En la pandemia, niñas y niños con cáncer enfrentan desabasto de medicinas
A su lucha para vencer la enfermedad, ahora se han sumado el temor a contagiarse de Covid-19 y la falta de fármacos para su tratamiento. Sus familias piden que la atención que se les brinda no pase a segundo término por la contingencia sanitaria.
Por Claudia Arriaga
Mérida, Yucatán, 9 de julio de 2020.-Lupita tiene diez años y padece leucemia linfoblástica. Ella, al igual que otras niñas y niños en Yucatán, debe luchar por vencer al cáncer en medio de la pandemia de Covid-19 y el desabasto de medicamentos.
Desde hace más de un año, ha recibido quimioterapias en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y esta es la segunda ocasión en la que escasean los fármacos, lo cual pone en riesgo su vida.
“No está llegando el medicamento, muchas mamitas van y tampoco hay. Lo que me dijeron fue que lo debemos conseguir nosotras porque podría no haber en las próximas ocasiones”, relató Ana, mamá de Lupita y quien pidió que se cambie su nombre por temor a represalias.
Llegamos el lunes a Mérida, provenientes de Campeche, pero tuvimos que esperar hasta el martes para que le dieran su quimioterapia, contó. “Ciclofosfamida es la que debería llegar, le ponen una más fuerte porque no hay y tuve que esperar al martes”, aseguró.
Algunos de las medicinas que regularmente han escaseado son ciclofosfamida, metotrexate, citarabina y vincristina, comentó la mujer en entrevista con este medio.
Pero el caso de Lupita no es el único. Israel tiene 12 años y también tiene leucemia, él viaja cada 15 días desde Quintana Roo y dos veces ha tenido que extender su estancia por la misma razón.
“El medicamento es ciclofosfamida y ese casi no hay. Gracias a Dios, le pusieron la primera vez , pero la próxima no sé si habrá. Nos dicen que los compremos y no se puede, es muy caro”, dijo su mamá de Israel, la cual pidió guardar su identidad.
Con un presunto caso de Covid-19 detectado en el área de Oncología Pediátrica, el pasado mes de abril, las niñas y niños fueron enviados al Hospital Materno Infantil, ubicado al sur de Mérida. Aunque las familias aplauden la decisión para evitar contagios, también lamentan que la atención a decaído.
“Antes en el Unidad Médica de Alta Especialidad, si no había el medicamento para la quimio, esperabas y te subían a piso y ellos presionaba y la conseguían, aunque a veces ponen otro medicamento. Pero desde que nos pasaron al Materno no están pendientes de lo que hacen”, explicó la mamá de Israel.
Las y los niños con cáncer no solo deben sufrir los efectos secundarios de las quimioterapias, como calentura, diarrea y vómitos; además, se le suma que su vida se ve acortada por la falta de medicinas. Por ello, a pesar de que la pandemia les preocupa, piden que los servicios que se les brindan no pasen a segundo plano.