Greenpeace advierte que Xcaret deforestaría 160 hectáreas en Santa Elena
No a la urbanización de la Selva Maya: Exhortan a Semarnat a que niegue la autorización de cambio de suelo solicitada por esa empresa que pretende construir un complejo hotelero
Por Redacción
Mérida, Yucatán, 23 de julio de 2024.- La asociación civil Greenpeace México advirtió que, en caso de que se autorice la construcción de un complejo hotelero de Grupo Xcaret en el municipio yucateco de Santa Elena, habría consecuencias negativas para el hábitat, como la deforestación de casi 160 hectáreas en la Reserva Estatal Biocultural del Puuc.
Como hemos dado seguimiento en Haz Ruido, dicha empresa pretende construir nueve hoteles con una capacidad máxima de 16 mil 200 huéspedes, es decir, casi cuatro veces la cantidad de pobladores que viven en la localidad de Santa Elena, cercana a la Zona Arqueológica de Uxmal, lo que podría impactar directamente a su medio ambiente y al acceso a servicios como el agua potable.
A través de la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) marcada con la clave 31YU2024UD049 entregada a la Semarnat, fue posible conocer que la operadora turística de la empresa Xcaret solicitó cambio de uso de suelo en terreno con vegetación forestal para la construcción y operación de este proyecto que estiman sea de alto impacto.
En ese documento se explica que necesitarían cuatro años para la preparación del sitio y otros seis para la construcción, mientras que esperarían que el proyecto turístico e inmobiliario tuviera una duración mayor a 100 años.
Al respecto, Greenpeace México presentó el 19 de julio pasado a la Semarnat una serie de comentarios y alertas respecto a esa MIA, sobre todo porque se pretende construir dentro de una zona de influencia del Área Natural Protegida denominada “Reserva Estatal Biocultural del Puuc”.
De acuerdo a la información presentada por la empresa que quiere construir ese proyecto, también se contempla el desarrollo de macrolotes en diversas secciones del terreno, en los que pretenden desarrollar más proyectos turísticos y espacios residenciales, lo cual ampliará aún más los impactos ambientales durante los próximos años.
La asociación internacional sostuvo que un proyecto de esta magnitud significa la deforestación de casi 160 hectáreas, lo que implicaría talar alrededor de 165 mil árboles. Esa intención de deforestación responde a la necesidad de excavar el predio hasta 36 metros de profundidad para introducir elementos ajenos al escenario natural de la zona, entre ellos, cascadas y ríos artificiales.
Los requerimientos de agua para la operación del proyecto ascienden a un volumen de 6 mil 500 m3 al día, lo cual suma 2 millones 372 mil 500 m3 al año. Este consumo supera 22 veces al volumen anual concesionado para el uso urbano de todo el municipio de Santa Elena. En contraste, actualmente solo la mitad de la población local tiene acceso al agua potable, según el censo del Inegi de 2020.
Además, en el predio del proyecto se encontraron especies de aves sujetas a protección especial según la NOM-059-SEMARNAT-2010. Estas son el pavo ocelado (Meleagris ocellata), el búho virginiano (Bubo virginianus spp. mayensis), el loro de frente blanca (Amazona albifrons) y el loro yucateco (Amazona xantholora).
“Lejos de proponer una verdadera prevención para evitar desplazar a las aves con el proyecto, la empresa se limita a realizar “actividades de ahuyamiento, rescate y desmonte gradual”, criticó.
Por tal razón, en un comunicado, Greenpeace “dice no a la urbanización de la Selva Maya”, el pulmón verde mexicano. En ese sentido, sostuvo que este proyecto es incompatible con una política de largo aliento que busque asegurar la preservación y conservación en zonas de valor ambiental en el marco de la crisis climática.
“Exhortamos a la Semarnat a que niegue la autorización de cambio de suelo solicitada por Grupo Xcaret, ya que más allá de los riesgos e impactos enunciados en la respectiva Manifestación de Impacto Ambiental, en el mediano y largo plazo su implementación conduciría a un escenario de creciente urbanización y especulación inmobiliaria que contribuirían a grandes afectaciones a la cultura y biodiversidad de la selva maya”, recalcó.
A la misma institución, exhortó a fortalecer y ampliar los polígonos de protección en reservas y Áreas Naturales Protegidas existentes, como es el caso de la Reserva Estatal Biocultural El Puuc, en colaboración con las autoridades ambientales y las comunidades locales del estado de Yucatán.
Cabe mencionar que este no es el primer proyecto que Xcaret pretende levantar en Yucatán. Sigue en puerta el parque Xibalbá en Valladolid, el cual fue clausurado en 2022 por la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) por el impacto negativo que generaba a los cenotes y ríos subterráneos. (Foto de redes sociales)