Enfermería del Issste, entre contagios y malos tratos
Al menos 15 trabajadoras y trabajadores del Hospital Regional de Mérida ya se contagiaron de Covid-19, situación que también les afecta económicamente, pues en automático pierden sus estímulos de puntualidad y asistencia.
Por si fuera poco, reciben malos tratos y hostigamientos por parte de sus superiores, por lo que prácticamente están viviendo un infierno todos los días de esta pandemia.
Por Herbeth Escalante
Mérida, Yucatán, 14 de julio de 2020.- Las enfermeras y los enfermeros del Hospital Regional Mérida del Issste no solamente se enfrentan a una sobrecarga de trabajo y el riesgo de contagiarse de Covid-19, también reciben malos tratos de los directivos y hasta hay quienes están perdiendo sus estímulos económicos.
De acuerdo con información recabada entre el personal de Enfermería, al menos 15 trabajadores de ese nosocomio adquirieron coronavirus por atender a pacientes en esta pandemia, situación que también les afecta económicamente.
Al enfermarse de Covid-19, tienen que irse 15 días de cuarentena para recuperarse, por lo que en automático pierden sus estímulos económicos que les corresponden cada mes.
“Si durante tres días no acudes a trabajar, pierdes las compensaciones de puntualidad y asistencia, que van de los mil a los dos mil 500 pesos, dependiendo del sueldo de cada uno. No es justo que al enfermarnos por hacer nuestra labor perdamos ese estímulo”, declaró una enfermera.
Recordaron que trabajan al menos 12 horas al día en esta epidemia, con el riesgo de contagiarse e incluso morir, por lo que no entienden la falta de sensibilidad por parte de los directivos del Issste que no hacen nada para entregarles sus estímulos económicos completos.
La carga de trabajo en ese hospital es mucha, no sólo por el aumento de pacientes, más bien porque aproximadamente 200 trabajadoras y trabajadores se fueron de licencia al inicio de la contingencia por formar parte de los grupos de riesgo.
“Además, se liberaron vacaciones para muchos trabajadores en los últimos días y el director del hospital, Paulo Flores Salazar, no está cubriendo esas vacantes, a pesar de que hay una partida presupuestal para eso”, relató otra entrevistada.
Hostigamientos y malos tratos
El personal de Enfermería y los camilleros del Hospital Regional Mérida del Issste también reciben malos tratos y hostigamientos por parte de sus superiores, por lo que prácticamente están viviendo un infierno todos los días de esta pandemia.
En especial, acusan a las subjefas de Enfermería, Wilma Canul Sosa y Nicté Ha Durán Llanes, de tratar a las y los trabajadores con prepotencia, gritos y ofensas. Tan es así, que han presentado varias quejas en su contra, pero las siguen protegiendo.
“El director del hospital Paulo Flores Salazar tiene conocimiento de cómo nos tratan las subjefas, pero no hace nada, permite los malos tratos hacia nosotras, no les importamos”, declararon las enfermeras entrevistadas de forma anónima para evitar represalias.
Las quejas en contra de Wilma Canul Sosa, por ejemplo, no son nuevas, incluso hay una denuncia en su contra desde el 2015 por parte de una enfermera, a quien hostigó de manera personal, por teléfono y mensajes para que renunciara a su puesto y pudiera darle su plaza a otra persona.
Pero no sólo maltrata al personal de Enfermería, la mencionada subjefa también hace negocios adentro del nosocomio: vende comida.
“A los trabajadores del hospital les vende hamburguesas, papas, codzitos, de todo, a pesar de que el reglamento lo prohíbe. Lo está haciendo en plena pandemia y nadie la regaña”, declararon.
Es tal su desfachatez, indicaron, que cuando Canul Sosa se entera que otra persona está vendiendo comida, se lo impide para que sólo ella pueda ofrecer sus productos.
Las y los enfermeros están hartos de toda esta situación en el Issste, pues además de la falta de equipos y de personal, la saturación de pacientes Covid-19 y la mala calidad de sus trajes de protección, también tienen que sortear los malos tratos y ofensas de sus superiores y que, al contagiarse, dejan de recibir sus estímulos económicos. (Foto principal de Lorenzo Hernández)