Falta de gasolineras en municipios orilla al clandestinaje
La gente se mueve principalmente en motocicletas en sus comunidades, pero hay quienes tienen que viajar a otras localidades para cargar combustible, situación que no les resulta económicamente porque se les consume de regreso.
El diputado Alejandro Cuevas sostuvo que quienes venden gasolina en sus propios pueblos no precisamente son huachicoleros, por lo que esta actividad requiere un tratamiento especial.
Por Herbeth Escalante
Mérida, Yucatán, 23 de octubre de 2019.- En los últimos meses, autoridades federales han realizado diversos operativos anti-huachicol en municipios del interior del estado, en los que han decomisado cientos de litros de gasolina y diésel e incluso suelen detener a personas a las que acusan por los delitos de venta y almacenamiento ilegal de hidrocarburo. La falta de gasolineras en esas comunidades orilla a pobladores a dedicarse a esta actividad ilícita y peligrosa.
Las acciones de seguridad, en las que participan principalmente el Ejército y la Fiscalía General de la República (FGE), se han realizado en localidades como Homún, Chikindzonot, Hunucmá, Tekit y recientemente en Samahil.
Los informados han encontrado decenas de bidones con combustible en predios particulares o establecimientos como tendejones, bodegas o hasta en tiendas de zapatos.
Al respecto, el diputado local del PRD, Alejandro Cuevas Mena, sostuvo que debido a que en muchos municipios no cuentan con gasolineras establecidas, la gente opta por abrir expendios de hidrocarburos en sus propias casas.
“Es algo que ocurre desde hace muchos años, no se trata de huachicol propiamente, es gente del propio pueblo que compra gasolina en las estaciones formales de otras localidades y las venden en su propia comunidad, porque simplemente no hay” explicó.
El legislador sostuvo que este comercio clandestino ocurre en otros estados del país, como en Chiapas, en donde se puede encontrar expendios de combustible por todos los caminos de las localidades más remotas.
En el caso de Yucatán, explicó, las y los pobladores utilizan mayormente motocicletas o mototaxis para transportarse, pero el problema es que al no existir estaciones formales tienen que ir a cargar a otros municipios a varios kilómetros de distancia y, tan sólo en el regreso, se les consume una buena parte del tanque. Es decir, no les resulta económicamente.
“Por ejemplo, los motaxistas de Opichén tiene que ir a cargar a Maxcanú, pero de regreso se gastan casi toda su gasolina, sale más caro el caldo que las albóndigas”, indicó Cuevas Mena.
Relató que en su natal Halachó, en el poniente de Yucatán, es común ver que habitantes de Isla Arenas (Campeche) llegan ahí para comprar gasolina, pues no cuentan con estaciones en su comunidad.
“Viajan más de 80 kilómetros para cargar, sino vinieran con bidones en sus camionetas para almacenar combustible, no les resultaría”, agregó.
Ante esta situación, Cuevas Mena indicó que las autoridades federales deben tomar medidas para que se establezcan este tipo de expendios particulares con los cuidados pertinentes, como ocurre con el comercio de pirotecnia.
“O de plano promover la creación de gasolineras, pero no es de lo que se trata, no deberían haber más. Aquí la pregunta es de dónde va a sacar gasolina para moverse”, sostuvo.
El perredista abundó que los habitantes dedicados a esa actividad no deberían ser considerados huachicoleros, por el contrario, el gobierno federal tendría que impulsar acciones para que puedan establecerse con un tratamiento especial, seguro, regulado y que no pongan en riesgo a la población.