Jesús necesita ayuda en su lucha contra la ceguera y la diabetes
Se estima que el 17.9 por ciento de la población en Yucatán, es decir, 414 mil 852 personas, tienen alguna discapacidad o limitación en la actividad cotidiana.
Por Claudia Arriaga
Mérida, Yucatán, 29 de enero del 2021- Hace cinco años, el señor Jesús Manuel Medina Pérez perdió la vista por desprendimiento de retina, como secuela de la diabetes que padece y que descuidó por falta de recursos para comer adecuadamente, ya que durante algún tiempo vivió en la calle.
Afortunadamente, se reencontró con su expareja Reina Cauich, quien al verlo en esa situación lo alojó en su casa. Y aunque siempre se dedicó a vender productos de temporada en la calle, ya sin poder ver, decidió tocar la guitarra por algunas monedas.
“Desde que quedé ciego la señora me ha ayudado, recordé que sabía tocar la guitarra y le pedí que me lleve a tocar al Centro. Me daba tristeza porque desfilaban los cobratarios y ella había hecho préstamos para pagar una operación de 25 mil pesos que necesitaba. La primera vez gané 75 pesos, luego me daban comida, despensa, pero desgraciadamente con la pandemia ya no pude seguir”, explicó.
La situación de Jesús empeoró con el confinamiento y la falta de recursos. En octubre fue internado en el Hospital O’Horán porque sus riñones dejaron de funcionar, pero no podían dializarlo por la diabetes. Y fue ahí en donde descubrieron que la insulina que le proporcionan en el Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi) no le hace bien a su cuerpo.
En noviembre, firmó su alta voluntaria y acudió a un médico particular en donde con otros medicamentos salvó su vida. El costo mensual es de más de 3 mil pesos y en este momento no está dentro de sus posibilidades adquirirlos.
Tampoco cuenta con la pensión para el Bienestar de las Personas con Discapacidad, a pesar de que la solicitó desde hace casi dos años y de que tiene una credencial del Gobierno Federal que acredita que tiene una discapacidad.
Por ahora, Jesús no está solo, en su camino se cruzó Julia Sosa, quien es rescatista de perros y gatos y está al frente de Hogar Colitas. La joven acudió a un rescate y se enteró de su situación, por lo que decidió apoyarlo.
“No queremos que esté al borde de la muerte nuevamente, durmiendo en la calle y pidiendo limosna. Sabemos que hay mucha necesidad y que hay gente buena que lo puede ayudar”, acotó.
Ella vende postres y hace rifas para juntar dinero y poder comprar Invokana, un medicamento que cuesta mil 100 pesos y que ayuda a Jesús con la diabetes, riñones y el corazón. Y también debe usar insulina en plumillas. Además, está pendiente de la mascota de la familia, pues se encontraba en malas condiciones.
Por ahora la intención de la joven es juntar dinero para los medicamentos y comprar una olla vaporera, pues Jesús desea vender tamales para no depender de la ayuda de las personas. Otro de sus deseos es que por fin reciba la pensión del Gobierno Federal.
Desafortunadamente, Jesús no es el único en estas condiciones, en el último informe de Resultados del Censo de Población y Vivienda 2020 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), se estima que el 17.9 por ciento de la población en Yucatán, es decir, 414 mil 852 personas tienen alguna discapacidad o limitación en la actividad cotidiana.
*Si deseas ayudar a don Jesús o participar en alguna de las dinámicas para apoyarlo puedes checar el Facebook de Hogar Colitas o a los teléfonos 9992452345 y 9994517741.