A pesar de que Natiluz interpuso denuncias en contra de su captores, hasta ahora no se ha hecho justicia.

Por Claudia Arriaga

Mérida, Yucatán, 30 de junio de 2021.- Hace cuatro años, Natiluz Pérez Lara denunció en la Fiscalía General del Estado (FGE) que fue privada de su libertad en el centro de rehabilitación «La Gloria de Santa Isabel” en donde vivió un infierno. Su difunto padre Javier Pérez Hernández y la hermanastra de él, Gabriela H., la internaron con el objetivo de quedarse con su hija Helen. La joven escapó, pero no logró recuperar a la niña ni llevar ante la justicia a la dueña del anexo, de nombre Daisy F.B.

Haz Ruido publicó la historia de Natiluz en diciembre del 2020. Informó que la joven permaneció recluida en el presunto centro contra las drogas por dos meses e intentó escapar en tres ocasiones. La primera no lo logró, pero se aprendió las calles y el camino. En la segunda ocasión, aprovechó que la sacaron a bañar y se puso tres pantalones para escalar un muro con vidrios y una montaña de basura; llegó hasta la casa de un vecino que no creyó lo que ocurría y la entregó de nuevo a sus captores. En la tercera vez, ella y tres jóvenes forzaron una ventana para salir.

Lamentablemente, debido a que la internaron en el anexo en complicidad con la dueña Daisy F.B., quien sabía que la joven no consumía ninguna droga, la jueza otorgó la custodia provisional de Helen a su tía.

“En los primeros dos meses de este año le dieron la custodia provisional a mí tía Gabriela H., quien fue la que me metió al anexo. Mi hija no tiene ningún apellido en común, no tiene parentesco alguno y aún así la jueza se la cedió. No hay avance en ninguna de mis denuncias. No me dieron oportunidad de defenderme, mis abogados metieron un amparo, pero aún no hay respuesta”, relató.

Otro de los obstáculos para poder ver a su hija es que la agencia de la FGE en Kanasín, donde denunció al anexo por privación ilegal de la libertad, desde octubre del año pasado a la fecha se rehúsa a entregarle su carpeta de investigación en la que están algunas de las pruebas. 

“En la agencia de Kanasín solicité la carpeta de investigación donde está anexada mi prueba de antidoping y la declaración de mis testigos para llevársela a la jueza que lleva el caso de la custodia de mi hija, pero no me lo dan porque dicen que está en revisión. La jueza lo solicitó, pero no se lo dan por lo mismo. No hay avances”, sentenció.

Para ingresar a Natiluz al anexo, la hermanastra de su papá – quien ahora tiene la custodia provisional de su hija- la engañó con ofrecerle un trabajo y la citó bajo el puente de Xmatkuil. Esa vez le dijo que le había conseguido un trabajo para “decorar la fiesta de una diputada”.