Joven denuncia a exhibicionista y policía la acosa
«Era el colmo que el policía al que reporté el acoso me estuviera acosando», relató.
Por Redacción
Mérida, Yucatán, 2 de septiembre de 2019.- En junio pasado, una joven denunció el ataque de un exhibicionista
sucedido por el rumbo de Francisco de Montejo. La afectada levantó el reporte
con patrulleros de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP), sin embargo, uno
de los agentes que la atendió comenzó a acosarla por WhatsApp.
La agredida relató a Haz Ruido los detalles de ambas agresiones, la primera tuvo lugar el martes 4 de junio de este año. Ella se dirigía al trabajo cuando un hombre en bicicleta, de entre 35 y 40 años, la detuvo para preguntarle la hora y aprovechó para enseñarle su miembro.
“Al momento entré en shock, lo único que hice fue ignorarlo, mirar al frente caminando rápido y extender el brazo, mientras el señor me seguía preguntando por la hora. El sujeto me siguió por toda la calle, es una calle larga, cerca de mi casa, sin cruces por más de 200 metros”, contó.
La mujer narró a este medio que días después, luego de hablar con una psicóloga, decidió levantar un reporte por este hecho. El lunes 10 de junio contactó a una patrulla que se encontraba muy cerca de su domicilio, los agentes escucharon su historia y tomaron sus datos, entre ellos, su nombre y número de teléfono.
“Uno de los policías, el más joven, me dijo que además de llamar al 911 le podía enviar WhatsApp si veía al sujeto y quiso darme su número”, comentó la joven, quien horas más tarde comenzó a recibir mensajes por WhatsApp de ese mismo servidor público, de nombre Miguel.
“No sabía que los policías no se supone que te contacten por WhatsApp, por lo que inició una conversación que duró hasta el día 13”, indicó. Estas comunicaciones la hacían sentir incómoda, pues el agente le preguntaba información personal, como su ocupación o si vive sola, incluso la llamó en varias ocasiones pero ella nunca contestó.
“Puse un alto verbal ese día al ver un mensaje del día anterior que decía ‘Hola nena buenas tardes ¿está usted ocupada?”. El policía no dejaba de escribirme y ya no aguantaba lo incómoda que se estaba volviendo la situación”, dijo.
Atemorizada, buscó ayuda con otros agentes de la SSP que encontró en la calle. “Dentro de todo, fueron comprensivos, yo estaba muy alterada y llorando, uno de ellos dijo que era el colmo que el policía al que reporté el acoso me estuviera acosando”, sostuvo.
Al llegar a su casa y siguiendo el consejo de los últimos agentes, contactó al número de emergencia 911. “Me dijeron que podía ir a la Fiscalía, pero que enviarían agentes a entrevistarme; yo insistí en que iría a la Fiscalía, no quería que nadie me visitara”, continuó.
“Esa misma tarde, llegaron oficiales vestidos de café en un sedán con colores de patrulla. Me asusté al principio, pero decidí responder la puerta. Me entrevistaron sobre el policía del WhatsApp, me dieron a llenar un formato para que hiciera una declaración por escrito, con calma dentro de mi casa, mientras ellos se quedaban fuera bajo un toldo.
“Les entregué el reporte y uno de ellos me proporcionó su número para enviarle las capturas de la conversación y llamadas por WhatsApp, lo cual hice más tarde y, afortunadamente, el oficial no respondió nada inapropiado y no se repitió la historia”, relató.
Al día siguiente, viernes 14 de junio, acudió al departamento de Atención Ciudadana de la SSP a levantar una queja por el caso del policía acosador. De paso, también reportó al exhibicionista en bicicleta ante la Fiscalía General del Estado (FGE).
“Decidí que ya que estaba allí trataría de levantar otro reporte sobre el acosador de la bicicleta. La verdad, a estas alturas, ya hasta hubiera preferido topármelo a él que al policía del WhatsApp, pero era muy posible que aún estuviera allí afuera”, lamentó.
Transcurrieron varios días hasta que el lunes 19 de junio un vecino le comentó que, el sábado anterior, unos hombres que se transportaban en un coche gris, sin rótulos, habían preguntado por ella, mencionando que alguien la estaba molestando.
“Pregunté si estaban uniformados y me dijo que no. Cuando me enteré, me dio mucho miedo. Entré en pánico, ¿qué tal si eran cómplices del policía del WhatsApp?”, contó.
“Llamé tanto a Atención Ciudadana de la SSP como a la Fiscalía para tratar de descartar que hubieran enviado a alguien. Atención Ciudadana dijo que no había enviado a nadie pero la llamada con Fiscalía fue más caótica, estaba llorando y asustada porque ya había descartado una de las dos opciones que no me ponía en riesgo”, detalló.
Después de muchas transferencias y desesperación, en esa dependencia le dieron respuesta. “No recuerdo el departamento de la señorita que me atendió, pero parecía estar cerca de un puesto relacionado con mi demanda”, señaló.
“Me comentó que sí habían enviado agentes a entrevistarme, pero que yo no había respondido. No me dijo por qué fueron en un coche gris y vestidos de civil, pero me aseguró que las personas que me entrevistarían después irían uniformadas y en patrulla”, narró.
Hasta el momento de esta publicación, la afectada no ha vuelto a recibir visitas, llamadas ni mensajes por parte de la SSP ni de la FGE sobre ninguna de sus dos denuncias.
“Me da miedo cada vez que veo a una patrulla en mi zona o cerca de mi casa. Trato de fijarme para ver si puedo reconocer al policía del WhatsApp y trato de recordar el número de la patrulla. Me da miedo salir muy temprano y no lo hago con tal de no toparme con el acosador de la bicicleta”, concluye.