Juntar a rectores para la foto no acabará con la violencia en universidades
La activista feminista y fundadora de UADY Sin Acoso, Rosa Cruz Pech, señaló que para que la Red de Universidades Violeta realmente funcione se tiene que tomar en cuenta a la comunidad estudiantil.
Recordó que el principal error que presentan los protocolos para atender la violencia en las instituciones de nivel superior es que son elaborados con base en lo que sus autoridades creen que hace falta y no en lo que el alumnado realmente demanda.
Por Paloma Reyes
Mérida, Yucatán, 12 de marzo del 2022.-Se debe otorgar puntual seguimiento a las iniciativas Distintivo Violeta y la Red de Universidades Violeta para saber si realmente sus objetivos son funcionales en la comunidad estudiantil y que no se queden únicamente en una firma de acuerdo o en una foto, advirtió la fundadora de la asociación UADY Sin Acoso, Rosa Cruz Pech.
Cabe señalar que esta red fue puesta en marcha por el gobernador Mauricio Vila el pasado lunes 7 de marzo, en un evento que reunió a diversas autoridades educativas del nivel superior y cuyo objetivo es “crear espacios seguros para las estudiantes yucatecas en todas las universidades del estado, ofreciendo capacitación constante a todo el personal y el alumnado, promoviendo la no discriminación, la incorporación de la perspectiva de género y la no violencia”.
Sin embargo, en entrevista para Haz Ruido, Cruz Pech señaló que este tipo de proyectos están más enfocados a las instituciones que a la comunidad estudiantil.
Recordó que el Distintivo Violeta estuvo dirigido en un principio a las empresas cuyo personal ya había recibido capacitación y sensibilización en temas de género, pero en la práctica no se garantizaba que la estancia de las mujeres en las compañías sea realmente igualitaria.
Lamentó que tuvieron que pasar diversos eventos trágicos para que se realicen estas acciones en las universidades, que, aunque son interesantes, habría que conocer más a fondo sus objetivos.
“Juntar a los rectores, tomarse una foto y firmar una carta compromiso, sabemos que no es sinónimo de que se quiera trabajar”, declaró.
En ese sentido, dijo que las activistas llevan bastantes años queriendo que exista un diálogo con las universidades y siempre han sido insistentes en que se tiene que escuchar a la comunidad estudiantil y no solo a los directivos.
Por ello, Rosa Cruz hizo hincapié en que el principal error que presentan los protocolos para atender la violencia en estas instituciones de nivel superior en todo México, es que son elaborados con base en lo que sus autoridades creen que hace falta y no en lo que el alumnado realmente demanda.
Como ejemplo, mencionó al protocolo de la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY), para el cual han demostrado que no es funcional ya que discrimina a los niños, niñas y adolescentes, no toma en cuenta la violencia digital y no es práctico en una situación de emergencia pues es demasiado extenso.
Eso sí, manifestó que existe evidencia de que los estudiantes están pidiendo ser escuchados pues como muestra están las recientes protestas efectuadas en las universidades siendo además de la UADY, la Anáhuac, Modelo, entre otras.
A comparación de otros años, comentó, las y los universitarios ya no están tolerando la violencia y es afortunado ver que hay interés en el tema.
Finalmente, la activista dijo que tanto el distintivo como la red son necesarias, pero se les debe dar seguimiento puntual para que sean funcionales.
“Esperamos que la red funcione y no solo se quede en una firma de acuerdo”, apuntó.