En casa y en confinamiento, fue víctima de abuso sexual
A sus 16 años de edad, Estefanía fue agredida sexualmente por su tío. Junto con su familia, tuvo que enfrentar varios obstáculos para poder denunciar.
Por Claudia Arriaga
Mérida, Yucatán, 1 de julio de 2020.- En pleno confinamiento, unos minutos fueron suficientes para que Estefanía, a sus 16 años de edad, fuera víctima de abuso sexual. Su tío le propuso tener sexo mientras la abrazaba lascivamente por la espalda.
No estaba en la calle de noche ni vestía ropa provocativa, se encontraba en la cocina de la casa de su abuela, ayudando a preparar la cena para toda la familia. Su mamá y papá habían ido al minisúper del rumbo y su abuelita y tía estaban en el patio persiguiendo a una gallina que se había escapado.
Su madre, Claudia Salazar, confesó que cuando se enteró de lo ocurrido pensó mucho en alzar la voz. “No estábamos seguras en denunciar, en primera instancia porque es familiar de nosotras y dijimos [Estefanía y yo] que las autoridades no le harán nada y tardaremos mucho tiempo en denunciar”, explicó.
No fue una, sino dos veces que la joven vivió este episodio esa noche, pues su agresor la fue a buscar a la casa después que atinó a huir. “Ella volvió a salir y él le hizo la misma propuesta”, narró la madre.
Cuando Claudia llegó con su esposo, su otra hija de seis años salió corriendo y les decía a gritos que su tío atacó a su hermana. “Cuando me dijo mi hija más pequeña lo que había pasado, me quedé helada, entramos y vimos la cara de Estefanía asustada, le pregunté que pasó y lloraba y me decía que su tío le faltó al respeto”, abundó.
Lo que más lamenta es que, por un momento su hija se sintió culpable, se cuestionaba las razones de por qué su tío la había agredido.
En medio del confinamiento, la adolescente tuvo que salir del encierro y acudir a denunciar. El procedimiento no fue fácil, pues primero acudieron a la agencia ubicada en la Procuraduría de la Defensa del Menor y la Familia (Profemefa), que se supone está especializada en estos casos, pero estaba cerrada.
Luego, acudió, siempre en compañía de su mamá y papá, al Centro de Justicia para las Mujeres, donde finalmente la enviaron a la Fiscalía General del Estado (FGE) ubicada en el mismo complejo de seguridad. Por fin, a las 4 de la madrugada pudieron regresar al hogar y descansar.
“Llegamos al edificio amarillo detrás de la Fiscalía, había una mujer que no nos trató mal, no sé si no están sensibilizadas o es por la pandemia, no sé. Nos dijo que no era allí porque era menor de edad y nos envió al de por Plaza Oriente, ya habíamos ido y estaba cerrado, así que terminamos en la Fiscalía. Solo había una chava tomando declaraciones, tampoco fue grosera, solo que insistía mucho para que no denunciará”, relató Claudia.
Con el inicio de la pandemia del Covid-19, la Fiscalía continúa trabajando 24 horas, sin embargo, el personal rota turno para evitar aglomeraciones por lo que la atención es más lenta. Desafortunadamente para familia, la Agencia Especializada en Delitos Contra Menores estaba cerrada, complicando más el trámite.
Sobresale que en Yucatán, en los primeros cinco meses del año, se han registrado un total de 49 delitos de tipo sexual. El último informe sobre violencia contra las mujeres del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública refiere que se han denunciado 31 casos de abuso sexual, de los cuáles tres ocurrieron en mayo.
En el reporte se detalla que dos mujeres han sido víctimas de acoso sexual y 14 de violación. Existen dos registros más de delitos de tipo sexual no especificados.