El suicidio y el feminicido en la familia agudizaron su pobreza
Tras la muerte de su nuera, Elide se hizo cargo de sus tres nietos con quienes vive en una casa endeble en un asentamiento irregular. Además, ayuda a atender a los hijos de su hermana, quien fue víctima de feminicidio.
Por Claudia Arriaga
Mérida, Yucatán, 9 de agosto del 2021.- En el 2018, el cuerpo de Fabiola de los Ángeles Meza Trujeque de 27 años fue encontrado sin vida en una casa abandonada, ubicada en la calle 69 entre 36 y 38 del Centro de Mérida. El dictamen del Servicio Médico Forense (Semefo) determinó que cometió suicidio. Desde aquel entonces, su suegra Elide Ojeda Ortega se hizo cargo de sus tres nietos y lamentablemente actualmente viven en condiciones de pobreza.
Pese a que ya es un caso cerrado, Elide insistió en que su muerte está rodeada de circunstancias extrañas y cree que pudo ser asesinada por una compañera de trabajo con la que tenía conflictos. Fabiola era mesera en los bares la Veleta y Parroquiales.
“Sus amigas me dijeron que la asesinaron por una con la que tenía conflictos. Mi nuera era muy bonita, era mesera y no tenía casa, dormía en una que estaba abandonada donde ni luz tenía, ni era un sitio seguro. Me dijeron que esta compañera se metió por la ventana, pero luego la policía dijo que se suicidó, pero como es pobre no hablan de ella ni se hizo justicia”, relató.
Para mantener a los menores, Elide recolecta plásticos, papel, cartón, etc.; y aunque durante muchos años vivió en el municipio de Homún, sus circunstancias cambiaron y ahora debe pasar la mayor por parte de su tiempo en Mérida.
En el 2019, cuando apenas se recuperaba de la muerte de su nuera, su hermana Silvia Elena Ojeda Ortega fue víctima de feminicidio – pero oficialmente se juzgó como homicidio calificado-, por esta razón dejó completamente atrás a su municipio natal.
“Somos la única ayuda de mi mamá Idelfonsa Ortega Cauich, pero no puedo dormir en su casa porque somos muchos y no hay donde, mi mamá se hace cargo de las dos hijas de mi hermana Silvia, y como está enferma tengo que ir a ayudarla a bañarse y con la casa”, explicó Elide.
Elide no tiene casa en Mérida, por lo que al igual que otras 15 familias, se instaló en un asentamiento irregular del Fraccionamiento Estrella del Sur. No puede quedarse en casa de doña Idelfonsa, no hay espacio ella y sus tres nietos, pues ahí ahora viven ahí las hijas de Silvia. “No puedo dormir en casa de mi mamá no hay donde”, comentó.
En la búsqueda de una mejor calidad de vida para sus nietos, acudió al Instituto de Vivienda del Estado de Yucatán (Ivey) para ver si existe la posibilidad de regularizar el predio donde vive o poder pagar poco a poco por el terreno, hasta el momento no ha tenido respuesta. Elide también necesita un triciclo para continuar trabajando en la recolección de basura junto con su hermana Leydi Ojeda Ortega, pues debido al uso el que tenían ya no sirve, y sin esto no pueden ir a vender los plásticos que juntan. Sus nietos pronto regresarán a la escuela y también necesita apoyarlos para que terminen sus estudios