Exhiben «dinosaurios mexicanos» en Progreso
En las afueras del Museo del Meteorito destacan las esculturas del Monstruo de Aramberri y los dinosaurios Quetzalcoatlus Northropi y Parasaurolophus, cuyos restos fósiles fueron encontrados en México
Por Herbeth Escalante
Mérida, Yucatán, 22 de agosto de 2022.- Entre las mega esculturas que se exhiben en las jardineras públicas del Museo del Meteorito en Progreso, destacan el Monstruo de Aramberri y los dinosaurios Quetzalcoatlus Northropi y Parasaurolophus, cuyos restos fósiles fueron encontrados en México.
Elpaleontólogo Arturo González González, quien formó parte del equipo encargado de la museografía y el concepto de este sitio, señaló que colocaron una réplica del Monstruo de Aramberri, un reptil marino de 18 metros de largo que fue descubierto en Monterrey en la década de los 80.
“Fue descubierto por un estudiante de Geología de la Universidad de Nuevo León y primero fue catalogado como un dinosaurio, pero en sus vertebras se encontraron conchitas pegadas, las cuales sólo viven en el agua, en el fondo marino de 300 metros, por lo que investigadores de todo el mundo precisaron que no podía ser un dinosaurio”, abundó.
Señaló que en realidad es un pliosaurio, es decir, un réptil marino, el más grande que se haya descubierto, con dientes de hasta 30 centímetros de largo y que habitó la Tierra hace 100 millones de años.
“La investigación del Monstruo de Aramberri tardó 10 años y se requirió una inversión de un millón de dólares de fondos internacionales. Tuvimos que bajarlo de la montaña en enormes bloques para ir extrayendo el material”, explicó.
Arturo González, quien también es el director del Museo del Desierto en Coahuila, indicó que también exhiben una escultura del dinosaurio Quetzalcoatlus Northropi, cuyo nombre es en honor al dios azteca Quetzalcóatl (serpiente emplumada).
Se trata de los animales voladores más antiguos de la Tierra que medía 12 metros de ala a ala, y que habitó hace 83 millones de años.
Tenía un pico muy agudo y afilado, pero carecía de dientes. Desarrolló alas mucho más extensas y huesos huecos, y formó parte del grupo de los llamados pterosaurios, es decir, réptiles voladores, quienes en su mayoría eran cazadores.
En las fueras del Museo del Meteorito también se exhibe el dinosaurio Parasaurolophus, quien vivió en lo que ahora se le conoce como América del Norte hace 76.5 -73 millones de años.
El investigador informó que poseía una cresta que le servía para generar sonidos durante los ritos sexuales para atraer e impresionar a las hembras.
Este dinosaurio medía 9.5 metros de largo y 3 metros de alto, era un herbívoro que caminaba tanto como bípedo como cuadrúpedo.
Arturo González declaró que el objetivo es que el Museo del Meteorito se convierta en un homenaje, monumento o mausoleo de estos animales que habitaron el planeta, por eso también en sus áreas exteriores decidieron exhibir estas esculturas de fósiles mexicanos descubiertos por científicos y que poca gente conoce.
Por eso también cuenta con la recreación de un campamento paleontológico, para que las niñas y los niños se adentren a los primeros descubrimientos de fósiles de dinosaurios en el desierto del norte de México en los años 80. (Foto principal de Lorenzo Hernández)