El temor de morir en el pasillo del Issste: No hay camas
Las enfermeras del Hospital Regional del Issste aseguran que todas las áreas para pacientes Covid-19 están llenas, no cuentan con los equipos, medicinas y protección suficientes. Las ambulancias tienen que esperar largo rato afuera con las personas enfermas y en ocasiones, el cuarto frío se llena con los cuerpos de las personas que fallecieron.
Por Herbeth Escalante
Mérida, Yucatán, 8 de julio de 2020.- Las y los pacientes con síntomas de Covid-19 tienen que esperar hasta cuatro horas en el pasillo de Urgencias del Hospital Regional Mérida del Issste para poder recibir atención médica en una cama, pues todas las áreas están saturadas y no hay el equipo ni el personal suficiente. Están ahí, sentados o recostados en camillas de las ambulancias, en la incertidumbre y el temor de morir entre desconocidos.
“La instrucción que nos tienen dado las autoridades del hospital es recibir a todos los pacientes, no importa que los dejemos sentados por horas sin atenderlos; nos dicen que prefieren que se mueran adentro, ahí en el pasillo, a que mueran en la calle y se entere la prensa”, declaró indignada una de las enfermeras de ese nosocomio, que todos los días lucha para salvar las vidas de quienes llegan con dificultad para respirar.
El sábado pasado, una mujer que ingresó a la sala de espera se cayó y murió. No pudieron brindarle servicio médico porque no había espacio. Se desconoce qué le informaron a sus familiares y cuál fue el resultado de la prueba a Coronavirus que debieron haberle aplicado después.
Hace poco, otro falleció en los Servicios de Urgencias y su cuerpo se quedó durante varias horas en la cama, a lado de otros pacientes, sin que lo pudieran retirar. Después se enteraron que no había espacio en el cuarto frío, por eso lo dejaron ahí tanto tiempo.
“Y mientras, afuera, había otras personas graves que requerían hospitalización, que estaban en espera de cama. Estamos muy mal, todo está fatal en el hospital del Issste”, aseguró la enfermera, quien por temor a represalias dio su testimonio de forma anónima.
En la noche del lunes, había cuatro ambulancias esperando afuera del hospital del Issste para que pudieran recibir a los pacientes. Tuvieron que “hacer cola” largo rato porque no había lugar y de ninguna manera iban a abandonarlos.
El personal de Enfermería está angustiado, pues tiene que estar pidiendo prestado equipos y materiales de otras áreas para poder brindar atención a las personas enfermas. Por ejemplo, hay tanques de oxigeno pero no todos cuentan con mamometros para regular su suministro, y también escasean las bombas de infusión para administrar medicamentos.
“Estamos desesperadas, no buscamos qué hacer. Los pacientes se nos quedan mirando y nosotras paradas de frente, con ganas de llorar, porque no contamos con lo necesario… por ratitos le quitamos el oxigeno a uno y se lo ponemos a otro. La gente se está muriendo porque no hay organización de los directivos”, recalcó otra entrevistada.
En el área Reconvertida de Covid-19 del Hospital del Issste cuentan con 10 camas, las cuales ya están llenas y varios de sus pacientes se encuentran intubados. Lo mismo sucedió con las 15 de Urgencias, las seis de Terapia Intensiva y las 15 de Medicina Interna. Ya se ocuparon, están totalmente saturadas de personas con Coronavirus, muchas de las cuales se encuentran graves.
“Es demasiada la escases de equipos y medicinas, lo hemos manifestado y pedido a las autoridades del hospital, pero no nos resuelven. Tenemos que pedir prestado un ventilador mecánico a otros Servicios para ponérselo a un paciente, luego lo devolvemos, entre todas nos ayudamos porque no contamos con las herramientas necesarias”, explicó la trabajadora.
Las entrevistadas calculan que aproximadamente 40 mujeres y hombres han fallecido por Covid-19 en ese nosocomio en la actual contingencia. En varios de los casos, no contaron con el equipo suficiente para brindarles una mejor atención.
“Un alto porcentaje está intubado y hay otros que se encuentran graves en observación, pero en cualquier monto requieren RCP. Además, los pocos ventiladores que tenemos están fallando, imagínate nuestra desesperación al ver que nuestros pacientes están sufriendo desaturación (quedarse sin oxigeno) y el equipo no funciona, tarda en responder”, recalcó otra enfermera.
Durante la Reconversión del Área Covid-19 del Hospital del Issste, todos los departamentos tuvieron que entregar parte de sus herramientas médicas para poder equiparla, las cuales ahora, en el momento más álgido de la pandemia, les hacen falta.
La capacidad del hospital se está viendo rebasada. Ellas sostienen que sólo cuentan con la infraestructura para atender entre 45 y 49 pacientes, no a 173 como aseguran los directivos. Lamentablemente, al día reciben aproximadamente a 15 personas con síntomas de Coronavirus, pero no todas pueden ser ingresadas.
Para colmo, sus Equipos de Protección Personal son de muy mala calidad y se rompen, por lo que tienen que estar “emparchándolos” constantemente; no cuentan con mascarillas quirúrgicas N95; y les hacen falta batas, sabanas y mascarillas de oxigeno para sus pacientes.
Además, las y los trabajadores de Urgencias y Área Covid carecen de baño propio, por lo que comparten uno que les queda lejos y al cual prácticamente tienen que ir corriendo para no contaminarse. Ahí se bañan al terminar su jornada, como marca el protocolo sanitario, pero no hay agua caliente y no funcionan las regaderas.
Otra de las preocupaciones más fuertes, es que el director del hospital, Paulo Flores Salazar, mandó a clausurar las puertas del área en donde atienen a los pacientes con Coronavirus, por lo que se quedaron sin salida de emergencias.
“En caso de que ocurra un incendio, nos vamos a morir quemadas ahí y no vamos a poder sacar a las personas internadas, porque no podemos salir, cerró las puertas, puede ocurrir una tragedia”, coincidieron.
Asimismo, sólo dos de los cinco elevadores funcionan, recientemente se mojó el Laboratorio, muchas áreas están contaminadas por falta de espacio, y hay pisos en los que detectaron goteras.
“Cuando planteamos esta situación al doctor Paulo nos contesta que ni modos, que tenemos que adaptarnos con los que hay, no contamos con su apoyo”, criticaron.
Le mintió al gobernador
Las enfermeras entrevistadas para este reportaje lamentaron que el director del Hospital Regional del Issste Mérida, Paulo Flores Salazar, le mintió al gobernador Mauricio Vila Dosal en su reciente visita al Piso Dos, pues aseguraron que le presentó “una cara que no es la real”.
Explicaron que ese piso es el de Cirugía General, pero que muchas de las camas y equipos que colocaron para las fotos son de otras áreas, es decir, cuando se enteraron de la visita del gobernador movieron todo de última hora.
“Fueron a buscar los colchones de Ginecoobstetricia y las sabanas impecables las tenían guardadas en las bodegas, porque las que nosotras tenemos están todas rotas, viejas y manchadas de sanguaza”, revelaron.
Los monitores los tomaron de otros pisos, algunos ni cables tenían. Cuando acabó la visita del gobernador, retiraron los equipos y los regresaron a su lugar. Además, recalcaron que ese piso no es el adecuado para reconvertirlo a Covid-19, porque ahí se filtra el agua de los techos y las fosas no sirven.
Otro punto que el director Flores Salazar no ha hecho público, es que los doctores de ese piso son especialistas en Cirugía General, Neurocirugía, Ortopedia o Urología, entre otros, pero no cuentan con la habilidad para atender a un paciente con Coronavirus, por ejemplo, para realizar las maniobras de intubación en una situación grave.
“No son urgenciólogos, ni internistas, tampoco intensivistas, por eso mismo no se pueden hacer cargo de este tipo de pacientes, ellos mismos lo reconocen, que esa no es su especialidad”, explicaron.
Las y los médicos no se niegan a trabajar en esta emergencia sanitaria en caso de que se abra el Piso Dos para pacientes Covid-19; sí quieren coadyuvar, pero han enfatizado que no se pueden hacer responsables.
Las enfermeras se enteraron anoche que el gobernador Mauricio Vila entregó 20 monitores de signos vitales al Hospital Regional del Issste, situación que ven con buenos ojos porque en los últimos cuatro meses de epidemia no contaban con los necesarios.
“No había manera de ver cómo se estaban oxigenando los pacientes, no teníamos monitores para todos, esperemos que nos los instalen rápido porque hacen mucha falta”, agregaron.
Por lo pronto, manifestaron estar muy decepcionadas y desanimadas de la situación de dicho nosocomio, sobre todo porque no hay respaldo por parte de los directivos, las están dejando solas.
Recalcaron que ellas están dando más del 100 por ciento para salvar a las y los pacientes en esta epidemia y que no les importa la carga de trabajo de hasta 12 horas seguidas, pero precisaron que es urgente que tengan todo a la mano: medicamentos, material, equipos, trajes seguros para evitar contagiarse y más personal.
Ellas, las enfermeras del Issste, no quieren que más personas mueran por falta de atención, temen que ocurran decesos en los pasillos. (Espera la segunda parte de este reportaje)