Luchan contra las adicciones en la pandemia
Desde hace 80 días están confinados en los albergues sin recibir visitas, no tienen contacto con el mundo exterior. Para poder rehabilitarse, sobreviven de los donativos, pero éstos han disminuido debido a las afectaciones económicas de la contingencia.
Por Claudia Arriaga.
Mérida, Yucatán, 16 de junio del 2020.- Se cumplieron 80 días sin visitas para un grupo de 35 personas en proceso de rehabilitación contra las adicciones. En total confinamiento, esperan que disminuya la ola de contagios de Covid-19 en Yucatán para reintegrarse al mundo exterior y volver a estar con sus familias.
Se trata de los internos del albergue “Volver a empezar” en Kanasín y “Maya Salvador” en Uaymitún, en donde para dejar las drogas y el alcohol no es obligatorio el encierro y tampoco es un tratamiento que limita la libertad.
Pero la pandemia del Covid-19 los obligó a quedarse confinados. Las llamadas telefónicas son permitidas, pero no es suficiente. Extrañan el contacto con sus seres queridos.
Alain Aarón Sánchez Aguilar es el encargado de recolectar ayuda para los dos centros y, como exadicto, reconoce que la situación no es fácil. “Nosotros optamos por no entrar, llegamos a la reja, dejamos las bolsas con víveres, sale uno de ellos a recogerlas y las desinfecta. Ellos están aislados y nosotros los podríamos enfermar, por eso tomamos esas medidas”, detalló.
La pandemia también los ha afectado económicamente. Los albergues no cobran cuotas de recuperación a los internos, se sostienen de donativos, los cuales han disminuido por la paralización parcial de la economía.
En el albergue de Kanasín, ninguno de los 17 huéspedes aporta y de los 18 de Uaymitún, sólo dos dieron 200 pesos al ingresar. “Si tienes, ayudas y si no tienes, pues nosotros te ayudamos”, señaló Alain.
La mayoría de las personas que llegan a rehabilitarse es porque han tocado fondo, no tienen a donde ir y ya nadie los quiere, por lo que no cuentan con apoyo económico. De hecho, usualmente las visitas de los familiares ocurren después de ver el compromiso con el cambio de vida.
Por el momento se mantienen por las contribuciones de los padrinos Víctor, Elías y Piña – sus nombres completos no pueden ser revelados, su labor es totalmente altruista- pero solo alcanza para cosas básicas. En el caso del albergue “Maya Salvador”, el Ayuntamiento de Progreso ha donado 18 despensas cada quince días para cada interno.
Alain explicó que la rehabilitación que practican está fundamentada en los 12 pasos de Alcohólicos Anónimos, así como terapia ocupacional y de oficios, horarios para desayunar, alistarse y lectura espiritual.
Desafortunadamente, por la falta de presupuesto, no cuentan con psicólogos, pero de vez en cuando va alguno voluntariamente. Además, los centros han recibido mujeres, pero no de manera regular. Trabajan en las adecuaciones de las instalaciones para poder atenderlas.
Alain se ha comprometido con la causa. Confía que como él, otras personas puedan salir de las adicciones. “Tuve cinco internamientos por no entender cómo era esto, intenté los religiosos pensando que Dios me iba a salvar, pero he descubierto que solo puede salvarse uno mismo”, comentó.
Actualmente, recuperó la relación con sus dos hijas de diez y 19 años de edad y está a punto de abrir un albergue en Telchac Puerto, que se llamaría “El Capitán” en honor a su padre.
*Si deseas contribuir con los dos centros de rehabilitación para apoyar a las 35 personas, puedes comunicarte directamente con Alain al teléfono 999 737 3367