Pescadores y autoridades coinciden en que está en riesgo la economía de los puertos y el medio ambiente, debido a esa actividad ilegal

Por Herbeth Escalante

Mérida, Yucatán, 14 de marzo de 2019.- Las consecuencias del furtivismo cada vez son más visibles en la costa yucateca, no sólo porque año tras año empiezan a escasear especies marinas importantes para la economía local como el mero, sino que también representa un golpe directo al futuro de los pescadores.

“Tenemos que proteger que no haya esa actividad  ilícita, porque al romper la época de cualquier veda hay una afectación a otros productos, no sólo es la preservación de una especie en especifico, es todo el medio ambiente en su conjunto”, sostuvo el diputado del Verde Ecologista, Harry Rodríguez Botello Fierro.

Declaró que en los últimos años, el furtivismo se convirtió en uno de los mayores problemas en Yucatán, por lo que se tienen que reforzar las medidas para garantizar que se respeten todos los periodos de prohibición de captura.

Por su parte, el jefe del departamento de Acuacultura de la delegación de la Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca (Conapesca), Guillermo Coronado García, indicó que las especies más afectadas por este delito es el mero, el pepino de mar y la langosta.

“Quienes se dedican a esa actividad no entienden que además de impactar a las especies también lo hacen a los pescadores que sí tienen permisos, porque se corre el riesgo de que más adelante no haya esos productos”, agregó el funcionario federal.

Recordó que los tiempos de veda, como los que están vigentes hoy día en el litoral yucateco, son necesarios para permitir que las especies se reproduzcan y dentro de unos meses exista la cantidad suficiente para capturar y se dinamice la economía de la costa.

En ese mismo tenor, Rodríguez Botello Fierro recalcó que desde tiempo atrás el furtivismo no se ha podido controlar y como ejemplo puso “el pleito de toda la vida por el pepino de mar”, especie cotizada en Asia que suele permitirse capturar legalmente entre una semana y 15 días al año.

Las repercusiones de la pesca furtiva, aunado a la sobreexplotación y el cambio climático, es más visible en el mero. De acuerdo con la Carta Nacional Pesquera 2018, de 1970 a 1986 el promedio anual de captura de dicho producto marino era de 13 mil 900 toneladas, pero de 2005 a 2014 la media fue de siete mil 800 toneladas.

Pero la situación se complica, tan sólo en la última temporada, que finalizó en el último día de enero, no se capturó ni 6 mil toneladas de mero en Yucatán, informó la Conapesca.

Operativos contra furtivos

Actualmente, las autoridades de seguridad estatales y federales implementan un operativo permanente en la costa para impedir que los furtivos sigan depredando las especies marinas en estas semanas de veda.

Ayer la Fiscalía General de la República (FGR) dio a conocer que en un predio en Celestún lograron asegurar 892 kilogramos 540 gramos de pepino de mar, así como 542 kilos de pulpo.

En la movilización detuvieron a tres hombres y una mujer que presuntamente se dedicaban al furtivismo, a quienes les decomisaron un arma de fuego tipo rifle calibre 22 y diversos objetos del delito.

Además, hace una semana, elementos de la Marina Armada de México capturaron en altamar a cinco personas  que estaban realizando actividades de pesca furtiva, justo enfrente de San Felipe.

Los uniformados les retiraron los utensilios prohibidos que utilizaban para pescar especies en veda, como por ejemplo un compresor y equipo de buceo, entre ellos un visor-boquilla y un tanque para pasar oxígeno.

Los delincuentes pudieron ser localizados gracias al aviso de pescadores ribereños. Intentaron escapar en dos embarcaciones cuando notaron la presencia de los marinos, pero finalmente fueron aprehendidos.

En 15 días finalizará la veda del mero, por lo que los hombres de mar podrán retornar a sus actividades, sin embargo son ellos mismos quienes exigen que no se detengan las acciones para vigilar que se respeten las otras especies, pues saben que está en riesgo su futuro.