Estoy en shock por la liberación de los policías, exijo entreguen los videos: María Ravelo
La madre de José Eduardo recalcó que los responsables del crimen son policías, por lo que hizo un nuevo llamado al alcalde a que muestre las grabaciones que supuestamente faltan. También pidió a la sociedad que deje de estigmatizar a su hijo.
Por Claudia Arriaga
Mérida, Yucatán, 16 de agosto del 2021.- Para María Ravelo Echevarría, madre de José Eduardo “el güero”, aceptar la liberación y no vinculación a proceso de los cuatro policías municipales -que fueron imputados por el asesinato y violación de su hijo-, no fue fácil, se sintió desilusionada y lamentó que la Policía Municipal de Mérida (PMM) no entregó todos los videos que podrían probar la responsabilidad de sus agentes.
“Me siento desilusionada, estaba segura de que con las pruebas de la Fiscalía General del Estado (FGE) estos hombres no saldrían libres, hasta ayer no me caía el veinte, estaba en shock, no comprendía qué pasaba; pese a que el juez dio la explicación de por qué tomó esa decisión, para mi es algo injusto. Yo sé que se basó en lo legal, pero para mí ellos siguen siendo culpables desde el momento que se ve cómo abusan de su fuerza para someter a un joven que a leguas no se podía defender”, declaró en entrevista exclusiva para Haz Ruido.
Además, está segura que la Policía Municipal está fabricando la narración de hechos, pues antes de la audiencia de vinculación a proceso, la Fiscalía solicitó dos clips de videos –el 19 y 20- del sistema de videovigilancia y la corporación alegó que se perdieron. María piensa que estos podrían ser cruciales para demostrar que son responsables del crimen de José Eduardo.
“Quiero enviarle un mensaje a Renán Barrera, usted que dice que me quiere ayudar porque quiere justicia, porque esto no se puede quedar impune. Le exijo que si es así, muestre los videos que faltan, el jefe de su Policía (Mario Arturo Romero Escalante) los tiene que entregar y también quite a ese hombre de su cargo para que no entorpezca las investigaciones”, enfatizó.
María está al tanto de la filtración de otros videos en las redes sociales, por lo que exhortó a la persona que difundió el contenido a que si tiene más evidencias se las haga llegar. “Por favor, te lo pido, preséntate, si no lo quieres hacer públicamente hazlo conmigo”, señaló.
Ella está consciente de que existe la posibilidad de que los policías municipales no sean los culpables, pero la única verdad es que fueron elementos de alguna corporación los que asesinaron a su hijo. En este sentido, también solicitó una vez más la ayuda del gobernador Mauricio Vila Dosal, quien le prometió que pondría a disposición de la FGE las cámaras de seguridad.
“El gobernador me reiteró su apoyo y se lo agradezco, prometió que pondría a disposición de la Fiscalía las cámaras de la ciudad para saber si fue interceptado por otra corporación en algún punto de la ciudad. La autoridad debe investigar dónde están esos videos que faltan y que podrían demostrar la culpabilidad de los policías municipales”, comentó.
María insiste en que el “Güero” no fue atacado al salir de los separos.
El 22 de julio, al salir de la cárcel pública, José Eduardo vestía un short tipo bermuda color negro y una chamarra color rojo con azul. Caminó unas calles y más adelante abordó un taxi. El primer sitio al que acudió fue la frutería donde aún trabajaba, al menos esto es lo que le narró a su madre.
“El tomó un taxi porque ya no podía caminar ni respirar bien, iba muy mal. El taxi lo llevó a la frutería donde trabajaba y ahí le pidió dinero pestrado a su patrón para pagarlo”, relató.
Ese mismo día, la primera llamada que hizo fue a su tía a las 12:22 del día para contarle lo que sucedió. Posteriormente llamó a su hermano a las 4:35 de la tarde y por último habló con María a las 5:51.
Después de la frutería, José Eduardo tomó otro taxi para ir a su departamento. Llegó entre las 12:00 y 12:30 del día. Ya en el lugar, se encontró al hermano de su amigo con quien compartía la renta, él le prestó 200 pesos para pagar el servicio.
Posteriormente, su compañero de cuarto vio al “Güero” entre las 3:30 y 4:00 de la tarde, le dijo a María que se veía adolorido, tenía golpes en el cuerpo, laceraciones en las muñecas, cabeza y rodillas, también escupía sangre. Fue él quien le tomó las fotografías aún con vida para enviárselas a su familia.
Al día siguiente, el 23 de julio, acompañó a José Eduardo a consultar a la farmacia Similares, en donde debido a que ya le costaba respirar, le enviaron medicamentos para el Covid-19.
María Ravelo está segura de que su hijo fue violado y torturado por los agentes municipales, ya que no existe cabida para que la agresión ocurriera antes o después del arresto.
Las inconsistencias de la Policía Municipal
María Ravelo declaró que, si tal vez los cuatro policías arrestados no fueron los responsables, es claro que en los videos filtrados hay más de diez agentes que pudieron estar involucrados. Señaló que incluso solo difundieron imágenes parciales en redes sociales, pues no se aprecia en su totalidad los otros ángulos del patio de maniobras.
Sobre la revisión médica cuestionó la actuación de la corporación, ya que nunca ve que su hijo sea valorado. “En ningún momento el medico lo revisó, solo está en el mostrador y ve que llegue, de repente sale y lo ve, no hace nada, en ningún momento se acerca a revisarlo”, dijo en entrevista.
“Yo pienso que si él (José Eduardo) hizo disturbios, lo lógico era que sea remitido a la cárcel, pero llegó golpeado y el doctor no hizo nada. Ni debió recibirlo por el estado que llegó, debió remitirlo al hospital Agustín O´Horán, yo eso creo y eso que no soy de la Policía ni licenciada. Decían que iba drogado, lo primero que debieron hacer es comprobarlo”, reiteró María Ravelo.
La mujer pidió a la ciudadanía dejar de estigmatizar a José Eduardo por presuntamente estar bajo los efectos de drogas. El cuerpo del joven fue sometido a exámenes y puede probar que no es verdad.
“La defensa manejó que estaba drogado y a todas luces quieren verlo así, y no, no lo estaba, tengo el modo de demostrarlo, se lo juro que no andaba drogado”, abundó.
Respecto a las contradicciones en las declaraciones del “güero”, sobre las cuales el juez Antonio Bonilla Castañeda declaró que señaló una corporación distinta a la de los imputados, aclaró que su hijo apenas tenía cuatro meses viviendo en Mérida y podría confundirse.
“Nosotros no somos de aquí, somos de Veracruz, y mi hijo tenía cuatro meses de estar aquí, si a mí me atacan y violan no me fijaré si son estatales o municipales, lo más que haría es grabarme la cara de la persona que me está atacando. Yo pienso, de acuerdo a la narración que me hizo mi hijo, que ni siquiera pudo saber si eran estatales o municipales, para él eran solo policías. Yo cuando llegué a Mérida supe que había estatales, municipales y la Guardia Nacional”, explicó.