fácil, ya que le ha tocado aclarar las dudas de los vecinos de la cuadra donde vive sobre la pandemia.
Y en otras ocasiones brindarle una charla reconfortante a su equipo. “Cuando hay desinformación, sobre todo entre los camilleros, nos acercamos a platicar con ellos y cuando ven el riesgo y magnitud trabajan con el mismo animo que los demás”, dijo el médico.
La pandemia del Covid-19 no solo ha puesto a prueba a todos los mexicanos, los doctores y al personal médico de los hospitales que se encuentran al frente de la línea de guerra también deben prepararse para enfrentar nuevos retos.
Quizás para algunos no sería la primera vez, pero la labor que realizan no les permite, como al resto de la gente, quedarse en casa y resguardarse.