El gobernador que llama princesas a las mujeres
El discurso y la comunicación institucional de Mauricio Vila Dosal reproduce estereotipos sexistas y excluye a las yucatecas
Mérida, Yucatán, 18 de enero de 2019.- “Ahí voy princesa, permíteme un segundito, ahorita que yo termine de platicar, ahorita paso para allá, ¿sí? Ahorita yo veo que lo atiendan, princesa, no te preocupes, te pido una disculpa y ahorita veo que lo atiendan”.
Así le respondió el gobernador Mauricio Vila Dosal a una mujer que lo increpó en una entrega de becas el pasado 28 de noviembre en el Poliforum Zamná, debido a que había esperado mucho tiempo para el inicio del evento. Con voz calmada y llamando princesa a la inconforme, prometió resolver la situación y continuó con su discurso.
No fue esa la primera ocasión en la que se ha referido de esa manera a las mujeres, lo hizo incluso en su primer día como mandatario. El 1 de octubre de 2018, posterior al acto de toma de protesta, Vila Dosal recorrió a pie las dos cuadras que separan al teatro “José Peón Contreras” del Palacio de Gobierno, trayecto en el cual saludó a varias simpatizantes:
«Muchas gracias, princesa”, “Princesa, ¿cómo estás?”, “Claro que sí, princesa, con mucho gusto”. En la grabación, transmitida en vivo por el sitio de Facebook de un portal noticioso[i], puede escucharse como en al menos 10 oportunidades el recientemente estrenado titular del Ejecutivo denomina princesas a quienes se acercan a pedirle una fotografía, solicitarle ayuda o desearle buena suerte.
Según el Manual de comunicación no sexista, elaborado por Claudia Guichard Bello y editado por el Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres), una herramienta para evidenciar el sexismo en la comunicación es aplicar la regla de inversión: “sustituir el término femenino por el masculino. Si la idea permanece con el mismo sentido para ambos, entonces no se comete sexismo, pero si resulta inadecuada para el sector masculino, estaremos ante una frase sexista”.
Partiendo de esa norma, en los dos ejemplos citados es evidente que el mandatario estatal es consciente de que referirse a los hombres como príncipes resultaría inconveniente, pues en ningún momento nombra a sus partidarios o a los padres presentes en el evento de becas de esa manera.
De acuerdo con el texto de Guichard Bello, esta desigualdad al designar lo femenino es una práctica discriminatoria que pone de relieve la posición de subordinación y desvalorización en que se encuentran las mujeres, la cual puede tomar forma en expresiones peyorativas, como los múltiples calificativos usados para las trabajadoras sexuales, o en la cortesía de utilizar princesa.
La autora incluso dedica un apartado a describir las imágenes estereotipadas de las mujeres, entre las cuales coloca la de princesas: “reflexionemos sobre las características con que relacionamos a una niña cuando le atribuimos este calificativo, a diferencia de si la nombramos como astronauta, científica, ingeniera, futbolista, etcétera”. Cabe señalar que Vila Dosal recurre a esta palabra para señalar a niñas y adultas por igual.
Su comunicación omite a las mujeres
En junio de 2017 y ante el aumento de casos de feminicidio en Yucatán, académicas y organizaciones ciudadanas solicitaron la declaratoria de Alerta de Violencia de Género contra las Mujeres (AVGM), con la intención de combatir este flagelo, por lo que el Gobierno del Estado se comprometió a desarrollar políticas públicas en ese sentido.
Una de las diez conclusiones a las que llegó el Grupo de Trabajo conformado para responder a esta petición, la número siete, fue la de generar una estrategia de comunicación con perspectiva de género y enfoque multicultural. Es decir, las autoridades debían poner en marcha una campaña que incorporara contenidos encaminados a la transformación de estereotipos culturales que promueven y naturalizan la violencia contra las mujeres.
Más de un año después, en agosto de 2018, la Secretaría de Gobernación, a través de la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia Contra las Mujeres (Conavim), consideró que la gestión que encabezaba Rolando Zapata Bello llevó a cabo acciones suficientes para no activar este mecanismo en la entidad, pero se recalcó la importancia de dar seguimiento a lo planteado por las y los expertos.
El 24 de septiembre de ese año, a menos de una semana de asumir el cargo, Vila Dosal sostuvo un encuentro con asociaciones civiles en la que precisamente se comprometió a dar continuidad a los diez puntos que surgieron de la solicitud de la AVGM; particularmente, a promover una estrategia de comunicación con perspectiva de género.
No obstante, lo que se ha podido observar en sus casi cuatro meses al frente del estado, es que su comunicación institucional contribuye muy poco a favorecer el reconocimiento pleno de las mujeres. Y es que pareciera que el lenguaje del gobernante se traslada a los comunicados oficiales que emite su equipo de prensa.
Por ejemplo, con motivo de sus cien días como mandatario, el 8 de enero de 2019, se difundió el boletín titulado “100 días de generar igualdad de oportunidades para todos los yucatecos”. Cabe resaltar que en él se consignan las acciones emprendidas durante dicho periodo en favor de las mujeres, por lo que llama la atención que el título hable únicamente de los yucatecos y no mencione a quienes supuestamente pretende beneficiar, las yucatecas.
Otra muestra de las expresiones sexistas en la actual administración es su slogan, “Juntos transformemos Yucatán”, en el que, otra vez, sólo se hace referencia a los hombres. Asimismo, es común que en sus eventos públicos el titular del Ejecutivo salude y se despida con un “Muchas gracias a todos”, sin tomar en cuenta a su audiencia femenina.
Esto también es una constante en sus publicaciones de redes sociales. El 18 de diciembre escribió “Felicitamos en su día a todos los Trabajadores al Servicio del Estado y Municipios de Yucatán”, y, el 22 del mismo mes, “Hoy celebramos el Día del Policía”, aunque en la imagen que acompaña el post puede observarse a varias agentes.
Y continuando con su tendencia a reproducir estereotipos de género, el boletín que reporta los avances del programa “Médico a domicilio” consigna “las brigadas, cada una conformada por médico, enfermera, nutriólogo, trabajador social y promotor de la salud”. Es notable que la única profesión que este párrafo feminiza es el de la enfermería, olvidando que las mujeres se desempeñan también en los otros campos y que muchos hombres son enfermeros.
Mal asesorado
Aunque ya existen mecanismos jurídicos como las Leyes Generales de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia y para la Igualdad entre Mujeres y Hombres, en las que se conmina a los tres Órdenes de Gobierno a eliminar estereotipos e imágenes denigrantes de mujeres, así como el lenguaje sexista y excluyente de sus comunicaciones, en Yucatán este objetivo se aleja desde el pasado 1 de octubre.
Según el Acta de la Sesión del Grupo de Trabajo para la Aprobación del Dictamen de la AVGM, con fecha del 31 de julio de 2018, la séptima conclusión fue la que menor cumplimiento alcanzó, puesto que sus indicadores revelan que, al momento de ser evaluados, se encontraban “en proceso de cumplimiento” o “parcialmente cumplidos”.
Es decir, dicho punto fue el menos atendido por la administración del priista Zapata Bello y, al parecer, seguirá siendo relegado en la del panista Vila Dosal, aun cuando éste se comprometió a impulsar la agenda de igualdad entre mujeres y hombres en el estado.
Lo cierto es que, como se resalta en las citadas legislaciones, para alcanzar la igualdad de género es necesario hacer visible la presencia de las mujeres en todos los ámbitos de la vida pública y un elemento importante para lograrlo es el lenguaje.
Aparentemente, quienes se encargan de asesorar al Gobernador de Yucatán en materia de comunicación no son conscientes de que el discurso que utiliza excluye y estigmatiza el papel que ellas juegan en la sociedad.
[i] https://www.facebook.com/reporteroshoy/videos/244649906395763/