Kukulcán descendió de noche en Chichén
Este fenómeno arqueo-astronómico poco conocido es denominado “la serpiente lunar” y ocurre a los pocos días del equinoccio de primavera, justo en la primera luna llena.
Por Herbeth Escalante y fotografía de Lorenzo Hernández
Tinum, Yucatán, 7 de abril de 2023.-El Dios maya Kukulcán volvió a descender en la pirámide de El Castillo en Chichén Itzá, sólo que esta vez lo hizo de noche y aprovechando la intensa luz de la luna llena y el cielo despejado de la primavera.
Este fenómeno arqueo-astronómico poco conocido es denominado “la serpiente lunar” y ocurre a los pocos días del equinoccio de primavera, justo en la primera luna llena.
Fue descubierto en la década de los 90 y hasta el momento los investigadores del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) no han podido definir cuál era el significado para los mayas prehispánicos.
“Se está estudiando para establecer si este fenómeno tenía un significado relevante para los mayas antiguos. Apenas está siendo investigado y aunque hay muchas hipótesis, científicamente no se ha comprobado nada”, señaló Marco Antonio Santos Ramírez, director de la zona arqueológica de Chichén Itzá.
El arqueólogo agregó que se cree que era algo más simbólico y no práctico para la civilización maya, es decir, que no tiene relación con el tema agrícola, como sí ocurre con el descenso de Kukulcán el 21 de marzo, que marcaba el calendario de planificación de las cosechas.
Y tal y como sucede con la llegada de la primavera, la serpiente emplumada baja por el lado Norte de El Castillo, formando sombras de triángulos en las escalinatas hasta la cabeza de piedra de dicho Dios prehispánico.
En esta ocasión, la serpiente lunar se observó en la madrugada del Jueves Santo, cuando hubo luna llena. Su cuerpo se empezó a formar a las 03: 00 horas y a las 04:30 lució en su máximo esplendor.
“La luna se encontró en la misma posición que el Sol en el momento del equinoccio de primavera, por lo tanto, el fenómeno de luz y sombra se asemeja a lo que se puede ver en esos días, pero esta vez aprovechando la intensidad de la luz lunar”, abundó Marco Santos.
De esta manera, Ixchel, la Diosa de la Luna, le dio la bienvenida a Kukulcán, en un espectáculo que muy pocas personas han podido atestiguar en la época actual, pero que evidencia una vez más la grandeza de la civilización maya. (Publicado también en El Heraldo de México)