Discriminación a lenguas indígenas, interiorizada
La mayor colonización fue en el corazón y el pensamiento, aseguró Adelfo Regino Montes, titular del INPI.
Por Paul Antoine Matos
Ciudad de México, 21 de febrero de 2019.- La mayor colonización que sufrimos las y los mexicanos es la de nuestro corazón y pensamiento, lo que genera discriminación a nuestras lenguas y culturas indígenas, declaró Adelfo Regino Montes, director del Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI), en entrevista exclusiva con Haz Ruido.
“Esta interiorización de la discriminación es algo que incluso como país nos ha hecho mucho daño, es un trauma que traemos muchos mexicanos porque a veces tenemos la información, tenemos la conciencia de lo que somos, pero aspiramos a algo que nunca seremos”, expresó al terminar la inauguración de la primera Muestra Lingüística Indígena, organizada por el gobierno de la Ciudad de México en el Zócalo.
Dijo que este país requiere la reconciliación con nosotros mismos, aceptar nuestra cultura e identidad, “nuestras raíces milenarias, ahí encontraremos nuestro desarrollo como nación”.
Afirmó que lo primero que tenemos que hacer todas las personas en este país, es tomar consciencia de la importancia de las lenguas y culturas originarias. Recalcó que se tiene que abandonar esa vieja idea de que hablar una lengua o practicar una cultura indígena está relacionado o estigmatizado con la discriminación y el racismo.
“A nosotros nos han insistido tanto que nuestras culturas y lenguas no valen, que lo hemos interiorizado, a veces, nosotros mismos lo pensamos y por eso dejamos de hablarlas o practicarlas”, reconoció Regino Montes
El director nacional del INPI también lamentó que existen personas que sí hablan lenguas indígenas, pero no las transmiten a sus hijas e hijos.
Como se sabe, en este 2019 se celebra el Año Internacional de las Lenguas Indígenas, efeméride establecida por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), con el objetivo de crear conciencia sobre la urgente necesidad de preservar, revitalizar y promover estos idiomas del mundo. Esta institución señala que existen casi siete mil en todo el planeta, pero dos mil 680 están en peligro de desaparecer.
Al respecto, el funcionario federal declaró que hay un alto grado de desplazamiento del uso de estas lenguas en nuestro país, debido en gran medida a la discriminación y al racismo que viven quienes las hablan.
Eso sí, reconoció que eventos como el que se realizó en el Zócalo de la capital del país, muestran que hay una mayor comprensión y sensibilidad en cuanto a la importancia del uso de nuestras lenguas maternas. Dijo que se trata de una paradoja que haya interés creciente por parte de gobiernos, academia, medios de comunicación y la sociedad en general para fortalecerlas.
“Por eso en la Cuarta Transformación es necesario dejar atrás la vieja política integracionista, asimilacionista, que tuvo como propósito construir la nación sobre la base de una sola cultura, una sola lengua, que tuvo como consecuencia lamentable el exterminio de nuestras lenguas y nuestras culturas”, agregó.
En México, de acuerdo con información del INPI, hay 11 familias de lenguas indígenas distribuidas en 68 agrupaciones lingüísticas y 364 variantes.
Yucatán es uno de los estados con mayor presencia de pueblos originarios del país y la gran mayoría, 537 mil 618 personas, hablan maya, según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) en 2010.
Pero no es la única lengua en la entidad, cabe mencionar que se tenían contabilizados mil 59 hablantes de chol y 558 de tzetzal, ambas derivadas del maya y procedentes de Chiapas, así como 340 mixes, de Oaxaca.
Y es que aunque en la entidad existen políticas públicas enfocadas para las y los mayas peninsulares, quedan fuera de ellas quienes hablan las otras lenguas mencionadas. No se tiene registro de programas gubernamentales dirigidos a fortalecer o promover la cultura de estos grupos poblacionales.
Por cierto, en 90 países del mundo hay presencia de comunidades indígenas, pero cerca del 40 por ciento de la población originaria no tiene acceso a educación en su lengua materna, indica la Unesco.